Octubre 24 2021
Recuerdo tener 6 años cuando comenzaron a sonar las sirenas por todas partes, los gritos de las personas se podían escuchar a la par con ellas, mi madre me sostiene de la mano arrastrándome entre la multitud, no sabia que mas hacer que simplemente mirar alrededor.
Podía ver el terror en sus rostros, algunos otros niños como yo deambulaban sobre las calles, y algunos carros se estrellaban con otros con el afán de escapar.
Mi madre miraba a todos lados gritando el nombre de mi padre, pero ni siquiera yo podía escuchar su nombre, mientras corríamos a uno de los tantos submarinos que habían en la ciudad, tuvimos la fortuna de poder ser de los pocos quienes pudimos entrar, la ultima mirada que pude ver fue la esperanza que abandonaba a todas las personas que están detrás nuestros, y unos instantes después el ruido se detuvo, las sirenas ya no sonaban más, y los gritos de las personas se alejaban, y sus gritos ahora habían sido cambiados por disparos y algunas explosiones.
Al entrar, nos acomodaron donde pudieron, estábamos donde el capitán del submarino estaba dando sus órdenes, se podía ver casi todo, la cubierta parecía estar echa de vidrio, y fue cuando comenzó todo.
Una ola que venia de los cerros se acercaba, cubriendo los grandes edificios que se podían alcanzar a ver, desaparecida al instante que pasaba esa enorme ola, y cuando por fin llego a nosotros, el capitán grito "prepárense para el impacto", y un crujido se escucho por todo el submarino, muchos gritaron y otros guardaron la calma, la luz que alumbraba el lugar desapareció de repente, el capitán gritaba las ordenes a todos los presentes a su mando, reinicien los sistemas, quiero esa luz restaurada en este instante, chequen los daños estructurales, fueron algunas de sus órdenes, a pesar de que no había luz y por lo tanto no podíamos movernos como quisiéramos, podía verse tenuemente que el submarino podía moverse, lo sabía porque pasábamos o golpeábamos algunos edificios o algunas casas mientras nos arrastraba la corriente.
Pasaron las horas, pero aún no regresaba la luz, y muchos de los presentes comenzaron a desesperarse. Algunos oficiales dispararon a esas personas, diciendo que no aceptarían tal comportamiento en esa situación, los cuerpos tendidos en el piso eran arrojados a una habitación y solo se podía escuchar como eran arrojados los cuerpos a fuera del lugar.
Pasaron dos días hasta que por fin pudieron restablecer la energía, y pudieron encender la luz del lugar, todos estaban alegres por ello, pero el capitán aun tenia una cara pálida, como si estuviese enfermo. Pidiendo a su tripulación que encendieran las luces para ver donde estaban ubicados.
Al encender las luces, quedamos atónitos todos los presentes, incluso yo, la ciudad en ruinas y bajo a tantos metros bajo el agua, tanto que ni siquiera la luz del sol era capas de llegar a donde estábamos nosotros, un rugido se escucho cerca de donde estábamos, uno de los oficiales gritaba que avían muchas cosas alrededor, que no sabia si el radar estaba descompuesto o que es lo que era esas lecturas. Apuntando los reflectores a donde se ubicaban dichos objetos pudimos ver criaturas gigantes, del tamaño de algunos edificios mas pequeños de la ciudad, fácilmente rompían las estructuras de los edificios y solo caminaban sin percatarse, algunos buscaban algo dentro de los edificios y si mirabas bien eran las personas que no pudieron escapar, las devoraban sin más. Todos los presentes quedamos atónitos ante esa situación.
Un golpe a la nave se sintió de repente mientras todos contemplamos ese escenario que no parecía que fuese real, una de las criaturas trataba de tomarnos con sus pinzas, inmediatamente comenzaron a moverse a gran velocidad, dando la mayor separación de esas criaturas de nosotros. Después de alejarnos varios metros, lanzaron un torpedo, con la esperanza que la criatura muriera con ello, pero al impacto no le hizo nada, como si fuera una sola molestia la mejor arma que tenían en el submarino, todos los soldados, comandantes y el capitán, miraron con terror al suelo, rogando a dios que los ayudara.
Después de un par de horas, los soldados comenzaron a repartir unas pastillas a todos los tripulantes, algunos inmediatamente las tomaron, decían que no te aria sentir dolor, y que era la mejor forma de terminar esta pesadilla para quienes no quisieran vivirla, mi madre me miro y me quito la pastilla que tenia en la mano, y me dijo que todo estaría bien, que las cosas mejorarían.
Al día siguiente, pude ver que arrastraban a varias personas a la misma habitación que aquel hombre a quien habían asesinado, cerré mis ojos, y tratando de encontrar consuelo en los brazos de mi madre, ella no estaba, sentí un estruendo en el pecho, y mis fuerzas comenzaron a abandonar mi cuerpo, mire nuevamente entre las personas que arrojaban y estaba allí, entre la pila de cuerpos, con la misma mirada con la que me dijo esas ultimas palabras, trate de correr pero no podía, y cuando por fin pude recuperar algunas fuerzas, uno de los generales me sostuvo, "detente chico, no vallas, no lo hagas más difícil", mientras comenzaba a gritar que se detuvieran con todas las fuerzas que tenía, no podía hacer nada mas que mirar como cerraban esa puerta, y apretaban un botón liberando así a todos esos cuerpos al mar.
Fue la primera ves que llore desde que todo había comenzado.
***
Noviembre 26 2036
E tenido el mismo sueño desde aquel día, la mirada de mi madre no puedo sacarla de mi mente, y temo que pierda la cordura algún día por todo esto.
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El Gran Submarino.
Science FictionNadie pudo prever tal desdicha. Una calamidad frente a los ojos de cualquier individuo, te arrastra a las profundidades, y revela el verdadero ser de las personas, y aquellos sin esperanza desisten y caen ante el mismo abismo, tan solo para ser part...