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Saco el paquete que le había dejado el demonio la última vez que compartieron lecho. En el estaba su armadura de demonio y ropa propia de su especie. Cuando se la calzo, encontró que le quedaba a la perfección.

Una camiseta sin mangas, un pantalón algo ajustado, ambos de color rojo oscuro que le quedaba perfecto. Su atuendo se complementaba con el chaleco, las chaparreras y los recubre brazos de cuero negro, los demonios no acostumbraban a usar zapatos. En la pelea, incluso usaban las zarpas de sus pies.

Antes de salir de su departamento por última vez, se miro en el espejo. Respiro hondo un par de veces antes de que su esclerótica negra le intercambiara la mirada, saco su sonrisa puntiaguda antes de salir. Estaba listo

Llegó al campus de la universidad y camino entre los viejos y a esta hora, vacíos pasillos de los edificios de la facultad. No le fue difícil encontrar el edificio del internado.

Freezer, Dodoria, Zaboon y Gyniu, se habían apropiado de ese piso del edificio del internado de varones. Todos los que vivían ahí, sabían muy bien que eran los jefes y que quienes se enfrentarán a ellos pagarían las consecuencias. La cosa había pasado de simple intimidación a casos más graves, el acoso a algunos compañeros había llegado a tal grado para algunos de los alumnos, que las consecuencias llegaron a intentos de homicidios y suicidios. Que no todos se quedaron en intentos, pero hasta ahora la influencia de las familias de los muchachos, los había vuelto intocables.

Habían muchos otros rumores a su alrededor, fiestas fuera de control con gran consumo de alcohol y de drogas de por medio, otros rumores decían que habían violado a algunas chicas en esas fiestas. Nunca se confirmó, ellas nunca lo denunciaron, pero se sabía que el acoso y la vergüenza pudo estar puesto de en medio para no hacer o tal vez incluso la intimidación.

Aunque muchos se habían unido a ese "particular grupo", ellos eran los líderes y quienes habían empezado todo.

Freezer despertó cuando la puerta se abrio de par en par, estampando se contra la pared.

Miro a su compañero de habitación con el seño fruncido y le lanzó una almohada para que despertara.

- Gyniu idiota, despierta, cierra la puta puerta.

Gyniu se dió la vuelta sobre su costado y siguió roncando tranquilamente, bufo exasperado. Podrían prender le un cohete en sus pantalones y él idiota no se despertaría. Tal vez lo haría en alguna ocasión, pensó con malicia, antes de pararse a cerrar la puerta. Mientras caminaba a ella, sintió un líquido ligeramente caliente en el piso, bajo la mirada al piso y vio que dicho líquido era oscuro, casi como si fuera.....

Cuando la luz se encendió, ya no pudo evitar despertarse.

- ¿Por qué carajo prendes la luz Freezer?, Mañana hay un puto ex....

Se quedo callado al ver la expresión de su amigo, se paró al instante y pudo ver lo que había en el piso.

Un enorme charco de sangre que crecía cada vez más hacia sus pies, venía desde el pasillo. Intercambio una mirada alterada con su compañero antes de que éste se lanzará hacia la cama en busca de su teléfono, él lo imitó al instante. Pero antes de que sacará el aparato de debajo de la almohada, algo lo tomo del tobillo.

No había ni tecleado el primer dígito del número de emergencias, cuando su compañero soltó un grito. Apenas si levanto la mirada hacia donde estaba y lo vio salir disparado hacia la ventana de la habitación, destrozarla en el proceso y caer hacia al vacío. Corrió sin sentido al marco, estaban en el cuarto piso, no sobreviviría a la caída.

Antes de que pudiera asomarse y ver lo que había pasado, sintió una mano en su hombro derecho. Dio un respingo y retrocedió torpemente hacia la pared, pisando los vidrios rotos en el proceso.

Híbrido.            (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora