Siempre estaré contigo

Capítulo 1

JULIANA:

Eran las 7 de la mañana y los rayos del sol ya entraban por la ventana, era un día muy bonito, pero jamás imaginé que ese día cambiaría mi vida.

Mientras abría los ojos podía ver la delicada y hermosa cara de Valentina, esperaba con todas mis ansias que abriera sus ojos para poder ver ese azul que me mataba, ese cristal que podría romper cualquier barrera, esos hermosos ojos azules por los que mataría cada día de mi vida.

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VALENTINA:

Hey Juls! cómo amaneciste hoy, te vas muy guapa.

Muy bien, estaba esperando que despertaras

Bueno amor, tengo que ir a la empresa, voy a tomar una ducha. - dijo Val mientras se levantaba y me quedaba estupefacta de su escultural cuerpo de diosa

Si quieres te acompaño y de paso ahorramos un poco de tiempo

Juuuuuls!, ¡está bien solo porque debo bañarme, pero Ven ya!.- mientras tomaba una toalla del clóset y se dirigía al baño.

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Valentina terminaba de recojer su cabello y antes de que pudiera darse cuenta, sintió las suaves manos de su chiquita bajando por su abdomen a donde ella más la necesitaba.

¿Qué haces Juls? ¿No se suponía que íbamos a tomar solo una ducha?

-Shhhh...déjame abrazarte!

¡Está bien, pero si sigues abrazándome así! ...-Valentina no terminaba de pronunciar la palabra hasta que sintió que su piel se erizaba con cada palabra, aliento y beso de Juliana.

Al principio Valentina trataba de mantener sus piernas juntas, pero Juliana exploró con insistencia cada parte de su cuerpo hasta que cayó rendida ante sus caricias. Sin pensarlo más, inclinó la cabeza hacia atrás para apoyarla en los hombros de la mujer que tanto amaba.

Valentina había estado muchas veces en esta situación, pero solo había una persona en el mundo que fuera capaz de darle un verdadero placer, jamás sintió algo parecido cuando estaba con Juliana, quién a su vez disfrutaba cada caricia de la rubia.

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JULIANA

Sabía que Val me necesitaba después de todo, esta semana había sido muy abrumadora para ella, quería que dejara todos sus problemas un rato y que pudiera liberarse conmigo.

Bajé mis manos donde ella más me necesitaba, la volteé quedando frente a mí, no podía dejar de ver esos hermosos ojos, hasta que los cerró y me dio un beso, empezando lento pero cada vez más intenso, sentí como su mano bajaba por mis hombros hasta llegar a mi espalda y pegando mi trasero contra el suyo.

VALENTINA

Bajé mis manos por su espalda hasta llegar a su trasero y pegarlo contra el mío, empecé a besarla con más intensidad ahogando sus gemidos en cada beso, sentía que iba a llegar a mi máximo de placer, hasta que todo se puso negro

JULIANA

Sentía como Val incrustaba su lengua en mi boca, las dos ahogábamos nuestros gemidos en cada beso, pero de repente dejó de besarme.

¿Val pasa algo?

¿Val?

¿Amor estás bien?

Sentí como su cuerpo se caía, no reaccionaba así que la cargué hasta la cama, me puse algo de ropa y también a ella, mientras pensaba que iba a hacer; tuve suerte, Guille estaba en la casa y lo llamé para que me ayudara.