Prólogo

41 1 0
                                    

¡Respira Megan! Vamos nena, recuerda que como ser humano que eres que debes respirar ¡Respira! Te estás poniendo morada.

Me repetía en mi mente que debía respirar sentía mis pulmones doler por la ausencia de aire, pero estaba hechizada por aquella voz tan armoniosa llena de paz y tranquilidad que provenía de alguna parte del mar; ¿Seria una Sirena? Va!! Esas cosas no existen y era una voz varonil acompañada por el sonido de una guitarra no podía ser una sirena.

Pero de donde rayos provenía esa hermosa y misteriosa voz.

Ni aunque la muerte nos separeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora