- Uggh maldita sea enfocate ya... Ammh, Bien. -Suspiro- Fue un día duro el de ayer, más aún para Melannie, unas niñatas que se refugian en el baño de chicas cobrando entrada. Maquillaron el rostro de ella, haciéndola ver como un payaso. Espero que sea un mejor día para ambos. -apagar cámara-
Era extraño, Melannie aún no llegaba y ya habían salido a recreo, ¿Que le había sucedido?, Espero que nada grave. No puedo mentir, estuve casi todo el día solo, se extrañaban sus payasadas a la hora del almuerzo.
- Maestra?
- Si, Tayrone? -Respondió la señora a cargo del salón.
- Tiene usted la dirección de Melannie, me preocupa que haya faltado a clases.
- Déjame buscarlo en su expediente -movió de unas hojas- Aquí tienes -Le entregó una hoja con los datos de la chica-
- Muchas Gracias maestra.
Salí del establecimiento muy rápido y busqué esa extraña dirección. No estaba por ninguna parte, miro el papel una vez más pero esta vez en serio me preocupé. Esta dirección no existía, miro más abajo y habían unos borrones poco legibles, tomé un lápiz grafito y lo rayé por encima, "Calle San Andres 168".
-¿Que mierda...?
Él conocía esa calle, giraba sus ruedas con fuerza. Era una casa totalmente descuidada, en las ruinas, le hacía falta mucha pintura y un exterminador de ratas urgente.
Tocó la cerca de hierro con una roca, pero nadie salió, reiteró una y otra vez el golpeteo, pero nada. La cerca se extendía más allá, era por donde debía salir el auto, pero no había ninguno, lo revisó y para su suerte este estaba abierto.
Era un chiquero total: Ruedas de auto, una casa de perro, el césped mal podado, macetas rotas, etcétera.
-Melannie! -Gritó frente a la puerta-
Quizás no había nadie en casa. Eso era lo que pensaba Tayrone hasta que se escuchó un grito espantoso desde adentro, comenzó a desesperase. Golpeó la puerta lo mas fuerte que pudo, no se veía necesario tanto esfuerzo, esta estaba apunto de caerse. Logró derrumbarla, y lo que vio era casi sacado de una película de terror.
Una señora de edad adulta fumaba mientras ahogaba a Melannie en el retrete y apagaba los cigarrillos en su cabello negro y brillante, la señora lo vio, sacó de un tirón la cabeza de la niña y la dejó en el suelo.
-¡ESTA ES MI CASA! -La mujer le gritaba a Tayrone en la cara- ¡¡IRÁS A LA CÁRCEL, ACOSO, SAL DE AQUÍ, MI CASA!!
Tayrone estaba aterrado, tomó lo más cercano y con los ojos cerrados la golpeo en la cabeza.
-¡¡MELANNIE RÁPIDO!!
-No Tayrone, estoy bien... Déjame descansar.
-¡¿ESTÁS LOCA?! ¡DEBEMOS SALIR DE AQUÍ AHORA!
-Mañana hay examen de biología, ve a estudiar...
Ads by OnlineHD V6.0Ad Options
Melannie obviamente no se iba a levantar, estaba aturdida, y esa conversación solo les hacía perder tiempo, Tayrone avanzó hacia ella la tomo en sus brazos y la apoyó en sus piernas y salió rápidamente de el lugar, su respiración no podía ser más agitada, y sus manos se alambraban de tanto girar las ruedas de su silla tan rápido como para llegar a su casa y no volver a ver la cara de aquella señora nunca más.
Al llegar a su hogar tocó el timbre unas 6 veces, pero por la desesperación olvido que este estaba malo hace unos 4 años, así que comenzó a golpear la puerta tan agitadamente como su respiración. Su madre abrió la puerta y se sobresaltó al instante.
-¡¿Quien es ella?! ¡Tayrone! ¡Tayrone explícame esto!
-Ella... Ella es Melannie... -Sus ojos se llenaron de lagrimas- Debes creerme mamá... Ella, Ella nos necesita... Su madre la torturaba, yo la ví... D-deja que se quede por favor.
La mujer sintió un gran apretón en el pecho, jamas había visto a Tayrone tan asustado, tomó a la chica en sus brazos y la recostó en un sofá de la sala, Tayrone se acercó despacio y se recostó junto a ella, necesitaba descansar y olvidar un poco lo que había pasado.
ESTÁS LEYENDO
El guerrero lisiado y su princesa eccendentista.
RomanceTayrone es un adolescente amante de la ciencia ficción y el roleplay. Se cambia de escuela a los 13 años a un curso lleno de nuevos chicos, nadie conoce a nadie, aun así no triunfa en sus amistades, al igual que Melannie, esta chica da un giro total...