Esta seria la mejor noche de su vida, -sin menospreciar todas las noches entre los brazos de su amado- habían pasado ya cinco meses luego de que Kim Taehyung le había confesado su amor y fue el mejor día de su existencia hasta el momento, pero no pudo llevar a cabo su plan...
Pero hoy no se le escaparía, tenia que ser completamente suyo, sabia bien que su hyung jamás le haría daño ni nada por el estilo, así que confiaba plenamente en su fidelidad, pero algo dentro suyo le decía a gritos que necesitaba entregarse en cuerpo y alma al perfecto ser que se encontraba de pie frente al horno, esperando que las galletas que había preparado estuvieran listas.
Su novio sabia cocinar divinamente, ¡Era oro puro! No iba a dejarlo ir jamás, lo amaría con toda la fuerza de su corazón.
Y si el destino que los unió los separaba, lucharía con todas sus armas para no soltar su mano.
Pero si algún día su TaeTae le pedía terminar con su bella historia, lo dejaría ir y guardaría en su memoria cada valioso segundo a su lado. Lo que si tenia por seguro era que si volvía por él, le regalaría su corazón nuevamente y lo amaría con la misma fuerza, como si otra vez fuera su momento.
"Koo, mi amor ven aquí" llamó el castaño al menor que se había perdido en el espacio tiempo por quedarse observando con insistencia a su hyung.
"Voy TaeTae" el azabache se acerco mirando todavía con admiración a su novio.
El mas pequeño se puso en frente de su castaño y abrió su boquita esperando a que el mayor le diera una de sus deliciosas galletas.
Contrario a lo que esperaba, lo único que recibió del mas alto fue un apasionado beso que no tardo en corresponder. Rápidamente fue empujado contra la pared mas cercana, para luego ser levantado como si nada desde los muslos enrollando las piernas alrededor de la cintura del castaño.
Luego de abusar del los perfectos labios del azabache dejándolos completamente rojos y un poco hinchados, el de piel canela paso a repartir suaves pero húmedos besos en el cuello y las clavículas del menor quien soltaba suspiros y tiernos gemidos de rato en rato.
" H-Hyung~" suspiro el menor cuando Tae dejo de besarlo y lo dejo de nuevo en el piso para continuar vigilando sus galletas como si nada hubiera pasado.
¿Qué rayos acaba de pasar? Pensó el azabache, el juguetón era él y nadie iba a quitarle el lugar. Empieza el juego Kim Taehyung.
Se acomodo un poco la ropa y el cabello para lucir menos humillado de lo que estaba y subió rápidamente las escaleras, le agradecería a sus suegros por dejarles la casa sola cada fin de mes y a Jackson por haberle enviado esa lencería el día anterior.
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Luego de que termino de cambiarse escucho pasos que venían desde la escalera.
"Justo a tiempo" se sentó sobre la cama con las piernas a los costados y las manos en medio de manera tierna a su parecer, sabia que eso así que su castaño se... emocionara.
"¿Kook? ¿Bebé? ¿Estas ahí?" Pregunto el mas alto tocando la puerta.
"A-Aqui estoy Hyung" respondió fingiendo inocencia "P-Pasa por favor" agrego suspirando listo para lo que venia.
El castaño abrió la puerta encontrándose con una muy linda sorpresa.
Su bello novio vestido adorablemente y a la vez tan sexy que lo sacaba de sus órbitas, su piel tan blanca como la nieve brillaba con la luz de luna que se colaba por la ventana y sus hermosas mejillas decoradas con un perfecto rubor. Jeon Jungkook era un ángel y la definición del pecado hecho persona.
"¿T-Te gusta TaeTae?" Preguntó el azabache.
Joder le encantaba, pero no caería, se prometió así mismo esperar a que su bebé fuera mayor de edad por lo menos, lo de la cocina habia sido uno como tantos de los momentos en los que sentia que ya no podia controlarse y solo necesitaba un poco de contacto para tranquilizar su deseo de morder la manzana prohibida (e ilegal) que era su Kookie, además no quería que pensara que para él era un juego.
"Koo, las galletas están listas mi amor, ¿Qué tal si bajamos a cenar?" Propuso el mayor dandose la vuelta para regresar por donde vino, congelandose cuando escucho un sollozo proveniente de su bebé. Rápidamente giro y vio lagrimas cayendo de las mejillas de su novio, el cual tenia la cabeza gacha y un puchero en los labios, se acerco y se sentó a su lado y lo abrazo con fuerza contra su pecho. "Bebé, ¿Qué paso?" Preguntó con calma.
"E-Ese es el problema Tae, me ves como un bebé, y-ya no lo soy, ya estoy listo para lo que s-sigue entre nosotros" respondió el azabache abrazandose al mayor.
"¿Y quien dice que esto es lo que sigue especificamente?, mi amor, se que no eres un bebé, solo me gusta mimarte ya que eres todo para mi, no tienes que forzarte a esto solo porque quieres demostrarme que ya creciste" contesto Kim dejando suaves caricias en los cabellos del azabache.
"N-No es así, yo q-quiero que pase esto, lo quiero todo contigo Tae" aseguro el menor sentándose con delicadeza en el regazo del castaño.
"¿Estas seguro, mi amor?" Preguntó con cariño el mas alto levantando al menor y acostando su cuerpo sobre la gran cama para luego colocarse entre las piernas del azabache comenzando a repartir tiernos besos en la piel sensible del cuello de Jungkook que sabia perfectamente que era su punto debil.
"S-Si hyung, estoy l-listo" respondió comenzando a ruborizarse por los nervios.
El castaño subió su mano hasta sostener las del azabache sobre la cabeza del mismo (jk) y entrelazar sus dedos juntos, subiendo el rostro poco a poco para culminar dandole un beso suave en los labios en el momento exacto en el que sonó la alarma que señalaba las doce "Feliz cumpleaños, Jungkookie, deberias pedir un deseo" dijo Taehyung sonriendo perfectamente sobre los labios del menor.
"Ya tengo todo lo que queria" aseguro el azabache mientras que él castaño regresaba a las labores en su cuello y claviculas.
Y entre besos, palabras hermosas, roces y caricias demostraron que al parecer tenían razón, la primera vez jamás se olvida.
Esa noche unieron sus cuerpos de tal manera en la que se sentían contrastados y en perfecto orden, aunque su piel quemaba por fundirse en un solo ser, se tuvieron que conformar con el rose celestial de sus almas.
Hay un pequeño relato que habla de los verdaderos amantes, que al momento en el que se unían en cuerpo, sus corazones se sincronizaban cual reloj para que cada aliento sea compartido y cada emoción sea anhelada con alegría, hasta que la muerte los separe e incluso se pensaba que podían ir juntos hasta el mas allá en busca de una nueva vida para seguir amandose.
En esas cuatros paredes se demostró que esa pareja eran verdaderos amantes y necesitarían de una infinidad de vidas para demostrar todo el amor que se tenían.
Holi, aquí tenemos el primer extra aunque es algo cortito trate de que salga de lo mejor posible, gracias por darse el tiempo de leer. Por cierto no entre en detalles del delicioso porque pensé que les agradaría conservar la pureza de la historia, o no? Xd.
Psdt: Kookiecumplía 18 años en la historia. (Ya era legal)
