0. "olor"

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"Quizás si no hubiera ocurrido lo que sucedió entre nosotros, hace unos cuantos años... ni siquiera nos encontraríamos de esta forma. ¿No lo crees?" Kim acomodaba sobre su elegante escritorio oscuro y espacioso los papeles que hace tan solo unos minutos su secretario le había acercado. La presencia de su antiguo amante y ahora cliente, resultaba para él hasta inclusive angustiante por lo que, el evitar tratarlo de una forma hostil y distante le había resultado imposible debido a la forma en la que su vínculo había culminado hace tan solo unos meses.

Los motivos por los cuales ambos se encontraban en una situación incómoda, era debido a que, por condiciones de papeles y contratos, era el deber de Kim el atender sus necesidades y saciar su preocupación como buenamente podía. Sin embargo, eso no borraba de su historial ciertas cosas. Ciertos recuerdos que prefería mantener por el momento, sellados.

Aunque tuviese que hacer lo imposible para lograr ese fin.

"Sí, supongo... Mhm" respondió con cierta timidez Jeon, mientras aferraba el cuello de su camisa con fuerza, en un intento de evitar que aquella sensación de asfixia continuase propagandose.

Sus alargados dedos pálidos extendidos sobre su regazo, aferrados entre sí; demostrantes de su estado de ánimo. De que tan bajo ha caído.

Si tan solo pudiera...

Kim contuvo sus ansias de contacto al sentir su preocupación; los recuerdos de algo que hace muchos meses había sucedido y que no volvería a ocurrir, porque tan solo había sido un error. Porque era así. ¿Para qué mentir?

¿Para qué?

"Me facilitaron todo lo necesario para... " carraspeó el alfa en un intento de mitigar sus nervios. Sus manos hecha puños debido a la frustración que la situación le causaba. No le encontraba sentido; nunca le había encontrado, de hecho. El poder que aquel alfa tenía sobre él; ese poder que hace tan solo unos meses había creído que se debía a una cosa...

Pero no. Era imposible. Aquello no era correcto, no estaba bien.

El alfa Jeon buscó su mirada. ¿Y cómo no hacerlo? La urgencia de su lobo por sentir aunque sea un poco de la atención de ese alfa que le había marcado de por vida, de alguna u otra forma. Él necesitaba tener aunque sea... un poco.

Por favor.

Habían pasado meses. No podría seguir aguantando; el tenerle lo suficientemente cerca y no poder hacer nada.

Y justo cuando creyó que sus deseos se harían realidad; cuando confió que aquel anhelo sería calmado como siempre cuando de aquel alfa se trataba.

No fue así.

El alfa había decidido ignorarle; pasar por alto su llamado.

Y como dolía.

"Pronto mi secretario le hará llegar actualizaciones sobre su caso, señor Jeon" dijo el alfa con amabilidad y repentina frialdad, mientras se dirigía hacía la puerta de su oficina con elegancia genuina; digna de una persona fina. De él." Tal vez esté acostumbrado a que la gente atienda todos sus caprichos, pero ya no está en su territorio, Jeon" dijo Taehyung con las pupilas dilatadas. "Ésta es mi casa. Está bajo mi protección y actitudes como estas..." hizo silencio al permitirse observarle.

Esa voz baja, profunda y amenazante, y ese fuerte aroma le estaban haciendo algo extraño. Apenas podía respirar.

Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, Jeon inclinó la cabeza hacia un lado. Descubriendo su garganta.

Kim se quedó muy quieto.

Jeon se sonrojó, mortificado y confundido por su propio comportamiento. Los alfas no desnudaron sus gargantas, o al menos las desnudaron muy raramente como una señal de respeto, generalmente hacia los alfas mayores con los que estaban relacionados. No tenía ninguna maldita razón para desnudarle la garganta a su ex amante.

Y ahora representante y protector. Joder...

Pero antes de que pudiera retractarse de la oferta, Kim levantó la mano y presionó su pulgar contra la glándula de olor en el cuello de Jeon.

Jungkook inhaló temblorosamente y le permitió marcarlo. Era la forma más inocente, no invasiva de marcas de olor, pero era todavía una marca de olor.

Podía sentir el olor a ozono persistiendo en su piel, muy débil pero ahí.

Después de un rato, la ira desapareció del olor de Kim. Dejó caer su mano y, por unos momentos, se miraron el uno al otro.

Jeon se obligó a seguir sosteniendo su mirada, a pesar de que la necesidad de dejarla era casi irresistible. Su cuerpo se sintió apagado, sus rodillas débiles.

Pese a eso, la pronta ausencia de recuerdos y de esa confianza a la que por tanto tiempo se había acostumbrado, junto a la invitación de su retiro, provocó en Jeon una sensación que le sería muy difícil terminar de digerir.

알파Alfa amanerado. [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora