Reto de escritura: Noviembre

Latidos del corazón [acción]

–Recordaba que eras mejor en combate cuerpo a cuerpo –Mia se burla de mí cuando me ve tambalear por su gancho derecho. Siempre fue muy buena en el boxeo.
Recupero el equilibrio y le lanzo puñetazos que la mayoría esquiva fácilmente y regresa con más fuerza. Vuelve a lanzar su gancho derecho pero retengo todo su brazo, tomándolo desde el hombro y la muñeca inmovilizándolo, sin soltarlo la obligo a agacharse y puedo golpearla en el estómago con mi rodilla. Mia se queja de dolor y arremete contra mis costillas, tiene demasiada fuerza y logra que la suelte.
Retrocedemos un poco, ambas recuperando la respiración. Sé que es más fuerte que yo pero si la derribo tal vez pueda vencerla. Emito un gruñido y me voy sobre ella. Vuelve a lanzar puñetazos como esperaba, consigo eludirlos y por un segundo se va de lado, la golpeo en las costillas de su lado izquierdo con el codo y grita, sé que le di a su punto débil porque yo se las rompí.
–Parece que tampoco recuerdas todas mis victorias contra ti –sentí el sabor metálico de la sangre en mi boca.
Se tambalea y veo mi oportunidad, se gira para golpearme de nuevo pero le doy un puñetazo desde abajo en el mentón. Echa la cabeza hacia atrás, tomo impulso y le propino una patada en la mejilla que finalmente la hace caer de frente. Yo siempre fui muy buena en gimnasia.
Inevitablemente suelto un suspiro de alivio. Comienzo a acercarme sacando las esposas del bolso del pantalón para finalmente poder llevarla a la estación. Mia rápidamente se voltea y consigue patearme firmemente en el abdomen, sacándome el aire de los pulmones y caigo sobre mis rodillas tosiendo.
–Querías jugar a las patadas, ¿no, Zara? –se levanta y se aproxima hasta mí donde me quejo de dolor tratando de recuperar el aliento–. Incluso me das lástima.
Me empuja de nuevo con su pie, derribándome por completo.
–Te sigues creyendo mejor que yo, eres una idiota –respiro pesadamente, es extraño que aún no me haya noqueado como siempre lo hacía en el pasado–. Levántate.
Con cierta sorpresa la analizo, realmente está loca. Mi respiración se regulariza pero me duele el cuerpo y me siento cansada. No la voy a poder vencer. A menos que...
Me levanto, sus ojos me ven con furia y cierta ¿emoción? Quiere pelear, no quiere huir, lo que quiere es pelear hasta dejarme inconsciente.
Mia espera mi ataque, la pateo por su lado derecho y alcanza a cubrirse, como esperaba se descuida del izquierdo y la pateo de nuevo justo en las costillas. Grita de dolor y se dobla, la golpeo con la rodilla en el estómago hasta que deja de tratar de evitarlos.
–La idiota eres tú, tienes desventaja con esa costilla –le digo al oído–. Debiste noquearme y huir mientras podías.
La sujeto del cuello, Mia trata sin éxito de soltarse de mi agarre. La levanto y la acerco a la orilla del puente donde no hay barandal, el ruido del agua helada correr se hace más fuerte.
–Ahora, dime por qué nos traicionaste o te tiro al agua –le exijo.
Puedo sentir su pulso bajo mi mano alrededor de su cuello, su mejilla sangra y aflojo un poco mi agarre para que hable.
–Jugaste sucio, Zara –dice en un susurro, suelta mis manos y sujeta mis codos.
Reacciono demasiado tarde, Mia se arroja intencionalmente al vacío y me arrastra con ella. Durante la caída de 5 metros la suelto. Lo siguiente que siento es el agua helada por todo el cuerpo.
–¡Mia! –la busco en cuanto salgo a la superficie y la veo en la orilla, se detiene para mirarme un segundo y corre.
Trato de ir detrás de ella pero solo logro salir a la orilla. Comienzo a temblar y el agua escurre por mi cuerpo, escucho los fuertes y rápidos latidos de mi propio corazón.
–Maldición, Mia, ¿era muy necesario que las dos cayéramos al agua?

Les quiero confesar que NUNCA había escrito una escena de acción o algo de acción JAJAJA tuve que aventarme algunas películas y repetir una y otra vez las escenas de acción y aquí el resultado✨