Capítulo 1

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CAÍDA

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«Nunca sabrá qué clase de psicópata uno tiene sentado a su lado, nunca sabrá qué asesino tiene sentado a su lado.»

—Twenty One Pilots - Heathens.

          Unos cuantos rayos de sol se colaban por las ventanas pertenecientes al salón de la clase 2-9, iluminando con su calidez a los alumnos restantes y rezagados, resignados a limpiar su salón entre pequeñas bromas y charlas vagas

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          Unos cuantos rayos de sol se colaban por las ventanas pertenecientes al salón de la clase 2-9, iluminando con su calidez a los alumnos restantes y rezagados, resignados a limpiar su salón entre pequeñas bromas y charlas vagas. El día para el pequeño grupo fue lo suficientemente extenso como memorable, una fecha común para muchos jóvenes, mas para ellos implicaba la despedida de una fiel aliada.

—Me sorprende que Hajime-san pudiese asistir a nuestra humilde cafetería— Naomi dejó de lado una silla, fijando con una sonrisa estampada en su rostro a la seria azabache que se mantenía sentada en un pupitre observando por la ventana con aires cansados.

—¡Sí, pero Uryu-chan es increíble! ¡Gracias a ella tuvimos muchas más visitas de lo esperado!— chillo alegre Seiko, una castaña de hebras rizadas que alzó con júbilo su puño al aire clamando victoria.

Varios sonrieron, contagiados del buen ánimo destilado a borbotones de Seiko, pues la castaña tenía toda la razón.

—Eso no es importante ahora, Seiko, terminemos esto pronto. Quiero ir a casa y darme un baño— dijo Uryu, mientras la susodicha exclamaba en afirmativa para proceder a empujar un banco al tararear una alegre tonada.

Antes de poder alzar la mirada, o soltar una broma irónica ante el recuerdo de los chicos presentes y sus anteriores vestimentas de maid, frente a la bella azabache apareció la representante de la clase con los brazos cruzados y un paño en manos; su ceño fruncido dejaba en claro su descontento acompañado del tamborileo de su pie contra el suelo, obteniendo instantáneamente la atención de las orbes de oro de Uryu ante el irritante ruido.

—¿Sucede algo, presidenta? La noto irritada— el poco sutil tono de ironía mezclado con el pastoso y típica voz de la chica sacó aún más de quicio a la chica de coletas, Shinozaki le sostuvo la mirada, retadora.

—Si estuvieras ayudando nos tardaremos menos. ¿Por qué no ayudas en lugar de estar ahí sentada, Hajime?— Ayumi bramo con autoridad, o al menos, así planeaba verse cuando realmente era un pequeño minino lanzando chillidos agudos.

La joven de aretes alzó una ceja incrédula. Pronto su expresión tomó un brusco giro al achinar los ojos arrugando el entrecejo con sospecha y soltar una risa sin gracia entredientes, cubriendo con clase sus labios. Se estaba burlando de Shinozaki descaradamente, y era innegable el disfrute de Uryu al sacar de quicio a la pequeña fémina.

Cradles ||Corpse Party|| ¡HIATUS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora