El Lobo De Mis Sueños

※Cap 14※

P. O. V Alec
Bajamos del avión dejando ver una isla repleta de pequeñas casas a lo largo del mar como si de un pequeño paraíso se tratase, las casas eran altas y prácticamente todas podían albergar grandes familias de 8 o 9 personas, la ciudad o más bien isla era como un pequeño pueblo antiguo de los cascos antiguos de España por lo que se me hizo muy bonita ya que siempre soñe con visitar España. Las calles eran estrechas con grandes adoquines por acera o incluso calles de piedras, también había carreteras solo que eran estrechas y poco concurridas, las casas estaban a los lados de las carreteras y calles y todas tenían maderas bonitas pintadas de llamativos colores así como verdes amarillos o incluso lilas. También había muchas zonas naturales como pequeños huertos y parques donde se veía a niños jugar. Tras un rato de caminata llegamos a una especie de hotel situado en una de las playas eran como que las típicas casitas de el Caribe lo único que en vez de ser de maderas marrones o blancas eran de colores así que nos adentramos a una pequeña casa que parecía la casa principal, al entrar había una bonita estancia de colores tropicales y llamativos, había un gran mostrador con una señora muy mayor sentada tras el, al vernos llegar la señora salió de detrás y saludo a todos como si fuesen amigos de toda la vida por lo que recordé que era una isla familiar así que lo más sseguo conocían a todo o casi todo el mundo

Alec, te presentó a mi bisabuela Savannah, bisabuelita el es mi mate Alec -dijo ayudando a sentarse a la señora la cual al escuchar la palabra Mate se me quedo mirando-

Buenas señora -dije tomando su mano con delicadeza para apretar la con cuidado en un apretón de manos-

Señorita para usted joven -dijo otra voz a mis espaldas en lo que rápidamente divise a Liha la cual al parecer había llegado antes que nosotros ya que no se encontraba en el avion-

Buenas a ti también,-dije rodando los ojos- señoritas Nakamura si me disculpan tengo algo que tratar con mi hermoso mate -dije apartando me al sentir a Kailer hacer me señas para que fuera hacia donde se encontraba el conversando con Cameron-

Cameron y Samuel compartirán la cabaña amarilla al lado de las rocas y a nosotros nos ha tocado la de color azul un poco más alejada a la suya -dijo señalando las respectivas cabañas, pero aún así se veía nervioso-

Que ocurre _dije sonriendo mientras daba un beso en su mejilla-

Es solo que ando un poco nervioso, ya que cada pareja de esta familia tiene un espíritu que se aparece cuñao entran por primera vez a la cabaña, y estoy nervioso ya que dicen que estos mismos son amistosos o malvados depende de como se venga, por ejemplo el de Cameron y Samu era una señora que intentó sacarlos a patadas cada vez que tenían sexo - dijo riendo por aquel bonito recuerdo cosa que consiguió que me contagiada yo también de aquella bonita risa, tan genuina que me dejó enbobado como si acabase de ver la casa más hermosa del planeta-

Bueno quieres ir ya y nos quitamos los nervios de conocer al espíritu -dije tomando su mano para calmar su nerviosismo y el torbellino de emociones, que era tan fuerte que incluso yo lo sentía a través del vínculo-

Si por Dios vayamos ya -dijo cogiendo el mango de su maleta, le seguí hasta un pequeño puerto y desde allí en un barco de motor nos llevaron hasta la casa, ya que a pesar de tener un camino para andar este había quedado roto tras una tormenta y aún estaban reparando lo

Al entrar lo hicimos desde una puerta trasera y nada más hacerlo sentí un horrible frío recorrer mis entrañas, y como si de una película de terror se tratara las cortinas de toda la Sala se abrieron dejando ver a un pequeño niño en medio de la Sala. El niño a penas aparentaba tener 10 años , estaba sentado así que no podría definir su estatura sin embargo tenía el pelo color café y los ojos de un miel puro como si del mismo sol se tratase. El niño estaba rodeado de un montón de libros y de diferentes peces y animales marinos que se encontraban flotando en burbujas de agua y aire.

Buenos días, soy el cuarto espíritu y ustedes son la pareja que me ha tocado proteger,podéis decirme Natio, ya que es mi nombre de espíritu -dije acercándose a nosotros, haciendo a su vez que los peces y los libros desapareciesen- soy el espíritu de la sabiduría del mar de esta isla. Solamente aparecer si me necesitan en momentos clave así que me marchó -dijo sacando unas burbujas de su cuerpo que llegaron la habitación y estas al desaparecer ya no había nadie-

Wow, nuestro espíritu es poderoso, ya que si dice ser el cuarto esta el 22 en el ránquin -dijo Kailer buscando a tientas un pequeño interruptor-

Al encenderse la habitación se lleno de luz, las paredes sin embargo no eran amarillas sino del color oscuro de la madera, había una cama matrimonial en el centro de la estancia, era grande y las sabanas eran de un color suave a su vez encima de esta había una caja de bombones de si tintos chocolates. también tenía un comedor que era lo más pequeño de la estancia pero sin embargo bonito, enfrente del comedor solo separado por dos pilares había una cocina de colores marrones claros que resaltaban con el cuarto. También divise una pequeña terraza en la que había 2 hamacas y una mesa con una sombrilla, también había unas escaleras que bajaban al mar.

Que bonita -dije rodeando a Kailer de la cintura-

Lo se, después de todo todos los años vengo -dijo acercándose lentamente haciendo que nuestras frentes se pagaran, seguimos acercándonos hasta que nuestros labios hicieron presión y los juntamos en un pequeña juguetes entre nuestras lenguas que apenas duro unos segundos-

Bueno, te apetece cenar algo -dije viendo que ya eran casi las nueve-

Si, pero antes vuelve me a besar si -dijo juntando me a el para luego repetir la misma acción lentamente - lo siento pero es que tus labios son adictivos -dijo sonriendo, yo le tome de la cintura y tras eso le subí a encima de la encimera, y ahí una nueva pelea entre nuestras lenguas comenzo-

Y ahora a preparar la cena -dije bajando le de la encimera pare que comenzaramos a sacar ingredientes y a cocinar-
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S̮i̮e̮n̮t̮o̮ q̮u̮e̮ ḫa̮c̮i̮a̮ s̮i̮g̮l̮o̮s̮ q̮u̮e̮ n̮o̮ e̮s̮c̮r̮i̮b̮ía̮ p̮e̮r̮o̮ b̮u̮e̮n̮o̮, y̮a̮ ḫe̮ v̮u̮e̮l̮t̮o̮ y̮ c̮o̮n̮ g̮a̮n̮a̮s̮ d̮e̮ m̮e̮j̮o̮r̮a̮r̮ l̮a̮ e̮s̮c̮r̮i̮t̮u̮r̮a̮  m̮i̮ n̮a̮r̮r̮a̮c̮i̮ón̮ y̮ d̮e̮m̮ás̮. C̮ḪA̮U̮ M̮ I̮S̮ P̮A̮R̮A̮N̮O̮R̮M̮ A̮L̮E̮S̮ F̮A̮V̮O̮R̮I̮T̮O̮S̮ ❤