II

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-El heredero maniático-

Recuerdo perfectamente la primera vez que te conocí, tu sonrisa particular a semejante a la de un tiburón tan gracioso, por alguna razón no podía apartar la mirada de cada uno de tus movimientos al preparar una bebida

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Recuerdo perfectamente la primera vez que te conocí, tu sonrisa particular a semejante a la de un tiburón tan gracioso, por alguna razón no podía apartar la mirada de cada uno de tus movimientos al preparar una bebida. Te veías tan feliz y lleno de vida, que el sonido de tu risa logro hacer que mi corazón se regocijara de ternura.

Con más frecuencia comencé a visitar ese bar en el que trabajabas, porque quería verte cada maldito segundo, me inquietaba no verte un solo día. Cada vez me preguntaba con más intensidad como estarías en esos momentos, ¿si habrías desayunado? ¿Si me extrañabas?

Me comenzaba a gustar saber cosas de ti. Cosas que comenzaste a contarme ocasionalmente, hasta que lentamente fuimos formando una rara amistad en la que me divertía verte sonrojado y evitando mis comentarios fuera de lugar.

No lograba saber que era lo que sentía hasta que un día la sensación que provocaste en mi cuerpo por una fracción de segundo cuando observe tus ojos y note que no me veías a mí, sin embargo, me causaste irritabilidad al ver que hablabas con otra persona y por alguna extraña razón mi cuerpo se sintió incomodo, saber que yo no era el único cliente que tratabas con amabilidad me enfadaba, así que la única forma que encontré para tener toda tu atención fue retarte a un duelo quería toda tú atención concentrada solo en mí.

-Magna-exclamé de manera alegré- ¿y si peleamos? no tengas miedo prometo no ser tan rudo–logré llamar tu atención y la del chico con la que hablabas de manera tan amable, aunque si no recuerdo mal, no solo fue la atención de ustedes dos la que obtuve, fueron la de todas las personas del bar que me vieron como si hubiera dicho la peor cosa del universo.

Tu mirada fue un tanto angustiada, suspiraste de manera pesada y evitaste mi mirada- ¿Qué cosas dices Luck? -murmuraste con un tono triste.

Después de ese corto comentario abandonaste tu lugar como barman por unos minutos, más que enfadarme tu respuesta...me preocupo porque a pesar de que yo fui quien insistió en comenzar está amistad, sentía que no confiabas en mí, había algo que no querías contarme, ¿tan malo era como para que yo no supiera?

Porque es cierto, yo no te hubiera retado si no sabía de lo que eras capaz, yo siempre he sabido que eres fuerte...pero ¿por qué te contienes? En su momento si me hubieras contado lo que sucedía, supongo que nada de esto hubiera sucedido, tú y yo tendríamos un final feliz como todos esos libros ridículos que te gusta leer, acaso creíste que nunca te vi sonreír por un libro así e de admitir que en cuanto lo descubrí decidí guardarme el secreto para mí solo, no quería que nadie más conociera esa faceta tuya.

Era inconsciente en ese momento, pero lentamente comenzaba a enamorarme de cada una de tus facetas.

Si ese día hubiera decidido ir a seguirte, o no hubiera prestado atención al aviso que el vicecapitán de mi orden daría, probablemente puede haber escuchado los gritos de las personas horrorizadas y los gritos del rey, pero no lo hice y realmente es algo de lo que me arrepiento.

Más porque al día siguiente tenía una misión muy importante que llevar a cabo, esta me tomaría una semana entera, una en la que no podría verte y en la que nunca me entere sobre lo que te había sucedido, y en la cual creía que seguirías en el mismo lugar de siempre, hasta que volví pasado esos días.

Durante esos días en los que no te tenía cerca sentía que cada día, hora minuto, segundo y milisegundo pasaban de manera muy, pero muy lenta y mis ganas de decirte lo que sentía aumentaban a pasos agigantados, solo necesitaba tener cerca de mí.

El primer lugar que visite cuando llegue de vuelta la ciudad fue el bar en el que trabajabas, no soportaba las ganas de volver a ver tu rostro, lo necesitaba con una fuerza monstruosa. Camine hasta la zona donde estaba tu compañera y donde se supone que estarías tú.

-Hola Vanessa-salude con una enorme sonrisa- ¿se encuentra Magna? Extrañé no poder retarlo a una pelea-le comenté con una sonrisa maliciosa.

Esperaba que me contestará con un comentario sobre que me gustabas y se burlara de mí, como hacia siempre sin embargo la respuesta que obtuve fue totalmente diferente a lo que esperaba.

Evitó mi mirada.

-Vanessa-dije en un tono serio sin despegar mi típica sonrisa- ¿Paso algo malo? -pregunto preocupado, pero con mi característica sonrisa nerviosa.

-Magna, fue condenado a volverse un espantapájaros hasta el día de su condena-me conto con un hilo de voz, bajo la mirada, se notaba que quería llorar-no pudimos sacarlo de allí, nos amenazaron, dijeron que si intentábamos sacarlo arremeterían contra el bar y nuestras propias vidas-murmuro entre hipidos.

-Dime que estas bromeando Vanessa-mencione mientras mi sonrisa se ensanchaba y mi voz se quebraba lentamente.

-Su día de condena...es hoy-murmuro entre lágrimas la chica, tapándose la boca al mismo tiempo evitando dejar salir los sollozos.

En esos momentos creía que era una cruel broma y de muy mal gusto, pero a pesar de que espere el momento en el que la chica me mencionara que había caído en esa pesada broma, tristemente, esa afirmación nunca llego.

Solo atine a correr por todas las calles con mi magia hasta llegar al palacio donde se supone estabas prisionero a pesar de que amo las peleas por alguna extraña razón no me importaba para nada lo que los demás hacían, el corazón me latía a una velocidad desesperante, quería verte, anhelaba volver a verte...una jodida vez más.

Tome una fuerte calada de aire, intentado encontrar tu mana, fue tan difícil poder encontrarlo, era tan mortificante porque podía notar que estabas muriendo, me apresure a llegar rápidamente a la habitación donde te encontrabas, le di un buen golpe al guardia que cuidaba la entrada al lugar donde morirías hoy.

Entre hecho una furia, dispuesto a matar a cualquiera que se me interpusiera.

Tus ojos y los míos hicieron contacto por unos milisegundos, observe fijamente tus labios y como estos me decían:

-Te amo...Luck-sonrió el chico por última vez.

Encendieron la silla eléctrica. Observe como tu rostro y cuerpo se contraían del dolor, sin embargo, a pesar de que te dolía, no dejaste de sonreír. Fue tan doloroso, quería correr hacia ti y sacarte de allí, pero algo me detuvo, el rey a mi lado decía cosas que no comprendía lo único que me importaba en estos momentos eras solamente tú.

El joven que siempre mostro una sonrisa burlona sin importar la situación finalmente mostro otra reacción, una que si alguien lo viera no lo creería. Sus ojos se aguadaron, las lágrimas brotaban de sus ojos y su rostro estaba vuelto una mueca de dolor, era una escena tan dolorosa de observar, no solo por el cadáver que estaba en la sala, sino también por el joven roto.

Han pasado dos años de ese suceso y aun sigues en mi mente Magna, creo que llego tiempo de derrocar al rey, no quiero que nadie más pase por lo que tu pasaste.

Espérame Magna dentro de poco estaremos juntos.

-Fin-

Disculpen la demora, pero así finalizo este two-shot

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Disculpen la demora, pero así finalizo este two-shot. No tengo comentarios, es demasiado triste para hablar.

meilinlin12

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El espantapájaros que se enamoró 『ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora