CARTAS A JONG IN.

事故でした。 epístola cuarta.

¡Buenos días, amor! ¿Cómo te sientes?

Ah.. Golpe de realidad matutino, excúsame.

Tengo que ser honesto, extraño despertar a tu lado y verte a los ojos. Son los más azules que he contemplado. Más azules que los de Moshi, mi Husky. ¡Díos! amaba a ese perro. Desearía que papá no hubiese sido tan bastardo. Según él terminó con su agonía aquél invierno. Quizá sea una de las razones por las que me da nostalgia esta estación.

Tu madre no se encuentra bien. Ha pasado una semana y mi corazón está con ella. Sé lo que es perder a la persona que más amas en el mundo. Coleccionar llamadas telefónicas sin devolver. Acumular textos no leídos. Por eso recurrí a escribir entre hojas y tinta. ¿Verdad que fue algo inteligente? Las postales son románticas, ya nadie las escribe. A nadie le importan. No como a mi.

Casi lo olvido. Me encontré con tu chico hoy, ¿Lucas, verdad? Es mucho más alto, más guapo, más carismático en persona.

Lo noté muy nervioso. Fue mal educado de su parte no regresar el saludo, resultó amargo para mi. Me observó con terror apesar de insistir una y otra vez que no lo lastimaría. ¡Solo quería conversar! Jong In, la preocupación no es piadosa. Necesitaba su ayuda, de lo contrario.. es posible que no te encuentren.

Me temo que la situación se salió un poco de control. Tal vez lo golpeé sin medir fuerza. Perdió el equilibrio y cayó por las escaleras traseras del edificio, creo que murió instantáneamente o se quedó sin sangre con el transcurso de las horas, brotaba de su cabeza y se extendía sobre el asfalto, humedeciéndo todo.

Saqué mi fiel cuchillo para cortarle un mechón limpio de cabello. Lo guardé para ti. Pensé que querrías algo para recordarlo. Es lo menos que puedo hacer.

¡De todos modos, fue un accidente!

Maldita sea.

Resulta cada vez más arduo entregarte estas misivas, parece que las personas en tu vida, incluyendo a la señora JungSoo, sabotean gustosas su entrega.

Lo intentaré nuevamente mañana.

Y el día siguiente, y el siguiente y el siguiente.