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Pronto sería la coronación, ningún guardia sabía cómo proteger a YoonGi ya que el último tiempo había recibido más amenazas de muerte que en toda su vida porque al parecer a ninguna de las familias de alta alcurnia no les parecía que un rey joven tomará tan pronto el mando de su reino, decían que lo más seguro era que no estaba a la altura del puesto, que el rey estaba en la obligación de escoger a otra persona adepta al cargo.

El rey actual no contaba con más hijos, el único fue YoonGi y salió alfa perfecto para tomar su cargo cuando se presentará aún así el rey espero con paciencia que su hijo cumpliera la mayoría de edad para que el reino no se viera vulnerable.

El reino nunca fue débil y todos a sus alrededores sabían eso pero la arrogancia que caracterizaba a los Min era mayor a cualquier otra cosa que se le impusiera.

Era muy difícil que YoonGi vivo entregará su reino, por el que lucho desde que nació ya que era de conocimiento público que el hijo heredero a la corona fue participe de muchos intentos de homicidios del cual de todos salió victorioso, el último era el que literalmente marco al futuro rey ya que por siempre llevaría con él aquella marca.

TaeHyung sabía que debía comportarse como un omega, desde el primer minuto que piso el reino lo sabía pero estaba ahí. Luchando y entrenando a escondidas de todos los ojos peligrosos que pudieran verlo, que pudieran decirle al rey y que este como castigo lo mandara a colgar a la plaza pública.

Con los días el omega perdió el miedo con el que llegó, perder la vida era ya una cosa del pasado porque ya no le importaba nada, perdió el miedo el día que vio los ojos de aquel guardia alfa cuando paso por su lado, miedo era lo que destilaba y aquello enalteció esa ansia de poder que sentía que corría por sus venas.

A parte el campo era lejano, podría estar en paz por unos minutos más mientras en el reino se discutía quien sería el guardia real.

— Matarlo es un beneficio para todo el reino, que no te tiemble la mano.— Escucho aquella voz a la que intento tanto tiempo enorgullecer.— Quiero recuperar algo que me pertenece.—

— ¿Su hijo? — La voz áspera y dura de su padre resonó en su cabeza.

— Ese omega pude pudrirse en este lugar, quiero la corona, quiero el reino para mí.— Sentenció el viejo Kim.

Y aunque el omega quiso llorar, matar a su padre ahí mismo no lo hizo.

Se prometió algo peor, sería parte de lo que él quería destronar porque ese sería su peor castigo; que su hijo omega al cual siempre vio por sobre el hombro y culpo por ser omega decretará su sentencia, haría que su padre se arrodillara pidiendo clemencia, perdón y con gusto el filo de su espada cortaría su cabeza pero para eso debía comenzar a ganarse la confianza de aquel futuro rey.

(...)

YoonGi dormía plácidamente en el césped del palacio, estaba agotado de todo. El último tiempo apenas y pudo dormir porque todos los días mandaban a personas nuevas a acabar con él.

Necesitaba ese descanso mientras su padre velaba por su seguridad, confiaba en que los impenetrables muros del reino fueran suficientes para protegerlos esta vez.

Se vio interrumpido por un fuerte estruendo en el lado izquierdo de su cabeza, al abrir los ojos se tomó con una espada encrustada en el suelo, paso saliva nervioso.

Cuando se incorporó vio aquello que pensó jamás vería, un omega peleando contra un alfa cuerpo a cuerpo.

TaeHyung tenía sangre en la mitad izquierda de su rostro sin contar que su ropa y su cabello eran un asco.

— ¡Te voy a lastimar, Kim! — Grito el hombre.

YoonGi aún sin poder reaccionar supuso que conocía al omega por su parentesco con la familia Kim.

— Si vas a matar alguien hoy, es a mi.— Dijo TaeHyung agitado.— A mi rey no te lo permitiré.—

Aquello hizo que YoonGi reaccionará de golpe ¿Su rey? ¿Cuando lo reconoció como su rey?

El atacante se acercó con rapidez a YoonGi al verlo desorientado aún pero TaeHyung se interpuso en el momento precioso, la espada corto parte de su cuello pero aquello no lo detuvo.

Con una patada logro que el alfa soltará la espada y antes de que pudiera volver a tomarla TaeHyung ya se la había enterrado en el centro del pecho, la saco y cortó la manga derecha de su túnica, reconoció aquel estúpido tatuaje.

Él también lo tenía, lo hizo en modo de lealtad a su padre ahora se arrepentía con su vida de haber hecho aquello por un hombre tan malagradecido como lo era su padre.

El alfa se acercó a TaeHyung levantando su mentón, el omega gimió con algo de dolor.

— Te llevaré a qué te curen.— TaeHyung negó con la cabeza aún agitado y algo asustado.

Nunca antes había peleado con tanta desventaja, nunca antes se había atrevido a desobedecer una orden de su padre, nunca antes se había interpuesto ante los intentos de homicidios hacia Min pero ahora el mismo lo había defendido, lo había protegido y proclamado que su vida valía menos que la de YoonGi.

— Mátame.— Susurro en un pequeño sollozo el omega, le tendió la espada a YoonGi.

— No, sabes que no...—

TaeHyung se dejó caer en sus rodillas bajando la cabeza lo suficiente para ver si nuca, YoonGi trago saliva al ver como le estaban entregando una espada para que le cortará la cabeza a alguien.

— Mátame antes de que se enteré y lo haga él.— Pidió TaeHyung.— Será más honorable morir en tus manos que sus manos.—

YoonGi se puso de cunclillas ante TaeHyung, levantó su mentón con fuerza innecesaria.

— Desde hoy estás bajo mi protección, el que intente algo contra ti será castigado con la muerte y tú me vas a proteger a mi con tu vida.— Sentenció Min.

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El Regalo Del Rey.  (YoonTae) EMISIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora