ᴍᴇɴꜱᴀᴊᴇꜱ;ꜱɪʟʟɪᴇ

Epílogo

Narrador:

Sadie y Millie se encontraban camino al aeropuerto para ir a su luna de miel en Hawái, ambas se sentían nerviosas ya que por primera vez viajarían completamente solas.

Al llegar al aeropuerto Millie sintió una cálida mano acariciándole su hermoso cabello castaño, al instante reconoció que es su amada.. Sadie Sink.

—¿Estas preparada para la mejor semana de tu vida?—pregunta la pelirroja

—Claro que si—la castaña deja un cálido beso en los labios de Sadie

—Pasajeros del vuelo 18 con destino a Hawái, prepárense para el abordaje—habla una señora por el parlante

Millie y Sadie se miraron con nerviosismo, tomaron aire y caminaron hasta el lugar de revisión

Después de hacer todo el papeleo finalmente llegaron al avión, con destino a la semana que jamás iban a olvidar..

Después de un rotundo silencio (para nada incómodo) Sadie decide hablar.

—Hey, al llegar nos darán un tur por todo el lugar donde nos quedaremos—
dijo con media sonrisa

Millie la miró con dulzura, y tomó la mano de Sadie

—Gracias bebe, pero por ahora voy a dormir—Sadie la miró con picardía

—Si, prefiero que guardes energías para para la noche.—Millie le dio un leve golpe en el hombro a la pelirroja

—Te odio—dijo con una sonrisa burlona

—Calla, me amas—dijo Sadie mientras Millie se acomodaba en el hombro de la nombrada anterior, para dormir

*En un abrir y cerrar de ojos, ambas entraron en un sueño profundo*

De pronto Sadie sintió un golpe en la cabeza y eso hizo que despertará. Al abrir los ojos se encontró con una chica de cabello negro tratando de sacar su maleta.

—Lo siento mucho—dijo la pelinegra en forma de arrepentimiento

—No hay problema—responde Sadie en un bostezo

Sadie al darse cuenta de que ya todos estaban bajando del avión, decidió despertar a Millie esparciendo besos por toda su cara.

—Despierta princesita, ya llegamos.—dice Sadie cuando sintió que Millie estaba despertando

—¿Ya llegamos?—pregunta Millie en un bostezo

—Si, dormilona—habla parándose de su asiento para buscar las maletas

Al bajar del avión sintieron el calor pegándole en sus rostros y ambas sonrieron mirándose a los ojos..

—Es hermoso—dice la castaña mirando a la hermosa playa que estaba en frente de sus ojos

—Igual que tú—dice la pelirroja, dejando un cálido beso en los labios—Bueno, ¿vamos?—dice tomado la mano de Millie

Ambas chicas entraron al hotel y buscaron su habitación, para dejar sus maletas.. Al entrar en el cuarto, ambas chicas quedaron sorprendidas, ya que contaba con una amplia cama matrimonial, un televisor, y un teléfono para llamar a recepción, todo era muy simple, pero elegante a la vez..