6. "instinto"

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El calor se extiende por todo su cuerpo. Siente como si su sangre hirviera; sus venas palpitantando sin consuelo, quitándole el aliento que a duras penas logró conseguir.

Aferrado a sus sabanas con fuerza. Su largo cabello humedo debido al sudor cayéndole a los lados de su rostro. Su pecho agitado, sus nudillos blancos por la presión.

Todo en él... no estaba bien.

El que se encontrase en el territorio de Taehyung y a kilómetros de su omega completamente solo y en aquellas condiciones, no podía hacer más que inquietarle.

No era culpa de Jimin. Ni de él. De hecho, faltaba días para que su celo tuviese que comenzar. Y sin embargo...

Se encontraba allí. Duro. En llamas. Jadeante. Buscando consuelo; anhelando el tacto como nunca antes.

Su lobo gruñó en protesta, volviéndose loco, desesperado.

No... anhelaba el tacto de una sola persona. Lo sabía. Su lobo quería que lo aceptase. Prácticamente le obligaba a hacerlo.

El que esa persona se encontrase tan cerca de él luego de tanto tiempo, le enloquecida de una manera que parecía insana.

Podía olerle, incluso desde la habitación en la que se encontraba, a pesar de que estratégicamente le había alejado lo más posible de él.

Lo había notado, no era tonto.

Desde aquel día no le había dirigido ni tan solo una mísera palabra. Le había ignorado, siquiera eso. Ni siquiera había mostrado su presencia ante él.

Hasta ahora.

Debería de haberse ido a su hogar. Al hogar que compartía con su omega al otro lado de todo, sin embargo no pudo. No podía irse.

Aún habían asuntos que resolver, como por ejemplo, el evitar el contacto con Min.

El hombre no había dejado de acosarle. Actuaba completamente extraño, fuera de sí. Nunca antes había sido de esa forma con él. Parecía que se había obsesionado con su cuerpo.

Hacía todo lo posible para acercarsele, inclusive había irrumpido su casa. Todos los lugares posibles a los que habría podido acudir.

Su lobo estaba cazandole.

Parecía que desea su muerte... que muera en sus manos.

¿Qué tan insano era todo? ¿Cuándo siquiera se había vuelto todo tan enfermizo?

Le había dicho a Taehyung que necesitaba irse; estar en su territorio, al que ahora parecía ser tierra de nadie. Claramente no se lo había permitido.

Deberia de estar cerca de su omega. Pero sabía que aquello no solucionaría nada, ni siquiera su presencia. La calidez de su omega no saciaria la sed de su lobo.

La sed de un alfa. Una pura, hambrienta. No... más que eso.

Él se lo había pedido, hace tan solo unos minutos, cuando sabía que algo malo había en su cuerpo. Cuando había comprendido que aquellos síntomas se debían a ello. Le había prácticamente obligado a Taehyung que se quedara.

Se había vuelto más agresivo, su lobo se encontraba increíblemente dominante. Y no sabía porque.

No era común en él, el ser de esa forma, mas bien era todo lo contrario.

Era por ello que cuando Taehyung se encontró con su mirada, pudo apreciar en él cierta inquietud. Lo notó cuando frunció el ceño y ladeó la cabeza incoscientemente.

Jungkook paseaba por su estudio y Taehyung seguía sus movimientos con cautela. Ya había una agresión en el lenguaje corporal de Jeon, su olor más denso y agudo, provocaban que el lobo de Kim se descontrolase.

알파Alfa amanerado. [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora