Joel Pimentel

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Oficina.

Cuando eres el jefe de alguna organización o empresa eres el que más responsabilidades tiene, todo lo que hay cae en ti.

Joel solto un suspiro mientras se echaba en el sillón, no tenía ganas para nada, ni siquiera salir a comer.

El tomo la lapicera en sus manos y comenzó a mirar los contratos en su escritorio, los leía atentamente ignorando su entorno. Entonces sus ojos se fijaron en algo.

___________ Vélez.

El nombre de la persona con la cual debería firmar un contrato era una ex amante suya, Joel cerro los ojos mientras pensaba en ella.

«¿Qué habia pasado de ella? ¿Cómo es que hasta hace un año apenas tenía para comer y ahora ya está manejando una empresa?».

El moreno tomo su celular en manos y le marco a su secretaria, necesitaba hablar con ella urgentemente.

Los minutos pasaron y la secretaria aún no llegaba a la oficina, hasta que la puerta se abrió.

—¿Me mandó llamar?—Pregunta Betty, la secretaria.

—¿Quién trajo estos papeles aquí? ¿Por que no me han dicho que debería firmar un contrato con ella?—La secretaria lo mira con confusión.

—¿De quién habla señor?—Pregunta ella.

—La señorita Smith—Musito Joel, Betty se rasco la nuca y luego hablo.

—Usted me pidió que buscará a alguien que tenga un buen estatus social y—

—¿Buen estatus social? ¿De quien hablamos? ¿Obama?—Suspira. —Mañana quiero hablar con ella en persona, puedes retirarte—Betty con un suspiro escapa de la oficina de Joel, el estaba por ponerse como una fiera.

(•••)

Al día siguiente Joel miraba su escritorio mientras tenía los pensamientos en otro lugar.

La puerta se abrió y un par de tacones resonaron por toda oficina, Joel examino por completo aquella figura femenina mientras se imaginaba como sus labios recorrían sus definidas curvas.

La castaña iba vestida con un vestido rojo con escote de corazón, el vestido se ajustaba a su cuerpo y se podía ver sus pechos bien definidos, pero lo que a Joel más le gustaba de ella era que no necesitaba usar maquillaje para verse bonita.

—¿Que necesitas, Joel?—pregunta con una voz seductora mientras cierra la puerta.

—Queria hablar contigo, queria saber si era verdad que has pasado de la nada a todo—dice, ella suelta una risita.

—Pues que te digo—se acerca a uno de los sillones y se sienta frente a él, colocando sus codos sobre la mesa, Joel no puede evitar mirar el escote de ella.

—¿Sigues siendo la misma chica sumisa que complacería todo lo que yo le pidiera?—pregunta Joel mirando los preciosos pechos de la castaña.

—Solo por ser tú, ya nadie tiene el lujo de dominar mi cama—responde ella, Joel sonríe. —¿Y tú? ¿Sigues siendo en mismo hombre dominate que me follaba bien duro?—pregunta.

—Deberias averiguarlo por ti misma—sonrie con malicia.

Ella se levanta de el pequeño sillón y se acerca a el, se inclina para rozar sus labios con los de Joel, para luego unirlos en un beso apasionado, sus bocas disfrutan la compañía de aquellos labios tan anhelados.

Joel toma del culo a su compañera y la sienta en sus piernas, ella coloca sus piernas a cada lado del cuerpo de su opuesto, se mueve sobre el despertando al miembro casi erecto de el.

SUMISA ||CNCO|| OS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora