La tragedia de Hunter De Vil. (Calle 101 Dalmatas)

Hunter y Dylan 10

Una rutina

Eso es muy precisamente en lo que la vida de Hunter se habia transformado actualmente.

Despertar.

Desayunar comida para perro.

Hacer tareas del hogar, reparar u actualizar cualquier cosa que pudiera ser reparada o actualizada.

Cenar comida para perro.

Dormir.

Enjuague y repita.

Eso es en lo que se habia transformado su vida cotidiana.

Era muy cansado para el tanto física como mentalmente y cada dia se hacia mucho mas notorio para los cachorros que lo rodeaban y dormían sobre el que el no disfrutaba ni en lo mas mínimo para nada poder entenderlos.

El estaba enfermo, los humanos no se supone que puedan entender a los animales o hablar de la misma forma en que el puede con ellos.

Por que estos bobos perros no podian entender algo tan simple como eso?

¡Esto no era algo bueno!

Siempre que el los entendía o hablaba con ellos, sólo servia para recordarle todo tipo de cosas malas y deprimentes. Como que el ya no es normal.

Por que ellos crerían que el que el se quedara con ellos era algo bueno para el?

Hunter dejo escapar un suspiro, sintiendose patetico, ahora el no es diferente a las ancianas que se rodean de cientos de gatos para aliviar sus sentimientos de soledad.

El ahora no se siente solo, si, pera el nunca quiso esto cuando soñó y deseo con toda su alma tener lo mismo que estos dalmatas tienen.

El queria una familia, si.

Pero el quería una familia HUMANA.

hermano humanos, madre y padre humanos, el deseaba eso. Personas con las que se pudiera identificar o adaptar ..., sentir como que realmente pertenece a algo.

Pero ... todo lo que tiene actualmente son sólo animales ..., no personas.

Hunter volvió dejar escapar otro suspiro pot lo bajo y dejó aun lado las herramientas que previamente estaba utilizando para crear una máquina dispensadora de pelotas de tenis segura para cachorros afuera en el jardín de los dalmatas.

Era una pequeña pero practica catapulta con un compartimiento de pelotas de tenis a sus pies que podia tomarlas y dispararlas de forma continua sólo con el presionar de un boton.

"¿Esta lista, señor cara chistosa?", pregunto una cachorra felizmente, otros muchos mas cachorros estando detras de ella, esperando ansiosos por que Hunter terminara de crear la máquina que podia lanzar pelotas para que ellos persiguieran.

"...", Hunter no respondió, demaciado inmerso en su burbuja mental el sólo se apartó en silencio y dejó que los cachorros descubrieran por si mismos si la maquina estaba o no estaba terminada.

El regreso al interior de la casa y se sentó en el sofa de la sala de estar.

Pronto, dos cachorros se le unieron. Uno de ellos colocándose sobre su regazo. Sin notarlo, su mano derecha comenzo a acariciar la espalda de la cachorra, Dixie, que se habia colocado en su regazo.

El otro cachorro, Dan, sólo soltó un bostezo, 'Yawn', recargo su cabeza en el regazo de Hunter, y procedio a tomar una comoda siesta.

De nuevo, sin parecer notarlo, la mano izquierda de Hunter comenzó a acariciar con su pulgar la cabeza y hocico del otro cachorro.