𝘓𝘪𝘯𝘥𝘰 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢 // 𝘔𝘢𝘳𝘬 𝘹 𝘑𝘶𝘯𝘨𝘬𝘰𝘰𝘬

Prólogo

Primer encuentro.

Jungkook y Mark se conocieron en primaria, pero no terminó bien.

🐰🐯

Mark estaba sentado en un banquito fuera de su aula, moviendo sus pies mientras tarareaba una canción que había oído por ahí.

- ¡Makku! ¡Makku Hyung! - un pequeño niño moreno y con una resplandeciente sonrisa llegó a su lado, dando saltitos y chillidos.

- Hae~ ¿que tienes? -

- ¿me acompañas a comprar una paleta? No quiero ir solito. -

- oh... Está bien, vamos Hyuckie. -

Ambos pequeños se tomaron de las manitas para ir juntos, comenzando a caminar hacia la pequeña tiendita de su institución.

En el mismo lugar.

- Hyung... Eso es muy aburrido, ¿no podemos hacer otra cosa? -

Jungkook suspiro aburrido, él realmente no quería jugar fútbol ese día, se sentía muy cansado.

- Vamos Kookie~, solo un poco, ¿sí? -

TaeHyung tomó la manito de Jungkook, zarandeándolo como berrinche.

- Hyung... Hará que mi brazo se caiga. -

- Eso es imposible... -

Kook suspiro, mirando a su alrededor con aburrimiento. En ese momento que observaba a dirección a la cooperativa, miró a dos lindos niños caminar con alegría.

Pero, su mirada se centró en uno en especial. El niño de cabello rubio y risita escandalosa.

No pude evitar pensar que era muy lindo.

- ¿Me estás escuchando Jeon Jungkook?. -

TaeHyung lo sacó de su ensoñación pasando su mano frente a los ojos contrarios.

- Ah... No... ¿Qué decías? -

Algo avergonzado, lo miró de nuevo.

- que sí podíamos ir a comer al aula, ya me dio hambre. -

- oh~ ¡claro! Vamos. -

Y no crean que acepto solo porque también quería comer ese pedazo de tarta que su padre le hizo, no, no, tenía la esperanza de toparse a ese lindo niño.

Con HaeChan y Mark.

- Gracias Hyung, ahora volvamos. -

- está bien. -

Ambos se volvieron a tomar de las manitas para luego caminar hacia el pasillo de las aulas.

- oiga Hyung... ¿Y sí irá a mi casa hoy? -

- por supuesto Hyuckie, quiero jugar un poco hoy con uno de mis primos favoritos. -

HaeChan sonrió con alegría inmensa, dando leves saltitos feliz.

- eso es genial, ya quiero que vaya. -

- yo también quiero ir ya. -

Entre pequeñas risitas y conversaciones, se encaminaron a su aula para ir por su almuerzo.

Aún absortos en su conversación, chocaron con otros pequeños cuerpos, pero aun así más grandes que ellos.

- perdón, no veíamos por dónde pasábamos. -

Habló Mark con pena mientras sus regordetas mejillas tornaron un suave color rojizo de la vergüenza.

- descuiden pequeños, no pasó nada. -