Desde que tiene memoria siempre recibió rechazo.
Si no era por el color de su pelo era por la palidez de su piel o la coloración tan inusual de sus iris.
También era el constante blanco de burlas, principalmente por una marca de tonalidad oscura y forma indefinida que lo había acompañado desde que tenía uso de razón. Todos los que convivían con él en aquel orfanato y habían visto su marca afirmaban que era tanto el odio que sus padres le habían tenido que para evidenciar el desagrado que sentían hacia él lo habían marcado como la bestia que era.
Porque esa era la presunción de todo el que contemplaba su apariencia, que no era humano, que se trataba de una bestia o demonio disfrazado.
Con esa creencia grabada en su alma creció tratando de sobrevivir al constante rechazo y maltrato.
Por la forma en la que había vivido no le sorprendió que la institución lo usara como moneda de cambio cuando se encontró apretada económicamente.
Debido a las constantes y abultadas deudas que su "hogar" había acumulado, se vio en la necesidad de pedir apoyo financiero.
Para su desgracia quien estuvo dispuesto a otorgárselo fue una compañía farmacéutica que incluyó como una parte del trato que le proporcionara a alguien como sujeto de pruebas.
El director no se negó, todo lo contrario, hasta se podría decir que lo complació la clausula pues la opción obvia para eso era el peliplata.
-nadie va a extrañarte, mucho menos buscarte...- fue la justificación y despedida que le había dado el director antes de que lo encerraran en el trasporte que lo sacaría de ese lugar.
Aunque era cierto que Atsushi ya no tenía un lugar al cual regresar eso no significaba que deseara seguir siendo un conejillo de indias (pues aunque de forma amateur, por decirlo de algún modo, el director gustaba de experimentar con mezcla de químicos aunque en esas oportunidades solo era un donante de sangre)
Por eso y considerando que el laboratorio que se convertiría en su próxima residencia se encontraba en la ciudad vecina, decidió buscar la forma de escapar.
La oportunidad se le presento cuando los que lo acompañaban decidieron tomar un descanso en un parador. Como él no había opuesto resistencia en ningún momento, los dos sujetos que lo transportaban le habían permitido que tuviese libertad de movimiento.
Sabía que no tendría mucho tiempo así que mientras ambos dormían reviso el vehículo encontrando algunos sedantes, seguramente estaban preparados para reducirlo sin hacerle daño. Con cuidado manipulo las drogas y le las aplico.
Espero algunos minutos para comprobar si habían hecho efecto.
Una vez seguro de que estaban fuera de combate procedió a buscar con que restringir sus movimientos dando con una camisa de fuerza y un par de esposas.
Tomo todo lo que podía serle de ayuda para alejarse. Luego cerro el vehículo y arrojo la llave tan lejos como le fue posible.
Avanzo por la carretera a paso apresurado. Cuando noto que empezaba a oscurecer comenzó a correr tanto como sus piernas se lo permitían.
Para cuando el sol nuevamente ya se encontraba en lo alto logro ingresar a la ciudad más cercana, pero eso no le daba tranquilidad, aun podían localizarlo así que busco la manera de salir de allí.
En poco tiempo llego a una estación de buses y tomo el primero que partiera en ese momento. No sabía a dónde estaba yendo pero tampoco importaba.
Un día completo viajando le dio un margen para respirar más tranquilo.
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Encuentros
Fanfictionno importa como ni cuando sus caminos siempre se terminan cruzando Los personajes no me pertenecen pero la historia a salido completita de mi cabeza