Capitulo 0

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En una gran granja. Cubierta por la nieve de el invierno de 1860. En Estados Unidos, en el estado de Michigan.

Había un joven muchacho, en una muy mala situación, rodeado de un enorme grupo de personas armadas hasta los dientes. Y atrás de él, un granero con las puertas abiertas dejando ver a dos cadáveres con disparos en ellos.

Estaba metido en un aprieto muy grande, con la gente mirándolo eufóricos y desesperados. Con su líder enfrente de ellos, siendo un viejo hombre vestido completamente de blanco, fumando tranquilamente con su mirada despectiva sobre el chico.

—¿Hay algo que tengas que decir en tu defensa chico?—dijo el anciano, sacando el humo de su boca.

El mismo chico suspiraba cansado. Con las manos sobre su cabeza, y posiblemente con el fin de sus días enfrente de el.

—"Nunca puede ser por el camino fácil ¿verdad? Siempre tengo que meterme en estos problemas"—pensaba mirando a su alrededor viendo a los cientos de personas que lo rodeaban.

—¡¡CONTESTA!!—Grito el anciano ya arto del silencio del muchacho.

—Yo...—el muchacho empezó a recordar todo lo que tuvo que pasar para caer en este estresante caso.

***

Todo el problema había empezado con el amanecer. En un largo camino en el campo. Con el mismo muchacho cabalgando tranquilamente sobre el. Cubierto por la densa niebla junto a la helada nieve cayendo sobre el.

El muchacho, con su sombrero y bufanda cubriendo su rostro levanto la mirada, con dirección al final del camino, divisando una mansión en la lejanía a pesar de la espectral niebla, donde pequeñas luces naranjas se movían a través de ella.

El joven rápidamente dedujo el origen de las luces y con prisa, agitó las correas del caballo apresurando su paso. Siendo golpeado por el gélido aire, sacando el vapor de su respiración a travez de su bufanda.

La gente cerca de la mansión escuchó las fuertes pesuñas del caballo acercándose a través de la niebla, donde velozmente mostrándose frente de ellos salió el muchacho deteniéndose a unos metros, con su caballo relinchando fuertemente.

Bajándose del caballo empezó a caminar hacia ellos, y con miradas desconfianzas las dueñas de las luces se miraban entre ellos, sin preocuparse de encubrir sus rostros mostrando abiertamente su intriga sobre el muchacho, el cual se detuvo, y colocó sus manos en sus caderas.

—¿Que se le ofrece joven?—Un hombre entre la gente se acercó y preguntó. Con una lámpara y una pala en cada mano.

—Quisiera ver al dueño de la mansión. Vengo a... hacer negocios con el—al ver las lámparas y las herramientas en las manos de la gente, sabía que eran trabajadores. Quitando la nieve del camino de la mansión.

—¿Su nombre?—

—Es un nombre que solo a su jefe le interesa, no a usted—El trabajador ante la respuesta mostró su clara molestia, pero al saber la posición del joven. Sin mas nada, se dio media vuelta y camino hacia la entrada de la casa.

La demás gente siguió con su mirada indiscreta hacia el joven. Su ropa dejaba claro que no era un simple pueblerino o un nuevo trabajador, era ropa de alguien de ciudad. Su saco, su sombrero vaquero y sus pantalones y botas se veían bien cuidadas. Más con los tonos oscuros que dominaban en ellas.

Old Western [SU, AU] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora