1/noviembre

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Muchos no les gustaba la idea de una fiesta después de otra fiesta por esto el mexicano siempre dejaba aspirinas un vaso de jugo y preparaba chilaquiles para todos los que vinieran crudos.

El mexicano no festejaba el día de muertos como le gustaría con música a tope pero aun así aprendió a festejar su tradición con todo aquel que quisiera. No era una fiesta formal pero tampoco extravagante, música mexicana se escuchaba de fondo con un ambiente hogareño llenaba ese lugar, tamales, atoles, chocolate, pan de muerto y otros comida estaban en el lugar y el mexicano apareció con un disfraz de catrin bien perrón y como cada año una ofrenda en donde podías poner las fotos de los muertos queridos aunque la mayoría de fotos eran de los latinos.

Todo estaba en paz y tranquilidad en la fiesta del día de muertos es curioso porque tal vez algún día sus fotos estén en la ofrenda.

unos idiotas enamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora