Estuve quedando con Sam durante las siguientes dos semanas,todo iba genial.
Al fin tenía alguien con quien hablar de todo libremente sin que me juzgue o me mire raro.
Pero de repente me dejó de llamar y no contestaba a mis mensajes ni llamadas.
No volvió a aparecer por la puerta de mi casa para dar una vuelta,ya ha pasado una semana,si,solo una semana,realmente se me a hecho eterno. Ni si quiera ha aparecido por el psicólogo... Me estoy empezando a preocupar,la verdad.
Esta semana ha sido una gran mierda,estoy sola en el instituto,oigo risas que son provocadas por mi,y no es porque cuente algún chiste,o porque se rían conmigo,no.
Es que se ríen de mi. No porque haga algo mal,o alguna tontería, si no por la simple tontería de que vivimos en una sociedad en la que las personas disfrutan viendo a la gente sufrir,se lo pasan bien viendo como estas solo y triste mientras no tienes a nadie,y eso,me da pena. Que haya gente así por el mundo,me da pena. Y que yo sea una de las víctimas,me da aún mas pena,porque sé que no puedo hacer nada para remediarlo, no puedo,no tengo voluntad,ni ganas de seguir luchando sola,así que haré como si no escuchase nada. De casa a clase,de clase a casa.
**
Esta tarde tengo psicólogo.
No tengo ganas de ir y menos si sé que Sam no estará ahí para poder hablar con el y no estar tan nerviosa antes de entrar.
Estoy preocupada,a lo mejor le ha pasado algo y por eso no contesta mis llamadas...
-Abbie,¿estas lista? Hoy te llevaré a comer por algún sitio del centro y luego te llevare al psicólogo ya que mamá esta de viaje.
-Me dijo evan amable.
-Mm.. No me apetece mucho.. -le dije con tono triste.
-Venga Abbie. Hace una semana que no sales de casa tan solo para ir de casa a clase y de clase a casa.. No veo que comas mucho tampoco.. Por favor,pon de tu parte y vamos a comer algo por ahí los dos juntos, venga,dejo que te prepares y en 15 minutos salimos ¿vale?
