A cemetery at night. (One shot/Sasunarusasu)

One shot

A cemetery at night

Era 31 de octubre y las calles lucían terriblemente solitarias. La vereda estaba iluminada únicamente por las luces de los postes y dos jóvenes se acercaban sin prisa por ella. Uno era rubio y el otro castaño, este último tenía el cabello recogido en un apretado moño.

Esa noche de otoño, el ambiente estaba extrañamente helado y húmedo.

La pareja tiritaba de frío aun cuando estaban bien abrigados. Tenían sus vistas clavadas en el camino mientras sus pasos se arrastraban con cansancio. Había sido un día muy largo y pesado para ambos, y solamente deseaban acabar con la "prueba de coraje" lo antes posible para regresar a la fiesta de disfraces que unas amigas de la universidad habían organizado. Ino y Sakura siempre hacían los mejores eventos.

Sin embargo, ahí estaban. Perdieron una apuesta y tenían que cumplir con el reto. Debían escabullirse en un cementerio tradicional y tomarse una fotografía al pie de una famosa y tenebrosa tumba.

Estaban a una cuadra del susodicho lugar y todo se sentía... diferente. Lo cual era muy raro, ya que era bastante normal cruzarse con cementerios por todas partes en la ciudad, pues éstos estaban tan integrados a la sociedad japonesa que eran como simples parques donde podías caminar diariamente.

El timbre escandaloso de un celular hizo brincar a ambos.

—Demonios ¡Qué susto! —Vociferó el rubio mientras contestaba su teléfono.

—¿Quién es? —El castaño lucía bastante fastidiado por la reciente impresión.

—¡Sakura-chan! Dime —Indirectamente le respondió a su amigo.

—¿Ya llegaron? —La voz de su compañera no se oía muy bien debido a la fuerte música de fondo.

—Casi.

—Recuerda que tienen que entrar por la segunda entrada, donde está el edificio crema. Desde allí se ubicarán fácilmente.

—¿Estás segura que no nos perderemos? Este lugar es enorme.

—Pff, claro que no. Sólo háganme caso. Apresúrense con esa foto para que vuelvan pronto.

—No es justo que no nos acompañaran, Sakura-chan —El rubio se quejó con un tono de voz muy infantil.

—Ay, Naruto. ¿Qué querías? No estamos tan locas como para ir hasta esa tumba en pleno Halloween. Además, ustedes perdieron.

Naruto lloriqueó un poco.

—¡Oye, Shikamaru! —Se escuchó otra voz femenina —. Cuida que Naruto no se vaya a orinar en sus pantalones.

—Que mala eres, Ino —Sakura rio.

Shikamaru, quien había estado escuchando toda la llamada gracias al enorme silencio de la calle, se acercó al celular.

—Creo que ya se orinó un poco —Le contestó a su amiga. Ambas rieron.

—¡Hey! —Naruto se quejó y colgó — Eso no es verdad. Se supone que eres mi amigo.