Bienvenido A La Ciudad

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—Rubén, deberías saber algo... —dije nerviosa, ¿¡Por qué había empezado la frase!? ¿¡Acaso debía decirselo!? ¿¡Debía esperar a Navidad!?

—¿Qué pasa?— preguntó dejando el tenedor en el plato y mirándome a los ojos.

—Mejor te lo digo en Navidad— dije con la voz temblando por lo que había hecho.

—Vaya, ahora me dejas con las ganas.

—Tranquilo, no es nada importante, ¿qué tal la mano?

—Bastante bien— respondió extrañado por aquel cambio de tema.

No tardamos mucho en comer, nada más acabar fuimos a dar una vuelta por el centro, el cual estaba lleno de gente haciendo compras de última hora.

—Vamos a salir de esta calle, es casi imposible pasar— dije cogiéndole de la mano para no perderle y llevándole hacia la antigua catedral.

Esquivamos a la gente llevándonos algún que otro golpe pero conseguimos salir de aquel barullo.

—Nos ha costado llegar— dijo suspirando.

—No me quiero imaginar como será la zona de tiendas en Madrid durante estas fechas del año.

—Todavía peor... Bueno, ¿vamos a entrar?— preguntó señalando la entrada a la catedral.

—Claro, al fin y al cabo soy tu guía turística— dije sonriendo.

—Entonces cuéntame todo lo que sepas sobre la catedral— pidió mientras entrábamos.

—La verdad que yo no había entrado nunca— dije riendo y fijándome en el interior.

—Entonces hoy somos turistas los dos.

—Al menos te puedo decir que mi ciudad destaca por los santos y los cristos de los pasos de Semana Santa— expliqué.

—Hay un museo de escultura, ¿no?

—Sí, pero por estas fechas suele estar cerrado.

Estuvimos un rato dentro de la catedral antigua, al salir le llevé a otros sitios importantes de la ciudad, le paré antes de entrar a la plaza Mayor.

—Vamos a entrar a la plaza Mayor, está llena de gente de la edad media que nos ve, si entramos vamos a estar un rato ahí— expliqué.

—Ahora que lo dices no nos ha parado nadie en toda la tarde— comentó.

—La media de edad aquí es muy alta, y todos los jóvenes se concentran por esta zona, así que elige, ¿quieres ir o no?

—Claro que sí— dijo empezando a andar hacia el centro de la plaza, y tal como supuse estaba llena de chicos y chicas que nos empezaron a pedir fotos.

Nos entretuvieron bastante, cuando nos fuimos ya era la hora de cenar, por lo que saqué el móvil y llamé a Sara.

—Buenas— saludó Sara a través del teléfono por lo que lo puse en manos libres.

—¿Tenéis algún plan para cenar?— pregunté.

—Que va, ¿os apetece que cenemos los cuatro en el restaurante de Marina?— ofreció Sara.

—Me parece bien— dije yo.

—Vale— añadió Rubén.

—Pues ahora la llamo para asegurarme de que hay mesa— dijo Sara como despedida antes de colgar.

—¿No se ha sorprendido Sara de que nos fuéramos antes sin decir nada?— me preguntó Rubén.

—Sabe como es mi relación con mi padre, se lleva mejor ella con él que yo.

—Entiendo.

—Vamos por ahí al restaurante— dije señalando el camino.

Anduvimos en silencio mientras observábamos las luces y las decoraciones de las tiendas. Cuando llegamos al restaurante Sara y Raúl ya estaban allí.

—Tiene una mesa libre en 10 minutos, mientras vamos a pedir algo en la barra— dijo Sara poniendo su brazo sobre mis hombros.

—Vamos adentro— dijo Auron.

—¿Ya tienes hambre?— se mofó Rubén.

—¡Sí!— respondió él.

Entramos al restaurante y nos sentamos los cuatro en la barra, desde donde se oía la música navideña que sonaba.

—¿Tenéis planes para mañana?— nos preguntó Sara.

—Que yo sepa no— dijo Rubén mirándome.

—¿Se te había ocurrido algo?— pregunté a Sara.

—Hacer el paseo en barco por el río, he visto que hay plazas libres y no sé si habréis visto ya el parque de la ciudad, no es tan grande como el Retiro de Madrid pero es muy bonito.

—Vaya sí que lo tienes bien planeado— comentó Auron, a lo que me fijé en como la miraba, estaba muy enamorado y lo mismo por parte de Sara.

—Nos apuntamos, ¿no, ____?— preguntó Rubén.

—Claro, pero que sepáis que me pongo bastante nerviosa cuando monto en barco... —comenté.

—¿Cómo que nerviosa?— preguntó Rubén.

—Se pone a pensar hacia que lado habría que nadar en caso de que el barco se hunda— dijo Sara, supuse que mientras recordaba un paseo en barco que dimos por el río de un pueblo cercano.

—Eso no me lo quiero perder— dijo Auron.

—Ni yo tampoco— dijo Rubén.

—Entonces decidido— dije yo—, vamos mañana al paseo en barco.

—¿Qué van a pedir?— preguntó el camarero de la barra.

—Una cerveza con limón— dijo Rubén.

—Otra para mí— dijo Raúl.

—Pues otra más para mí— añadió Sara.

—Yo un Aquarius— pedí evitando el alcohol a lo que todos se rieron.

Preguntamos a Raúl y a Rubén sus opiniones de la ciudad mientras esperábamos a que nos llevaran a la mesa, lo que no tardó nada. Allí nos atendió nuestra amiga Marina que se quedó un rato charlando con nosotros antes de volver al trabajo.

—Te veo más feliz de lo normal— me dijo Sara mirándome.

—A mí también me lo había parecido— dijo Rubén— sonríes mucho más de lo habitual.

—Me gusta el ambiente Navideño— dije mientras observaba la decoración del restaurante.

Tuvimos una cena muy agradable, todos parecíamos contentos, aunque para mí aquella felicidad se acabó cuando al salir Sara me preguntó qué iba a hacer con Rubén.

YA ESTOY AQUÍ

Siento haber desaparecido, estoy quemadísima por las clases y no me da tiempo a nada, a parte de que nuestra ciudad está muy mal por la COVID y se nota que todoa estamos muy estresados...

No puedo prometeros no desaparecer porque este curso ha empezado fuerte y tengo que estudiar más de lo normal, aún así ya estoy más organizada y espero desparecer menos tiempo.

Lo siento mucho por haceros esperar tanto, en unas horas subiré el siguiente capítulo 🥺💕

KARMALAND (y tú) || RubiusOMG [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora