"Soledad"

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"No pudo decir más. Se deshizo, bruscamente en sollozos. La noche había caído. Abandoné las herramientas y con ganas me burlaba, en aquel momento, de mi martillo, de mi perno, de la sed y de la muerte. ¡En una estrella, en un planeta, en el mío, en la Tierra, había un pequeño príncipe que necesitaba ser consolado! Lo tomé entre mis brazos y mientras lo acunaba, le decía: "La flor que amas no está en peligro... Dibujaré un bozal para tu oveja. Te dibujaré una armadura para la flor... Yo...". Yo no sabía qué más podía decirle. Me sentía tan torpe, tan incapaz. No sabía cómo llegar hasta él, dónde reencontrarlo... ¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!" (Cap. VII, Pág 48.)




La voz de Jaemin inundaba la habitación. Mientras se encontraba en cama leyendo, Donghyuck pintaba algo desconocido para los ojos del menor.

El moreno había irrumpido en su soledad, asentándose en ella para sacar una libreta de Sketch y oír la vieja historia del Principito.

El castaño se detuvo, cerrando el libro en seco.

—¿Qué pasa?—Pregunta Haechan, antes de subir la mirada y encontrar una expresión apagada en su rostro.

—Me da mucha lástima ese párrafo...—Dice con su labio inferior ligeramente abultado.— Al mismo tiempo me molesta un poco.

Haechan le mostró una sonrisa, a punto de reírse.

—Es como si me leyera un niño...—Se burló casi en un murmullo y Jaemin le lanzó una mirada de indignación, a lo que el chico soltó la carcajada.— Lo siento, es que me parece gracioso... Y también algo tierno. Un poco, porque ya arruinaste la ternura con ese ceño fruncido todo feo.—Señala su frente.

—Sabes que el Principito no se quedará solo... Y aún así actúas como si fuera la primera vez que lo leyeras.—Añade el moreno, volviendo a su pintura.

—Cuando un libro es bueno... Podrás leerlo 20 veces, seguirás riéndote de la misma línea, y seguirás enamorándote del mismo personaje una y otra vez.—Argumenta Jae, cruzandose de brazos.

—¿Intentas decirme que esta es la cuarta vez que te enamoras del Principito o..?—Pregunta con burla el mayor, para observar de reojo como el chico se sonroja e intenta decir algo, pero al no poder le lanza el libro que termina golpeando su cabeza.— ¡Auch!

Hyuck lo recogió dejándolo nuevamente sobre la cama, entre risitas.

—Corrijo. No eres extraño, eres imbécil.—Dice con irritación, desviándole la mirada.

Haechan volvió a sonreír a pesar del dolor en su cabeza. Jaemin era la mezcla entre un pequeño niño y un adolescente, que podía captar tu atención, por el comportamiento tan peculiar que poseía.

Llevaban cuatro horas dentro de la habitación del hospital, y el mismo que lo recibió con hostilidad, ahora se tomaba el atrevimiento de lanzarle un libro a la cabeza.

Se pudo oír cómo afuera comenzaba a llover.

—¿Qué me miras?, ¿Tengo cara de payaso ahora?

—¿No te sientes solo aquí?—Cuestionó el peliazul, dejando de lado la libreta.

—No sé de qué hablas. La soledad no es algo malo. Tampoco me quejo de ella.—Contestó el menor.— En algún punto aprendes a usarla para ti mismo.

—Tampoco es una herramienta sana del todo, ¿Cuándo fue la última vez que deseaste salir al  cine? —Aunque fuera incómodo o raro, para Haechan era pura curiosidad que no cesaría hasta que le respondiera.

—...—Jaemin se lo pensó muy bien... Principalmente porqué no recordaba desde cuándo se había vuelto tan asocial.

—No lo sabes, ¿Verdad? Vaya...—Respondió sorprendido el moreno.— Es una pena.

"Street Art"/ NaHyuck.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora