🥀La tristeza de una rosa marchita 🥀

🌹No soy yo☀️

Pasado 

Un sargento español daba órdenes con fuerza, pero eran callados esos gritos por un piano dentro de una casa cerca del ejército que llenaba de melodías suaves por dentro opacando esa voz de afuera, una pequeña niña tocaba el piano con agilidad, un instructor la vigilaba para que no tuviera ninguna equivocación, apenas para su corta edad tocaba el piano como un adulto  y tenía una postura muy derecha, su pelo largo estaba amarrado por una cinta evitando que se le viniera a la cara, vestía un vestido rojo que combinaba con una pequeña cola que sobresalía de este, se movía despacio al ritmo tratando de que no se levantara el vestido con los suaves movimientos.
En un momento sintió un golpe fuerte en las manos con una regla, se quejó  y trató de aguantar las lágrimas sin quitar las manos de las teclas, debía ser fuerte cualquier llanto haría que la castigaran con mas fuerza y solo respiro hondo esperando las instrucciones.

Isabella vas a un ritmo diferente empieza de nuevo, toda la partitura, debes saber tocar el piano para complacer a tu futuro esposo y a las visitas.- decía un hombre alto que puso las partituras desde su inicio con brusquedad asustando a la pobre niña.

S si señor, lo lamento.- bajo la mirada la pequeña empezando todo de nuevo todo el tiempo era lo mismo todos los días eran iguales, nada cambiaba para ella, solo quería salir a jugar como todos los niños de su pueblo, pero tenía muchas restricciones por parte de aquellos que la cuidaban.

Al terminar las clases de piano, tenía muchas más que la preparaban para su futuro como esposa, era una pequeña colonia hace algunos años creada por el mestizaje, que querían casar con algún imperio u otro país cuando cumpliera su adolescencia, aunque a imperio español, el jefe de todas las colonias, no le parecía la idea entregarla al ser territorio de su propiedad, pero este territorio  no le daba muchas ganancias que valieran la pena, además de los mapuches estar atentos a sus correspondientes territorios que no querían entregar, le daban muchos problemas pero de alguna manera quería sacar una gran ganancia al casarla con un imperio o país que la quisiera compartir.

Isabella era el nombre que le dieron cuando nació del mestizaje, pero su nombre que le dio Imperio Español oficial era Capitanía General de Chile, la pequeña odiaba su nombre sabía que su madre le había dado otro:

Ayinray

Su significado era "Flor alegre"

No podía usarlo por prohibición del Imperio que mandaba sus tierras y si lo mencionaba sería castigada, como siempre. apenas lo menciono una vez y la habían agarrado a golpes hasta que entendiera, haciendo que finalmente jamás lo mencionara, pero algo más extraño sentía en ella... Porque todo nombre que se le mencionara, le parecía incómodo y extraño, como si esos nombres no le pertenecieran a ella.

La chica después de sus clases de modales almorzó con tranquilidad, al terminar de comer su cuidador e instructor estaban tomando una siesta habían terminado primero que ella por suerte, sabía que tomaban todos los días esas siestas se aprendió de memoria los horarios de estos hace mucho tiempo ya.

Aprovecho de ir a su habitación, para abrir su escondite, cerrando la puerta con la llave que ocultaba en sus cajones, se agachó viendo una tabla suelta en su habitación donde siempre escapaba para salir  y luego corrió su mueble donde ocultaba otra tabla suelta en el piso, sacándola con cuidado para no despertar a los que tomaban su siesta, tenía escondida algunas cosas que robaba a veces una espada que había robado de los españoles que dejaron tirada hace tiempo, que pesaba para ella al ser pequeña de estatura aún y no tener fuerza en sus brazos, también había ropa que usaban los chicos en el pueblo y una bolsita tejida a lana de oveja, se desvistió poniéndose la ropa de chico que le acomodaba mejor, escondiendo el vestido debajo la cama, agarró la espada que estaba con su vaina correspondiente y su bolsita de lana que una niña mapuche de su edad le había regalado, puso la tabla en su lugar con cuidado corriendo el mueble a su lugar de nuevo.