Three

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1 semana, una semana había pasado desde que Minho no despertaba.
Chan no había hecho nada para matarlo, más bien lo desmayo para que se quedara más tranquilo porque vio al humano muy nervioso, pero estaba empezando a preocuparse.

Se encontraba acariciando el suave pelo de Minho, aquel que había lavado ayer pero claro, no le iba a decir que lo había bañado si no se pondría como loco.
Se veía tan tranquilo durmiendo, tan pacifico, tan bello.... es como cuando no puedes apartar la mirada de alguien, como cuando alguien te contagia su belleza y se te queda muy pegada en el corazón.

- Minho... despierta. Ya llevas una semana dormilón.-

Para su suerte y sorpresa, este abrió los ojos de manera lenta y lo miro.

- Dónde estoy? Espera, olvídalo ya lo sé...-

- Así que aún te acuerdas de mí?-

- Claro que me acuerdo del chico que me mordió y me dijo "serás mío". Me duele mucho la cabeza.-

Se puso la mano en la frente y lo miro queriendo volver a desmayarse, Chan lo impidió poniéndolo encima suyo y mirándolo.

- Bebe de mí o volverás a desmayarte una y otra vez, hasta que ya no te levantes más.-

- No quiero beber de ti, es muy raro... A parte, no soy un vampiro como tú.-

- A ver Lee, bebe de mí solo para recomponer energías. La sangre de vampiro es más fuerte que la de un humano, por lo cual podemos hacer beber a la gente para recuperarse de heridas, mala nutrición o etc... Así que ahora bebe y ahórrame el trabajo de tener que obligarte.-

- Esta bien. Alguien te dijo que eras muy pesado? Alteras mi cabeza como no podrías llegar a imaginar nunca.-

- Y tú alteras a mi polla de maneras que jamás podrías imaginarte.-

Chan agarro a Minho entre sus brazos, con una cuchilla hizo un corte en su brazo y se lo tendió al menor.
Lee trago saliva, agarro el brazo de manera delicada y lenta, tal como era él, clavó sus dientes en esa herida, mentiría si no dijera que me puso caliente ver sus expresiones al hacerlo, como suspiraba y agarraba más fuerte mi brazo entre sus manos, cerró sus ojos y absorbía como si su mundo dependiera de ello.

- Te llamas Chan...-

Susurró, algo que no pude pasar desapercibido, comenzó a moverse en mi regazo mientras que seguía bebiendo, si seguía así iba a gastar mi sangre (de manera metafórica), así que por mucho que tuve que contenerme para no tumbarle en la cama y hacerlo mío de mil maneras, lo separé.

- Lee, aún no es el momento para hacer estas cosas... contrólate.-

- Perdón.-

Lo veía sumido en su mundo, con los costados de su boca manchados por el resto de mi sangre, así que pase uno de mis dedos para limpiarlo como un pequeño bebé que debía ser cuidado. Le levanté de la cama y desabotoné mis tres primeros botones de la camiseta negra que llevaba, dejando pasar el olor de mi colonia.

- Vamos a ir a comer algo en el pueblo, así que vístete con la ropa que te deje allí.-

Asintió como un niño pequeño obedeciendo a su padre.

Esperen, paren todo un momento

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Esperen, paren todo un momento.
Acababa de beber la sangre de un vampiro, la cual al hacerlo pude ver algo de su mundo y me atrajo hacia él de una manera extraña, con lo cual, si él mismo no me hubiera parado ahora estaría con las piernas abiertas en su cama.

Pase las manos por mi cabeza, ofuscado por todo lo que me estaba pasando en tan solo una semana desmayado que llevaba y unos tres días con él. Me vestí con las ropas que me dejo, unos pantalones vaqueros negros que se pegaban de manera casi imposible a mis piernas, la camiseta de botones rosa y casi transparente que me había dejado y unas botas negras... Bajé y Chan me recorrió con la mirada como si fuera un filete.

- Estás, wow, simplemente estás.-

- Simplemente di que me ves como un filete y terminamos antes.-

- Te equívocas Minho, no te he visto como un filete, más bien como un principe bajando por mi escalera y torturándome a cada paso que dabas.-

- Eres tú el que me está torturando a mí, me tienes aquí encerrado, haciéndome ver como te comiste a dos personas.-

- Y tú me estás torturando simplemente con tu presencia, así que estamos en las mismas.-

Levanté mis hombros derrotado, asentí y salimos fuera de esa casa.
Aire en mi cara, el viento leve que había y el olor de la colonia tan masculina que portaba Bang, era simplemente como algo erótico y dominante, me tenia simplemente en un mundo de sensaciones que no podía adivinar si no ponía mucho empeño en ello.

- Bang...-

- Minho...-

Dijo de igual manera regalándome una de sus manos, la entrelace contra la mía y solo comencemos a caminar con ese silencio tan abrumador que había entre nosotros.
No era incómodo, era más bien como algo placentero que podía disfrutar solo en esa naturaleza llena de bestias, pero de entre todas ellas, sabía que yo tenía a la más depredadora y no me daba miedo, me causaba algo de poder.

Sabía que hacer contra mí, para curarme, alimentarme, protegerme, atacarme, excitarme, entre muchas más cosas que tendría que descubrir con el tiempo.
Cuando me quise dar cuenta estaba tan perdido en mis pensamientos que no me enteré cuando Chan paro delante de aquel restaurante tan intimo y me acarició las dos mejillas como si fuera un peluche.

- Reserve esto para los dos, espero que te sientas cómodo y no quieras huir.-

Era la primera vez que lo veía reír, y me encantó ver como se formaban esos hoyuelos en el cual uno destacaba más que otro, entre los cuales sus ojos se achinaban formando unas lunas que me habían dejado K.O., y es que así era, cuando entremos a Chan lo miraba más de media gente que estaban trabajando ahí, y por un momento, solo por un breve y estúpido momento, sentí la necesidad de abrazarme a su cuerpo de manera casi amenazante en mi cabeza, pero muy tierna para mi contrario.

🍷

𝙿𝚊𝚜𝚜𝚒𝚘𝚗𝚎 [MinChan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora