¡Eso no da miedo! 🍂Soojun / Yeonbin

Ok. I'm scared

Soobin bajó las escaleras quejandose para sus adentro, molesto por no poder dormir y descansar de aquel estresante día. Ya quería que terminara, pero apenas iban a ser las 11 de la noche, lo que significaba una hora más de calvario.

Tomó el camino del comedor para llegar a la cocina y procedió a cumplir con su tarea. Vertió leche en un jarro y la pusó a calentar mientras preparaba cinco vasos de cristal. Espero que la leche se calentará lo suficiente y la sirvió con cuidado en los vasos. Lavó rápidamente el jarro y colocó los vasos sobre una bandeja para llevárselos mas cómodamente a los infantes.

Tomó la bandeja con cuidado y caminó de regreso al comedor para atravesarlo y dirigirse a la sala, sin embargo, al girar en dirección a las escaleras, accidentalmente derramó un poco de la leche de uno de los vasos sobre su mano. Soobin siseo, no estaba tan caliente, pero aun asi lo había quemado y manchado la manga de su pijama.

—Rayos.—Vociferó por lo bajo y dejó la bandeja sobre uno de los peldaños de la escalera para poder limpiar su mano, utilizando una de las servilletas que había tomado para los niños. Tal vez lo mejor sería decirles que dejen enfriar un poco la leche para tomarla sin riesgo a quemarse.

—¡No dio nada de miedo!—Escuchó decir desde la sala, llamando por completo su atención.

Soobin identificó esa voz como la de su sobrino Sanha. El mayor dirigió su mirada hacia la sala más no pudo ver a los niños desde su posición y tampoco quería asomarse ante el riesgo de interrumpirlos.

—Es cierto, ¿a quien le puede asustar una casa viva? Por favor, hasta se veia tierna.—Le secundo su pequeño vecino Minhee.

¿Tierna? ¿Si esa casa del diablo era tierna entonces que era Yeonjun? ¿La bolita de algodon más apachurrable del mundo? Spoiler, si lo es.

—¿Que película vemos ahora?—Preguntó su pequeño Hueningkai y Soobin pudo escuchar el sonido de netflix cuando hacías "zapping".

—Ninguna. ¡Mejor vamos a contar historias de terror!—Exclamó Beomgyu, el hijo de los señores Jung, el matrimonio al otro lado de la calle.

—¡Si! ¡Yo quiero!—Soltó entusiasmado el mejor amigo de su hijo, Taehyun.

Pronto los cinco niños comenzaron a soltar exclamaciones de emoción ante la idea. ¿Como podía emocionarles algo asi? ¿No se supone que los niños le tienen miedo a las historias de terror y temen mirar bajo la cama o dentro de su armario? Almenos podía decir con seguridad que su hijo no, incluso podría apostar que ya se hizo amigo del moustro bajo su cama y se reían de su asustadizo padre todas las noches.

—¡Apaga la televisión!—Indicó Kai.

—Pero no veremos nada.—Objetó Minhee.

—No se preocupen, aqui tengo una linterna.—Soobin escuchó el característico sonido que hacia dicho objeto al encenderse.—Acérquense, jóvenes, la hora del terror esta a punto de comenzar.—La voz que utilizó su terrón de azucar realmente le causo escalofríos.—¿Quien quiere empezar?—

—¡Yo! ¡Yo!—Exclamó con insistencia Sanha.—Está es la historia de un niño que le gustaba jugar con muñecas.—

—¿Solo eso? A Minhee tambien le gusta jugar con muñecas y eso no es aterrador.—Declaró Beomgyu, seguido de un quejido de dolor.—¡Oye! ¡Eso dolio!—

Soobin no pudo evitar sonreír, Minhee podía ser el más pequeño del grupo, pero sabía defenderse.

—Pues te lo tenías merecido. ¡Ahora cállense y escuchen!—Sentenció su sobrino y pronto todos estuvieron callados, ansiosos por oir la história.