Linda Birtish literalmente se entregó. Linda era una excelente profesora convencida de que si tuviera tiempo se dedicaría a él arte y la poesía. Sin embargo, a los veintiocho años empezó a sufrir fuertes dolores de cabeza. Los médicos descubrieron que tenía un enorme tumor cerebral. Le dijeron que sus probabilidades de sobrevivir a una operación eran de un 2%. Por lo tanto, en lugar de operarla enseguida, optaron por esperar seis meses.
Ella sabía que poseía un gran talento artístico. Por eso, durante esos seis meses escribió y dibujó febrilmente. Todas sus poesías, excepto una fueron publicadas en revistas. Toda su producción pictórica, excepto una obra fue expuesta y vendida en algunas de las galerías más importantes y al cabo de seis meses la operaron. La noche anterior a la operación, decidió literalmente entregarse ante la posibilidad de morir, escribió un "Testamento" en el que donaba todas las partes de su cuerpo a quienes las necesitaran más que ella.
Por desgracia, la operación de Linda fue fatal. Posteriormente sus ojos fueron a un banco de ojos en Bethesda, Maryland, y de allí a un receptor en Carolina del sur. Un joven de veintiocho años pasó de la oscuridad a la visión. Ese muchacho estaba tan conmovido que escribió al banco de ojos para agradecer su existencia. ¡Fue tan sólo el segundo agradecimiento que recibía el banco después de haber donado más de treinta mil ojos!.
Además, dijo que quería dar las gracias a los padres de la donante. Debían de ser sin duda gente fantástica, si su hija había entregado sus ojos. Le dieron el nombre de la familia Birtish y el decidió tomar un avión para ir a verlos a StatenIsland. Llegó sin anunciarse y tocó el timbre. Después de escucharlo, la señora Birtish lo abrazó. Le dijo: " Joven, si no tiene adonde ir, a mi marido y a mí nos gustaría que pasará el fin de semana con nosotros ".
Se quedó, y mientras miraba la habitación de Linda vio que leía a Platón. El había leído Platón en braille. Leía a Hegel. El había leído Hegel en braille.A la mañana siguiente, la señora Birtish lo miró y dijo: " Estoy segura de haberlo visto antes, pero no se donde". De pronto recordó, subió las escaleras corriendo y sacó el último cuadro que había dibujado Linda. Era un retrato de su hombre ideal.
La imagen era virtualmente idéntica a la del muchacho que había recibido los ojos de Linda.
Entonces, la madre de Linda leyó la última poesía que Linda había escrito en su lecho de muerte. Decía así:
Dos corazones que pasan en la noche y se enamoran sin poder volver a verse nunca más.
......
Fin.
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El sacrificio máximo
NouvellesEsta es la mágica historia de Linda Birtish. la historia no es mía sólo me pareció muy linda y por eso la estoy subiendo y además sólo cuenta de un capítulo.