⭐Luego de que (T/N)recibiera la noticia sobre su mudanza a Japón y que tendría que dejar a sus amigos, su mundo decae, pero con el tiempo recibirá una sorpresa que le ayudará a acoplarse con nuevos individuos (en todo sentido).
¿Qué le planes le t...
Habíamos sido despertados por el sonido del reloj de Mari, nos levantamos y nos dirigimos a comer el desayuno que su madre nos había preparado, estaba delicioso, hablamos de todo un poco en la mesa, nos bañamos y esperamos a que dieran las 2 pm, ya que a esa hora mis padres me recogerían. Mientras tanto cada uno me brindaba palabras y abrazos incluyendo a la mamá de María, pronto mis padres llegaron y en ese momento las lagrimas inundaron los rostros de los cinco, los extrañaría como nunca, de eso estaba segura.
Me subí al auto y les brinde una sonrisa melancólica a mis amigos, sabía que esto no sería un adiós sino un hasta pronto, habían creado un grupo por el que les compartiría mis experiencias sobre mi estadía en Japón, algo así como un reporte. Mi papá me preguntó sobre la pijamada, conversamos un largo rato, mientras mi mamá hacía las cuentas sobre la mudanza y estos asuntos. Me contaron que nos quedaríamos en la Prefectura de Miyagi, un lugar 100% Japonés, rodeado de costa y con vegetación, un lugar pacífico, en conclusión un ambiente completamente distinto al que estaba acostumbrada.
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Nos dirigimos hacia el aeropuerto, y abordamos el primero de los tres aviones que nos llevarían hasta Japón. El viaje resultó algo largo, pero cuando llegamos estaba de día, aunque lo único que quería hacer era dormir, tuve que desempacar con ayuda de mis padres y los hombres del camión de mudanza. La casa en la que viviría era un poco más pequeña que la de antes, pero era acogedora, mi cuarto era amplio, por lo que me destiné a armar la cama y poner mis mesitas alrededor, la ropa y la decoración la armaría más tarde. Me destiné a tomar una siesta, para mi sorpresa cuando me levanté era de noche. Bajé a cenar, mi mamá había pedido comida de un lugar cercano, abrí la caja y me encontré con un plato llamado "Okonomiyaki" era una tortilla rellena de muchas cosas, no estaba acostumbrada a la comida oriental, por lo que la miré con curiosidad. Al final el plato resultó ser delicioso, Japón me recibió bien.
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Pasaron tres días, en los que conocí los alrededores y terminamos de ordenar la casa, vivía en una zona residencial, dónde pasaba una carretera dividiendo las casas, a unas cuantas cuadras se encontraba un pequeño parque y también el lugar en el que comenzaría mis estudios, La Preparatoria Karasuno. Mis ganas de ir a estudiar eran mínimas, pero era necesario empezar de una vez para poder acostumbrarme con el tiempo. Me levanté, luego me dirigí a bañarme y cambiarme, luego comencé a peinar mi cabello para que por lo menos se viera presentable. El uniforme no me quedaba tan mal, pero simplemente me sentía incomoda sin mis amigos, pero como Mar decía, "todo es un aprendizaje". Me puse el collar que Jorge me había regalado, eso me recordó que debía mandarle un mensaje a los muchachos. Así que me tomé una foto y les escribí:
-primer día de escuela en Japón, deséenme suerte :p-
Responderían más tarde, el horario cambia mucho entre los países, así que deberían estar durmiendo.
Bajé las escaleras y me dirigí a tomar el desayuno, mi mamá me dijo que me apurara, porque debía estar a las 8am y faltaban 10min, comí rápidamente y me dirigí corriendo por el camino que había estado memorizando durante esos últimos 3 días. Alcancé a llegar a tiempo, por lo visto me había tocado en una de las clases avanzadas, probablemente porque sabía tres idiomas , español porque es mi lengua materna, inglés porque tuve que aprenderlo en la escuela y japonés gracias a mi padre, aunque siento que no era tan avanzada en matemáticas, si a duras penas era capaz de entender algo en español, no se como sería en japonés.
Entré al salón y todos se me quedaron mirando, pensaba que tal vez sería por mi apariencia, pero por genética mis ojos eran un poco rasgados, por lo que descarté esa posibilidad. Estaba expectante a raíz de las miradas, pero el maestro me sacó de mi trance, diciéndome que tenía que cambiarme los zapatos para entrar a clase, ¡genial! ni siquiera había empezado la jornada y ya estaba cometiendo errores, por el rabillo del ojo pude ver como un rubio de lentes se reía de mí, ¿pero quién no se reiría de eso?. Volví de cambiar mis zapatos, solo había una silla restante en la mitad del salón, así que la tomé. Todos comenzaron a presentarse, hasta que llegó mi turno, el profesor me dijo que me levantara, dijera mi nombre y de que escuela venía, me levanté con una cara de no haber dormido en días y me presenté.
-Buenos días, mi nombre es (T/N) Nishimura Ortiz y vengo de (tu país)-
Nuevamente las miradas iban para mí, pero no le di importancia, el resto continuó presentándose, mientras yo leía una que otra frase de un libro de estudio. Extrañaba hablar con mis amigos entre clases, me sentía un poco vacía sin ellos, el día transcurrió hasta que finalmente llegó la hora de comer, me dirigí a la azotea donde no había nadie. Así pasó casi un mes, hablaba con algunas personas, pero no éramos lo que catalogaría como "amigos", simplemente conocidos. Seguía en contacto con mi anterior grupo, aunque cada vez nos distanciábamos más y más, cosa que me tenía un poco triste, pero solo era cuestión de costumbre, no todo es para siempre.
Mis padres estaban un poco preocupados, pero les dije que solo era cuestión de tiempo y que pronto me recuperaría y tendría amistades, que podían seguir cada uno en su trabajo. Aunque era mentira, no tenía ganas de nada, había dejado una parte muy importante de mi con aquellas personas.
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Un nuevo mes comenzó y yo aún no decidía a que club inscribirme, no tenía cabeza para eso, rendía en la escuela, pero mi vida social estaba en picada, así que decidí a retomar las cosas nuevamente y buscar un club sería el inicio de ello. Como por acto del destino mientras caminaba por los pasillos de Karasuno una chica de lentes y hermoso cabello negro, apareció enfrente mío.
-Hola, ¿Cómo estás? - preguntó -bien, creo- respondí. Ella continuó hablando - Soy Kiyoko Shimizu de 3ro, perdona por interrumpirte, quería saber si ya te encontrabas dentro de un club- dijo -no, aún no- le respondí -¿te gustaría ser la manager del equipo de volleyball?- me dijo mientras hacía entrega de un folleto-si es así, te espero en el gimnasio al terminar la jornada- se despidió dejándome con las palabras en la boca, aunque se lo perdoné, la verdad era muy hermosa, el resto del pasillo dirigió sus miradas hacia aquella estudiante de 3ro, no los culpo la chica era muy linda. Aunque todo surgió como si hubiera sido algún tipo de plan divino , así que no lo pensé dos veces y accedí a la propuesta de Kiyoko.
A penas acabó la jornada me dirigí emocionada hacia el gimnasio, hace tiempo no me sentía así, por lo que me puse mis audífonos y puse Hung Up- Madonna, esa canción me hacia extrañamente feliz, así que ameritaba el momento, conocería a nuevas personas y lo mejor, todas serían mujeres, no creo que hubiera un equipo masculino o ¿si?
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Adjunto una fotito de la hermosa Kiyoko 🌸🌸🌸
• • • • • Hola a todos, espero hayan disfrutado este nuevo episodio :3, estaré subiendo nuevos episodios de esta serie pronto, los tkm💓 Att: Gaby
