Parte I

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En las noches de luna llena de octubre, en medio del bosque de Gravity Falls, una caja musical aparece, si te llegas a topar con ella, huye, huye a menos que tengas un deseo, de ser así, un demonio aparecerá y te concederá lo que desees a cambio de un pequeño precio, un trato que beneficie a ambas partes. El demonio gana poder conforme la noche de Halloween se acerca, por lo que se vuelve más incontrolable, por lo que deber apresurarte, terminar con el contrato antes de que la noche del 31 de octubre llegue, de lo contrario será demasiado tarde. ¿Estás dispuesto a arriesgarte?

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Ese día definitivamente había sido el peor para él, prueba de ello era su ojo que se encontraba completamente morado e inflamado y cubierto por un estúpido parche, dificultándole el moverse entre los arbustos y árboles de aquel tenebroso bosque, sumado a ello, la torrencial lluvia que caía a cantaros, empapándolo completamente. Maldijo por milésima vez en el día, "Es por él" se repitió a sí mismo cuando vaciló por un segundo, retomó su andar sosteniendo su lámpara de aceite, que bajo aquella lluvia era completamente inútil.

Tras resbalar múltiples veces, golpearse con las ramas y sobresaltarse más de una vez debido a los truenos que resonaban entre las nubes, finalmente llegó a un claro, el centro del bosque. Frunció el ceño al mirar con gran desilusión que no había nada, ni nadie. Sintiéndose como un completo idiota por haberle creído esa tonta historia a una anciana senil. Dispuesto a irse, se dio la vuelta, pero en el momento que dio el primer paso, un rayo calló en el centro de aquel claro, aquel joven sentía el corazón en la garganta, completamente asustado, de a poco se dio la vuelta, notando que en centro del bosque ahora había una pequeña caja musical de color negro.

Se acercó con cautela, cuando estaba por tocarla, esta se abrió por sí sola, humo negro brotó de ella, este se juntó y formó una figura sin facciones ni forma definida del todo. Un par de sombras rojas entre todo el humo se formaron y parpadearon, siendo estos sus ojos. Una hilera de dientes afilados brotó cuando notó al asustado joven frente a él.

-¿Oh? ¿Qué tenemos aquí? –Habló con voz ronca y profunda.

-Yo... ¡Yo quiero hacer un trato contigo, demonio! –La sombra se movió y rodeó la figura más pequeña.

-¿Un trato? Eso es más que evidente, de lo contrario, ¿Qué estarías haciendo aquí? La pregunta aquí es, ¿Qué tienes para ofrecer? –Se burló. Acercó su rostro y con un movimiento de su mano retiró aquella capucha que semi ocultaba su rostro, dejando al descubierto su rostro, sus cabellos rubios brillaron bajo la luz de la luna, los preciosos ojos azules hacían juego con su cabello dorado, su rostro salpicado con algunas y apenas perceptibles pecas, llevaba lentes, aunque empañados por la lluvia, su tez era ligeramente bronceada, resaltando aún más sus ojos y cabello, el demonio volvió a sonreír con burla al notar aquel parche, de un movimiento arrancó sus lentes junto al parche y notó aquel golpe. –Debo deducir que buscas algún tipo de venganza. Veamos que sucedió. –Sin darle tiempo de reaccionar al rubio, el demonio lo envolvió completamente en humo y se introdujo por su boca y fosas nasales, ahogando al rubio por algunos segundos. Aquel demonio invadió la mente del joven, viendo tanto lo sucedido aquella mañana como toda la vida del chico.

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El demonio del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora