Todo comienza a ser real.

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Cuando llegan al lugar de la secta, Klaus intenta lidiar con ellos, explicando que debe marcharse y terminar, pero ellos parecen entender otra cosa, derrotado bebe whisky en el porche.

— Ejem perdonar por interrumpir.— se escucha una tercera voz, se giran para ver que era Dave.— Venía a disculparme, se siente un poco extraño que alguien pueda predecir tu futuro...— le mira fijamente a los ojos.— ¿Qué pasará si voy a la Guerra?

Klaus le explica con detalle lo que ocurre cuando va, incluso le detalla su muerte, Dave traga saliva y agradecido se marcha, el Hargreeves continúa bebiendo.

— Klaus no estás en condiciones, no deberías hacerte más daño...— intenta comentarle Kate.

— Si por eso mismo quiero intentar olvidar lo desafortunado que me siento.— bebe un gran sorbo.

[— Nunca madurará, se cree que la solución de los problemas es ignorarlos]

— Creí haberte dejado claro con mi indiferencia que no te metieras en mis asuntos.— replica Klaus.

[— Has involucrado a Kate en esto, claro que es mi asunto.— comienza Ben a discutir]

— ¿Si? ¿A ese punto de relación estáis? ¡Es imposible que Kate así sea feliz!

[— ¡Callate!]

Furioso Ben se lanza sobre Klaus, lo más normal sería que lo hubiera traspasado, pero en cambio desaparece dentro del cuerpo de él. El Hargreeves se retuerce, Kate intenta calmarlo acariciando su espalda, simplemente se queda quieto para luego mirar a la Williams.

— Kate ¿Dónde?— se mira las manos.— Kate...— para luego ponerlas sobre la cara de la chica.

— Klaus ¿que haces?— pregunta ella mientras sus manos van al cabello de la joven.

— Eres tan real...— se suelta.— Perdón... soy yo Ben...

 soy yo Ben

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— Ben...— mira alrededor.— ¿Le has poseído?— no duda en abrazarle.— Es un poco extraño... pero si cierro los ojos quizás...

Ambos se ríen.

— ¿Por qué estáis tan cariñosos?— Diego aparece, Kate se separa sonrojada.

— Diego soy Ben...— se acerca a abrazarlo, él duda un poco antes de hacerlo también.

— ¿Cómo? Creí que no estabas ya aquí...

— Bueno, sabes como es Klaus...— responde ahora la pelirroja.— ¿Qué haces aquí?

— Me he llegado una invitación, está noche, papa quiere que nos reunamos con él.

Mientras tanto...

Lucy sabía que los hambrientos ojos de Cinco escondían miles de historias de soledad, y aun ni siquiera había conocido la mitad. Allí estaban en un bar familiar, en otra línea de tiempo, parecía que se estaba celebrando una fiesta, no estaban invitados pero sus apariencias juveniles le hacen pasar desapercibidos.

Time Machine | Cinco and Ben Hargreeves x OCSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora