Capitulo 3 "Mis sentimientos"

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Narra Jessica

Exon: Ojala-. Dijo en un susurro casi inaudible.

-Que?-. Dije yo con tono de *Que me estas contando*

Exon: No... no Lizette, solo somos amigos, tu tas re loca-.

Lizette: Hay gracias yo tambien te quiero-. Dijo con un tono sarcastico.- Aparte solo era una broma, hay todo lo que dicen te lo cres-.

-Bueno ya pesaos!; y que significa cotillando?-. Si si tal vez parezca tonta, pero oye que tenia la duda.

Exon: Es... es... es como... seria... ¿Ques es cotillar? Lizette -.

-Madre mia... es tonto el pobre-.

Lizette: A ver cotillar es... ¿alguien tiene diccionario? jaja-.

Exon: ay pendej...

-Exon!!... No entendere algunas palabras pero se que esa no es un cumplido-.

-Exon: Ups... perdon-.

-Lizette:Tranquila ya me acostumbre-. Dijo mirando a Exon con recelo.

Los tres nos fuimos a sentar ya que en ese momento habia llegado el profesor de geografia, Sergio Moreno es su nombre. Toda la clase me la pase terminando y adelantandome en algunas paginas, para tener mas tiempo libre; cuando termine, me estuve haciendo la tonta por unos minutos, pensando en lo que habia dicho Exon, *Ojala*, no podia quitarme esa palabra de la cabeza, ¿Que habia querido decir con eso?, acaso, ¿Le gusto? No, no, no, no le puedo gustar, apenas nos conocemos, me cae muy bien, pero de eso a que de pronto y sin mas me guste o le guste, eso si que ya no me mola ni un pelo; pero por otra parte el hecho de que me pierda en sus ojos cada vez que los veo, hace que mande a tomar por saco la razon y empieza a manejar mi cuerpo, no lo se, ¿mi apendize? por que simplemente no es normal, estoy empanada, sin poder aclararme; tal vez estareis diciendo *Pero si estaras tonta, como es posible que no sepas que hacer, que estas muy ciega pa darte cuenta, que el tio no te combiene, que si no es el indicado, que si lo es*, no se si les halla pasado lo mismo, pero... tengo una batalla entre, la razón, la conciencia y el corazón.

-Sebastian: Ey! Tu niña!

-Sebastian, estoy adelante de ti, no tienes por que gritarme, ¿Vale?-.

-Sebastian: Lo se, pero mola mas el gritar, ¿No lo cres?-.

-No cuando casi me revientas el timpano, pringao!-.

-Sebastian: Vale, perdon. A si te queria preguntar ¿Te pasa algo? Te noto distraida-. Dijo con un tono de preocupacion, que me parecio un tanto mono.

-Pues... no no tengo nada-.

-Sebastian: Segura, no te ves muy convencida-.

-Que si tonto, oye ¿Ya terminaste?-.

-Sebastian: ¡No me cambies el tema!-.

-Mira chaval! No te estoy cambiando el tema, Y lo de que “si ya terminaste” es por si querias ayuda, pero bueno no se le pueden pedir peras al olmo, si tu amigo es tonto pues asi se ah quedado-.

-Sebastian:Madre mia! Que pesada llegas a ser-.

-Te ayudo ¿si o no?

-Sebastian: Si! Por favor-.

Y asi se habia pasado el dia, yo tratando de ayudar algo perdido, Sebastian eran de esos a lo cuales tenias que repetirle las cosas hasta el cansansio si habia alguien que te hiciera cabrear por no pensar o no querer pensar era el, pero ¿Que se supone que tenia que hacer? Pues ayudarlo como buena amiga o tocarle las narices, obvio que las dos. Habian terminado las clases y me dirijia hacia mi casa decidida a terminar de leer un libro, el que fuera, tenia necesidad y sed de una historia apasionante, tenia unas brutales ganas de leer algo que me haga gritar de emocion, tanto de felicidad como de triztesa por la trajedia del mismo; y empezaba a leer, como si no existiesen los deberes, tareas domesticas y la pequeña necesidad de comer; pero hay un punto en todo esto que siempre al querer o tener esas ganas desbordantes de leer, de perderme en la historia facinante de un libro, siempre terminaba llorando desconsoladamente, no por el libro y esas hermosas palabras que te hacen perder la maldita nocion del tiempo, si no por que esas palabras me hacian darme cuenta de mi cruel y cruda realidad. Me sentia un maldito punto negro en medio de una hoja negra, casi invisible, me sentia una persona mas en esta maldita sociedad, una persona mediocre con una vida mediocre, con la misma rutina diaria, tal vez cambia un poco con las locuras de tus amigos, eso lo tenia muy presente y tenia demaciado que agradecer, por que aunque no tuviera una vida desgarradora como otras personas, me sentia impotente al no poder cumplir con aquellos anelos; sueños lo cuales mi madre y padre se habian encargado de matar...

-Hija entiende, eso de la musica no te deja nada bueno, es una perdida de tiempo, tu lo que tienes que hacer es estudiar, para llegar a ser una docotora ejemplar, que salve millones de vidas-. Esa maldita impotencia se apodero de mi al oir tanta mierda junta, como un nudo en mi garganta estaba apunto de asficciarme, todo lo que mi madre decia eran malditas mentiras y, que solo me hablase para que me echara en cara que me habia equivocado en una maldita nota, ¡Una maldita nota!, me llenaba de rabia que mi propia madres deconfiase de mi de esa manera, y que me esperaba si me habia dejado con mis abuelos para vivir una vida de adolecente que sengun ella yo habia arruinado.- Mamá no me cansare de decirte lo mismo, Yo no voy a ser como tu, yo si luchare por mis sueños y no me dare por vencida tan facilmente, y mucho menos voy a dejar de tocar el piano solo por que a ti se te antoja, ¿para que me llamas?  ¿solo para echarme mierda?-. En ese momento no habia medido mis palabras, y muy a mi pesar, auque no sea la mejor madre le debia respeto.- ¡Señorita! ¡Le prohibo volverme a levantar la voz! Pidame una disculpa-. Dijo con tono de indignación, aunque sabia perfectamente que le daba igual si lo hacia o o no.- Disculpame madre, por haberte dicho la verdad-. Dije con resentimiento y bastante cabreo para depues colgarle con toda la mala leche.

Esas palabras cada vez que las recordaban eran como cuchillos que poco a poco destrozaban cada parte de mi corazón, era una rabia descomunal en contra de mis “mis padres” lo unico que me podia sacar adelante es ver hacia la habitacion, abrir el piano y tocar, tocar hasta que se me acalambren los dedos, tocar hasta que me quede sin consentimiento de que hay alguien mas en este mundo. Se preguntaran, ¿Ese es tu sentimiento cada vez que lees? ¿Asi de cruel es tu madre?  Pues no, y si,  lo de la lectura es cuando me da el venazo y lo de mi madre pues... lamentablemente si, pero ya me eh acostrumbrado al rechazo de los mismos, y tal vez me este pasando un poquito, pero asi me siento, trizte y sola ante la cruel sociedad.

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El dia entero me la pase dormida en mi cama con los ojos repletos de lagañas, despues los recuerdos tan “Agradables” (sarcasmo) de la discucion con miadre. Me levante,  a hacer los deberes, pues si queria sacar diez tenia que esforzarme bastante. Termine los deberes con los ojos mas rojos que una granada, y un cansancio que no era ni medio normal, joe si estaba apunto de caer dormida sobre mis brazo en el escritorio; me levante de este y me diriji hacia el baño a tomarme una muy necesaria ducha, la verdad es que sentir el agua que resbala por el cuero cabelludo, cabello y espalda me relajaba de una forma, tan esxquisita,  hacia que me olvidase de todo por un momento; termine las cosas tipicas antes de acostarte y en cuanto toque la cama cai inmediatamente en los brazos de Morfeo.

Y ahí un nuevo dia de instituto que se asomaba a cada minuto que pasaba, eran las 6:00 a.m. asi que tenia una hora para entrar al instituto parecia como si mi mente estuviera en otro planeta asi que unas cuantas notas no me harian daño, puse una alarma a las 6:25 para dejar de tocar y que no se valla el transporte, mis padres se habian ido hace unos cuantos minutos, no habia nadie para impedirme el tocar un poco, empeze con unas notas graves que se mezclaban entre las agudas formandose una bonita melodia, River flows in you de Yiruma amaba esa cancion o bueno eh de decir que cualquiera de el. Segui tocando hasta que un sonido me detuvo en seco, parecia un mensaje de.... WhatsApp... ¿Por que me mandaria el un mensaje a esta hora? Dije incredula.

El error de una ilusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora