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Narrador:

Millie estaba consumida de nervios, miraba de reojo el reloj, y este marca a las 18:45 solo falta 15 minutos para que Sadie pase por ella.

Los minutos pasaban y la castaña no dejaba de mover su pie en un movimiento rápido. Cada vez más tenía nervios

El timbre sonó, Millie soltó un suspiro, y se paró rápidamente del sillón de su sala. Camino hasta la puerta en pasos lentos. Y cuando vio a Sadie se quedó con la boca abierta

Era realmente hermosa, era como un ángel caído del cielo.

—Se te cae la baba, preciosa—hablo la pelirroja con una sonrisa burlona.

—...¿No-nos vamos?—tartamudeo

—Claro, hermosa.—Sadie entrelazó sus dedos con el de la castaña.

Sadie guió a Millie hasta su auto, y ambas subieron en este. La ojiazul arrancó y empezó a conducir.

Había un silencio para nada incómodo, pero se notaba la tensión.

—Linda, ¿qué quieres hacer primero?, ¿Ir a comer algo?, ¿Ir al parque de diversiones?—Sadie rompió el silencio y eso Millie agradeció internamente.

—Primero vamos al parque de diversiones no quiero vomitar mi comida—Amabas rieron por la ocurrencia de la ojimarron.

—Como usted ordene, hermosa—Halago la pelirroja. Millie se sonrojó

—Todavía no puedo creer que una acosadora esté saliendo conmigo.—Se burlo, Millie.

—No te estaba acosando, solo estaba charlando contigo—Excusó Sadie

Ajá.

- ¡PARQUE DE DIVERSIONES! ¡AHÍ VAMOS!—Grito la pelirroja

                             (...)

Al llegar al parque de diversiones una sonrisa se asomó en el rostro de ambas chicas

Salieron casi saltando de sus asientos, pero Sadie salió primero y corrió dando media vuelta al auto hasta llegar a la puerta de Millie

abrió la puerta de Millie y esta sonrió en agradecimiento.

Entraron al parque de diversiones y un señor vestido de payaso vino a darle las bienvenidas, esto asustó mucho a Millie quien tomó delicadamente la mano de la ojiazul e hizo que esta se sonrojara

Luego de que el payaso se fuera, ambas todavía tenían sus manos entrelazadas.
Millie se dio cuenta pero no hizo caso

—Oye—llamo a la castaña—¿Vamos ahí?—Señaló un juego, el típico juego de disparar botellitas.

—Vamos—Millie asintió, fue corriendo de la mano con Sadie hacia el juego

—¡Como están chicas!—Hablo un alegre señor, que atendía el juego—¿Quien será la primera en jugar?

—¡Yo!—se ofreció la pelirroja

Sadie se posicionó para empezar a jugar.
Agarro el arma y apunto a las botellitas, siempre tiraba sin ningún problema.

—¡Excelente!—exclamo el señor con alegría, viendo cómo Sadie tiraba todas las botellitas.

Una vez que gano el juego, la pelirroja ganó un peluche de un perrito.

ᴍᴇɴꜱᴀᴊᴇꜱ;ꜱɪʟʟɪᴇ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora