¡Respira Megan! Vamos nena, recuerda que como ser humano que eres que debes respirar ¡Respira! Te estás poniendo morada.
Me repetía en mi mente que debía respirar sentía mis pulmones doler por la ausencia de aire, pero estaba hechizada por aquella voz tan armoniosa llena de paz y tranquilidad que provenía de alguna parte del mar; ¿Seria una Sirena? Va!! Esas cosas no existen y era una voz varonil acompañada por el sonido de una guitarra no podía ser una sirena.
Pero de donde rayos provenía esa hermosa y misteriosa voz.
ESTÁS LEYENDO
Ni aunque la muerte nos separe
FantasíaMegan conoce a un Sebastian en su viaje como cocinera voluntaria en la isla "Iliana" . El es un músico que cautiva su corazón con su voz y sus cansiones, y se enamora perdidamente de él. Tian (como Megan lo llama) por su parte queda impactado por la...