Exámenes

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Narra (T/N)

Las horas del día siguiente pasaron en lo que se sintieron como segundos. Perdí la noción del tiempo constantemente, es algo común en mi cuando es época de exámenes.

Las campanadas resonaron por todo el establecimiento, dando inicio a la media hora de almuerzo.

-¡(T/N)! - Nishinoya entró a mi salón de la nada - Almorcemos juntos. - Dijo agarrando una silla que usó para sentarse enfrente de mí.

-Buenos días, Nishinoya. Está bien pero no grites tanto que nos van a regañar. - Respondí sacando mi almuerzo de mi mochila.

-Deberías comer afuera de vez en cuando. - Opinó mirando como desenvolvía mi obento.

-¿Tú crees? - Asintió frenéticamente - No lo sé, me gusta la comodidad y calma que ofrecen los salones casi vacíos. ¿Que hay afuera que sea merecedor de salir? Solo bullicio y mucha gente.

-La cafetería tiene su encanto. - Bromeó.

-Si, claro. - Reí, pero antes de poder alzar mi vista, Nishinoya había desaparecido junto a mi almuerzo.

Lo ví correr por el pasillo, llevándose consigo ambas cajas de comida. Me levanté y traté de seguirlo a paso rápido, pero con tanta gente por los pasillos se me hizo imposible y acabé perdiendo su rastro.

Comencé a sentir la mirada crítica de todos los alumnos, no conocía a nadie y todos se veían mayores. Ni siquiera sabía dónde estaba parada y no podría volver a mi salón sin pedir ayuda.

Tanta gente hablando al mismo tiempo aturdía mis oídos, quería esconderme y llorar en un lugar pequeño dónde nadie me viera. Estaba al borde de un ataque de ansiedad y solo quería estar en un lugar tranquilo a solas.

-Uy, lo siento, ¿Estás bien? - Preguntó alguien con quién choque por accidente - ¿Tanabe?

Alcé la cabeza y ví a un Azumane preocupado. Quise articular palabra pero no pude, mi garganta se cerró de los nervios, comencé a sentir lágrimas en mis ojos y temblar.

-E-Ehh. - Sin decir nada, me tomó de la muñeca y me llevó por los pasillos, no opuse resistencia aunque no supiera a dónde nos dirigiamos.

Subimos unas escaleras, pasamos por una puerta y de la nada todo el ruido de la escuela se silencio por absoluto. Azumane hizo que me sentará en el suelo y me recosté por una pared abrazando mis piernas, todavía temblando. Él seguía sin hablar, solo pasaba tu mano por mi espalda como consuelo.

Pude estabilizar mi respiración al cabo de unos minutos y mire mi alrededor. Estábamos en la azotea, probablemente se veía gran parte de Miyagi desde aquí, pero al estar sentada apenas podía divisar la punta de algunas montañas.

-¿Estás bien? - Pregunto el chico de tercero. Apenas asentí - ¿Te gustaría contarme que paso?

Negué. Sentía que había sido una reacción demasiado exagerada de mi parte ante una situación bastante común, aunque no fuera algo bajo mi control. Estaba avergonzada de que me hubiera visto así.

-No hay problema - Sonrió tranquilo -. ¿Te gustaría comer conmigo?

A su costado tenía lo que parecía ser su almuerzo. Tal vez iba hacia la cafetería y yo me puse en su camino. Me hizo sentir mal, pero igual acepté, tenía hambre.

Azumane se encargó de que me sintiera cómoda con él. Se mostró amable y comprensivo, todo lo contrario a lo que pude haber escuchado de él en algún rumor.

Terminamos en una conversación fluida sobre voleibol. Le dije que llevaba jugando unos siete años y se sorprendió de buena forma, halagando mi estilo de juego y le devolví el cumplido.

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⏰ Última actualización: Apr 08, 2022 ⏰

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Transferida a Karasuno ║ haikyuu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora