El corazón latiendo con fuerza

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Me sentí hipnotizada desde el primer instante que lo vi de lejos, parecía estar a una  gran distancia y en cuestión de segundos llego a la orilla, justo donde me encontraba.
Estaba frente a mi, escurriendo agua salada en su piel color marfil, las diminutas gotas que perleaban  su cuerpo adquirían un tono anaranjada porque estaba por terminar  la puesta de sol.
Tan pronto cuando nuestras miradas se enlazaron, el ritmo cardiaco aumento en mi pecho, de tal manera que podía escucharlo como un zumbido. Sus ojos grises me miraron de una manera escrutadora e intrigante, como si fuera algo fuera de este mundo.
Oía el segundero del reloj de pulsera que llevaba puesto, parecían minutos los segundos que transcurrían. Mire hacia un lado, evitando ver su desnudez por más tiempo.Parecía un modelo salido de un anuncio de una revista o de alguna pasarela de Milán, tenia tatuajes en su torso izquierdo, pecho y muñecas. su complexión atlética era asombrosa, músculos tonificados y de estatura alta. A decir verdad cualquier estatura era alta para mi, debido a mis 1.55.
Pensé que estaba bajo los efectos de alguna droga o alcohol, recientemente había leído sobre las consecuencias de las sustancias nocivas, una de ellas la desinhibición. Parecía no afectarle que lo miraran, o tal vez seria que era una playa nudista y no lo sabia. No podía hacer conjeturas mentales coherentes y apropiadas.
Escuche el segundero tintinear y a las tres vueltas a partir de cuando baje la mirada, todo con su mano mi cara y la subió. Su temperatura era alta, lo contrario a la mía.
Me asuste cuando se acerco, ya que podría dañarme y no había gente al rededor,a quien pedir ayuda .A pesar de ser un lugar turístico, solo estábamos los dos, comencé a retroceder cuidado la proximidad. Debía cuidarme, mi hijo me esperaba en la habitación del Hotel Melanie.
Estábamos de vacaciones en florida disfrutando la naturaleza, siendo que estaríamos dos meses y los aprovechariamos al máximo. Era el tercer día y desafortunademente Antony tenía un resfriado por el cambio del clima.
Había salido a la tienda más cercana para comprar un paracetamol y termómetro, ya que en el hotel aun no llegaba el doctor de turno de la noche.
Antes de ganar el viaje, mi pequeño hijo y yo aprendimos algunas oraciones en inglés, a nadar y costos de productos.el premio del viaje lo había ganado cuando publicaron un articulo educativo de mi autoria. Me había inscrito la directora del plantel donde laboraba en México, Puebla.
Hace medio año nos proporcionaron una convocatoria con las bases para redactar un articulo, mis colegas no mostraron ningún tipo de interés debido a la carga administrativa.Siendo francos tampoco estaba emocionada, pero me anote para que enviaran mis base de datos para mi registro. Solo lei bases, pero no el reverso donde establecía la premiación.
En una semana redacte el artículo, a pesar que no sabía en qué enfocarme;problemas educativos, contexto heterogéneo, interacción de la comunidad escolar. Solo empecé a redactar sobre el comportamiento social y colaborativo de los estudiantes en ambientes de aprendizaje. Al terminar de teclear la computadora eran las cinco de la mañana, 20 páginas con fotografías de la población estudiantil que atendía. Decidi no perder el tiempo y enviarlo al correo de la directora junto con mi documentación escaneada.
Me sorprendí escuchar mi nombre en una reunión. Notificándome frente a colegas que había ganado el primer lugar a nivel nacional.
No tardó mucho aparecer una notificación en la pantalla de mi celular un correo felicitandome e informando que había ganado un viaje todo pagado a Florida en el periodo vacacional para dos personas.
Obviamente mi hijo y yo iríamos.
Ambos vivimos en un apartamento a 20 minutos del centro de trabajo donde laboro.
Su padre y yo, nos habíamos separado al culminar la carrera, iniciando nuestra relación en primer semestre y al tercer año me embaraze. Fue difícil pero con el apoyo de mi madre, terminé mis estudios universitarios. El se desentendio y no lo oblique a ser responsable debido a mi ideología y orgullo. Lo único que tenía de él era su apellido y la forma de sus ojos. Todos decían que era idéntico a mi, con facciones masculinas. Tan solo con 8 años siente que su deber es protegerme y actuar como adulto. A mediados de junio nos trasladamos al aeropuerto, con dos maletas y una de mano.
Era la primera vez que viajabamos en avión. Había nervios, puesto que 8 hrs y media tardariamos en arribar. Me preocupaba porque recordé la ocasión que nos subimos a un juego mecánico "el dragoncito " y comenzó a gritar que quería bajar.
Afortunadamente se quedó dormido y no hubo turbulencias.

Un sentimiento confusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora