Es el Destino (Kanojo Okarishimasu)

Capítulo 1

Varias semanas después de su muerte, comencé a sospechar que la abuela tenía un novio secreto. Pasaba por la tumba los sábados, y la mayoría de las veces ya había flores frescas allí. He sido una novia de alquiler el tiempo suficiente para saber que las únicas personas que ponen flores en la tumba de alguien cada semana son familiares o personas que son como familiares, amantes, entonces, u otras personas con ese tipo de relación intensa. Habría sabido si a la abuela le quedara algún familiar cercano. A menos que tuviera un hijo perdido hace mucho tiempo del que nunca había hablado, lo más probable era que fuera un novio secreto, pero admito que no podía estar seguro.

Así que diseñé un plan para atraparlo. Había un Denny's al otro lado de la calle del cementerio. Desde la ventana del segundo piso, se podía ver claramente la tumba de la abuela. Todo lo que tenía que hacer era sentarme y esperar. El Denny's estaba a una cuadra de una floristería, la misma floristería en la que el novio secreto compraba flores todas las semanas (no lo culpé por eso; yo también fui). No había forma de que lo extrañaría siempre que llegara lo suficientemente temprano, así que un sábado pasé por el cementerio alrededor del mediodía. Le presenté mis respetos a la abuela, al abuelo y a la mamá, y traje mi computadora portátil a los Denny's para poder hacer algunos deberes mientras esperaba que apareciera el Sr. Misterioso. Solo para asegurarme de que no me molestaría, me puse mi disfraz escolar con trenzas, lentes y horquilla. Lo último que necesitaba era que algunos aspirantes a chads me distrajeran de la vigilancia. Con todas estas medidas en su lugar, estaba seguro de que atraparía al Sr. Misterioso en el acto.

Estaba menos seguro de qué hacer cuando lo atrapé. Quizás fue una tontería hacer una trampa como un espía para identificar a este hombre, pero si la abuela hubiera estado cerca de alguien que no conocía, querría saberlo, de alguna manera, y tal vez eso me ayudaría. comprender cómo era su vida antes de morir. Ciertamente, si resultaba ser un hombre mayor, probablemente lo dejaría en paz. Si resultaba ser alguien mucho más joven, podría tener que darle una parte de mi mente.

Pero todo eso era discutible si el tipo no aparecía, así que todo lo que podía hacer era mirar y esperar. El Denny's era un poco inusual, construido como un restaurante junto al mar con estacionamiento las 24 horas y dos pisos, con ventanas en el segundo piso que daban al cementerio. Si eso no hubiera sido exactamente lo que necesitaba, habría encontrado todo espantoso. Como era un sábado por la tarde, no había mucha gente, y al personal no parecía importarle que pasara el rato allí durante tanto tiempo. Me aseguré de comprar una bebida cada hora y pedí un plato de sopa alrededor de las 3:30 ya que tenía un poco de hambre pero no quería comer demasiado.

Sólo tengo a mitad de camino a través de la sopa cuando él apareció, y una vez que lo vi subiendo las escaleras con flores en la mano, yo sabía que tenía que ir. Dejé caer una pila de billetes para cubrir las horas que había estado allí y me apresuré a salir. No era un novio secreto. Era alguien a quien conocía.

Estaba más preocupado de que se escapara mientras yo todavía me dirigía hacia allí. Tuve que retroceder unos cincuenta metros en el sentido contrario de la carretera para encontrar un paso de peatones, y la maldita luz pareció pensar que estaría bien dejar pasar los autos por uno o dos minutos más porque, después de todo, yo era solo una persona, entonces, ¿qué tan importante podría ser? Justo cuando estaba pensando en tratar de correr alrededor de algunos autos a alta velocidad, la señal finalmente me dejó pasar, y corrí por la acera, solo reduciendo la velocidad a una caminata rápida cuando entré al cementerio.

Afortunadamente para mí, todavía estaba frente a la tumba. Ya había dejado sus flores, pero todavía estaba allí, diciendo algo al monumento. Entonces me sentí mal por entrometerme con él, así que me quedé atrás de un árbol grande hasta que terminó. Todavía podía dejarlo ir, pensé, y tal vez ahorrarnos un poco de vergüenza a los dos, pero al final lo correcto era confesar que lo había atrapado allí, así que decidí que lo mejor sería terminar de una vez.