Parte Única

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Demonios, sí, Rhodey notó a Tony Stark la primera vez que lo vio. Fue en el Laboratorio de Química, la mezcla y destilación de múltiples clases de Química para estudiantes de primer año en M.I.T. Tony estaba al frente en el centro, era más grande que la vida y James Rhodes no era ni ciego ni estúpido.

Intento actuar de manera casual, trató de interpretar el papel de un hombre que nunca había oído hablar sobre Industrias Stark y quién no querría rebosar con cinco años de preguntas sobre esquemas, empuje y trayectoria dinámicamente actualizable.

"James Rhodes" dijo, ofreciendo su mano mientras desataba un torrente de recordatorios mentales para no aferrarse a el. "¿Ya tienes pareja?"

Tony lo miró, sin revelar nada "¿Eso es obligatorio?"

Un pensador independiente , pensó Rhodey, sin sorpresa alguna. Todo lo que dijo fue "Me temo que si"

Así fue como comenzó.

Rhodey no supo hasta más tarde que Tony era el rey de "La pareja que probablemente no querrías". Tony generalmente operaba en uno de dos extremos: arrastrando los pies sobre cosas que no le interesaban, hasta que las noches de última hora eran las únicas opciones que quedaban o persiguiendo una idea hasta su conclusión y correr por las tangentes en el camino hasta que sus ojos se pusieran rojos y la habitación fuera una explosión de trozos de papel a medio garabatear.

De cualquier manera, garantizaba que nadie dormiría mucho.

Aunque valió la pena. Rhodey no siempre pensó así, no cuando la distancia hasta un plazo no cumplido que se podía medir en horas, o cuando Tony se perdía una de sus sesiones de laboratorio y lo buscaba solo para encontrarlo en el piso de soltero de Stark, de un millón de dólares, con una chica semidesnuda colgando del brazo. Esos momentos estuvieron llenos de maldiciones y nuevas resoluciones para dejar que Tony se ahogara en las consecuencias de su arrogancia y malas decisiones. Rhodey ya había recorrido ese camino con demasiada frecuencia.

Pero no siempre fue así. A veces los dos trabajaban lado a lado, rebotando ideas entre sí que llevaron a prototipos nocturnos de máquinas y dispositivos sin fundamento en nada que les valiera siquiera una calificación. Otras veces, bebían cerveza y se contaban historias hasta que se tiraban al suelo entre risas.

Lo más raro de todo fueron los momentos en que Tony habló en voz baja sobre sus sueños o sus demonios personales. Rhodey sabía que solo él tenía esos secretos, esas cosas que realmente le importaban a Tony. Tal vez por eso, era esos momentosven los que más pensaba.

Un chico podría volverse adicto a eso, pensó Rhodey, o tal vez ya lo era.

No había forma de saber hasta dónde llegaría para perseguir la promesa de lo que fuera que Tony quisiera ofrecer.

FIN


Natural Afinnity  [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora