Capítulo I

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Hoy era el día en el que por fin podré conocer a mi loba y tal vez también pueda encontrar a mi mate, espero que sea una persona responsable, honesto, guapo y sobre todo sexy. Tal vez eso suena algo tonto, con que me ame es suficiente.

Hoy cumplo 17 años y si, soy una mujer loba, me llamo Alexandra Allen pero mi familia me dice Lexie, tengo un hermano mayor que tiene 28 años y se llama Mattwen, él tampoco ha encontrado a su mate.

Me levanto para alistarme este grandioso día, estoy súper emociona, desde pequeña he soñando con este día y como sería mi loba, entro al baño y pongo música de Dove Cameron, me duchó y voy al clóset para ponerme un jeans azul con una camisa de manga larga gris con un corazón en el centro de color negro y unas Vans negros.

Bajo las escaleras para ir al comedor, ahí ya se encuentra mi padre con mi hermano.

-- Buenos días -- saludo al entrar al comedor.

-- Buenos días -- responde mi padre y mi hermano a la vez.

-- Felicidades cariño -- entra mi madre al comedor con unos waffles, mis favoritos.

-- Ya eres un año más vieja, felicidades -- dice mi hermano Matt.

-- Gracias madre y a ti Matt ¿Que haría sin ti? -- dije con sarcasmo.

-- Ya pues deja el sarcasmo que quiero comer mi desayuno en paz -- me responde a lo que yo ruedo los ojos, él solo piensa en comida, es un barril sin fondo. Me siento a un lado de Matt y mi madre enfrente a mi, con papá.

-- Bueno linda, hoy será tu presentación en la noche, yo llegaré algo tarde tengo que atender unos asuntos con el alpha -- mi padre es un guerrero del alpha y es el mejor de todos -- he hecho que el alpha venga el día de hoy, para tu presentación.

-- Gracias papá, pero no era necesario su presencia

-- Claro que es necesario que venga -- dice mi madre, con claro entusiasmo.

-- Si hermanita, nunca hemos visto al alpha José puede que él sea tu mate -- me dice Matt con un guiño.

-- ¡ No claro que no! -- reacionado de inmediato mi padre, que nos hace sacar una pequeña risa de parte de mi hermano y de mi, aunque a mí le hace ilusión que eso pase.

-- Bueno ya -- intenta calmarlo mi madre -- amor tienes que irte, por que si quieres llegar temprano a casa para la presentación de Lexie, y tú Matt tiene que ir al entrenamiento, así que, apúrate.

-- Si señora -- responde mi hermano poniendo su mano en la frente y luego al enfrente como un militar.

-- Ya deja tus bromas Mattwen  y vete al entrenamiento.

Mi hermano sale de la casa con una sonrisa y mi padre le sigue.

-- Bueno cariño, tenemos que irte a buscar un lindo vestido -- dice mi madre llamado mi atención.

-- Madre no es necesario.

No me gusta ir de compras con ella.

-- Claro que es lo es, ahí estará el alpha José tienes que verte hermosa y puede que con un poco de suerte seas su mate. Eso sería fantástico.

-- ¡Ay no! Claro que no, sería una pesadilla, no ves que un mujeriego de primera, yo no quiero eso para mi futuro.

-- ¿Y que tiene eso de malo? Tal vez sea tu su mate, si es así, solo sería tuyo y el pasado ya no importará.

-- Si claro, y tenés diez hijos -- digo con sarcasmo.

--- Eso sería magnífico cariño.

-- ¡No claro que no! -- le respondo mientras me levanto de la silla y me dirijo a mi cuarto.

El alpha José o más bien, nuestro alpha José tienes 59 años, todavía no ha encontrado a su mate pero se acuesta con cualquiera chica, es una la de la razones por la que mi padres nos mantiene alejados de él además no sale de su mansión, solo sale para cosas importantes y por eso dudo que venga hoy. Aunque también, esas "cosas importantes" incluyen salir a buscar chicas para llevarlas a la cama.

***

Ya era de noche, estaba en mi habitación alistándome para mí gran noche, me puse un vestido azul brillante que compró mi madre me llega cuatros centímetros arriba de la rodilla con escote de corazón y sin tirantes algo que no me gustaba también tiene una flor a un lado de color gris brillante, no me gustaba, llama mucho la atención algo que no me gusta. Todo el vestido es horrible.

Me cepille el cabello para poder llevarlo suelto, mi cabello es color negro y liso en las puntas hay algunos rulos. Me puse unos tacones negros súper altos según yo, pero mi madre no dejaba de decir que tengo que llamar la atención del alpha José algo que no me gusta para nada.

-- Hermana ¿Ya estás lista? Todos de estamos esperando -- dice Matt mientras entra al cuarto sin permiso como siempre.

-- ¿Podrías tocar la puerta al menos, idiota? Bien podría estar desnuda.

-- Si como no -- dice rondado los ojos, es un caso perdido -- bueno ¿Ya? Todos están esperando y solo falta unos minutos.

-- Estoy muy nerviosa ¿Es muy dolorosa? -- pregunto con una pequeña mueca.

--- Bueno...duela algo...pero juro que vale la pena.

-- Ok, eso no me quita nada de los nervios.

-- Tranquila todo saldrá bien ¿Ok? Ahora hay que ir hacia al patio para tu presentación -- me dice mientras me ofrece su brazo que gustosa lo acepte y salimos del cuarto.

Él podría ser un idiota la mayor de tiempo pero no hay momento que no ha estado para mí, no hay momento en el que no me protege y cuida.

Cuando salimos al patio trasero veo a mis padres y algunos de sus amigos con sus hijos, yo no tengo amiga soy una antisocial  y terrible para hacer amigos.

-- Mi niña linda, solo falta unos minutos para poder conocer a tu loba -- me dice mi padre cuando no ves salir -- el alpha llegará algo tarde tuvo unos asuntos que atender pero te prometo que vendrá.

-- No es importante que venga padre.

-- Claro que si es importante, el podría ser tu mate y eso sería maravilloso -- exclama mi madre -- así podríamos ir a vivir a la mansión. Solo imagina, nuestro estatus subiría.

-- ¡Ya madre! Yo solo lo dije de broma está mañana, él es un mujeriego de primera -- dice Matt.

-- Claro que no y hay mucha probabilidad que Lexie sea su mate ¿O no?

-- Ya estuvo, traquilisecen -- dice mi padre, intentando calmar la situación -- Ya darán las doce y hay que estar listos todos.

Pasaron algunos minuto estaba hablando con Matt y un amigo de él cuando mis huesos comienza a crujir y un fuerte dolor recore mi cuerpo haciendome caer al suelo y gritar del dolor.

Una Mejor OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora