8 - La Espada Maldita (3ra parte)

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Kirito aprieta con fuerza la espada celeste y esta se vuelve roja, pero esta vez los ojos se vuelven dorados y se levanta empuñando la espada en dirección a la parte en la venían los demas monstruos y recoge la espada rosada que estaba clavada en la espalda de un monstruo que había mutilado hace rato y sujeta una en cada mano.

-Kirito: (piensa) está vez, yo te controlaré a ti.

Kirito pronuncia en su mente un hechizo y la espada rosa que el tenía es intercambiada por su espada negra que tenía Lizbeth, pisa con fuerza en el suelo y se impulsa a gran velocidad usando un hechizo de viento rosando el suelo a unos milímetros.

-Todos: ¡Kirito!

Los monstruos aparecen delante de Kirito, en ese momento Kirito empuña aún más fuerte la espada celeste con más fuerte haciendo que nuevamente active "la maldición".

En el momento justo en el que etaba por golpear al monstruo más cercano siente como el tiempo alrededor se vuelve extremadamente lento, tanto así que todo parece estar quieto, incluso el mismo, no se pudo mover.

Todos los monstruos desaparecen al instante, la cueva empieza a volverse cada vez más amplia y toma un tono rojo sangre. Sin darse cuenta todo se había vuelvo un abismo infinito de rojo y el aún está en la misma postura.

-Kirito: otra vez..

Derepente el tiempo "avanza" y el abandona su postura "congelada" tambaleando unos pasos hacia adelante, luego vuelve a tomar una posición recta y mira hacia atrás, no había nadie, ni Liz, ni Eugeo, ni Alice.

-Kirito: supongo que estás aquí.

Un niño de aproximadamente 8 años  y aparece vestido con un elegante traje blanco muy manchado con sangre se materializa sentado en el suelo a unos metros delante de él.

-Niño: (ríe) creí que no volverías a usarla, pero aquí estás denuevo.
-Kirito: acepto.
-Niño: ¿he?
-Kirito: el trato, lo acepto.
-Niño: ¿estás seguro? (Se para)
-Kirito: totalmente.
-Niño: debes estar desesperado por usar este poder.
-Kirito: lo estoy, lo necesito para salvar a los demás.
-Niño: eres el primero que siente el poder y tiene la osadía de reclamarlo.
-Kirito: no es osadía, es desesperación.
-Niño: (sonríe) ¿recuerdas el costo?
-Kirito: Como olvidarlo
-Niño: (sonríe) bien, acabas de aceptarlo, recuerda que ya no puedes renunciar a el.
-Kirito: lo sé.. ya lo dijiste la otra vez.

El niño se acerca a Kirito con una mirada maliciosa mientras que su piel y su ropa se vuelve rojo por completo.

-Niño: arrodillate y levanta la mirada.
-Kirito: (lo hace) ¿que sigue?
-Niño: no te advertí de esto pero sentirás mucho dolor.

Desde el pecho del niño salen 4 puntas muy largas, delgadas y rojas que atraviesan a Kirito dos en los hombros y los otros dos a sus piernas.

Kirito grita de dolor mientras se retuerce en el mismo lugar, apenas puede moverse, se siente estático.

-Niño: no exageres, aun falta lo mejor.

Kirito continua gritando y el niño hace salir de su espalda dos tentáculos con un grosor de una moneda.

-Kirito: ¡¿Que haras ahora?!
-Niño: no sera agradable.

Con esos tentáculos el niño atraviesa los ojos de Kirito y los deja ahi, Kirito se sacude enmedio del dolor con intención de quitárselos pero no puede hacer nada.

-Niño: (ríe) ya estoy terminando.

El niño deja de estar rojo y se pone cada vez más pálido. Los tentáculos y puntas atravesadas en Kirito se iluminan de rojo como si estuvieran transfiriendo sangre o energía.

Herrando un Corazón (Kirito x Lizbeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora