Let's Be Friends

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Narra Dipper

Ha pasado un tiempo y no he vuelto a ver a ese chico, realmente no me alegra pero tampoco me entristece, en este momento estoy sentado en una roca mientras observo a mi tío encendiendo el Stan O'War, sinceramente no quiero entrar a ese bote, por más limpio que se vea, quería quedarme en la cabaña del misterio, donde puedo estar acostado sin que nadie me moleste, si, me he vuelto un poco cascarrabias, pero que se le va a hacer? Soos había estado tratando de animarme mientras estuvo aquí pero fue casi en vano, sigo yendo a aquel lugar donde puedo ver el amanecer, el tío Stan pudo encender el barco, mi hermana subió muy feliz a él, yo los seguía a paso lento, de repente sentí como alguien chocaba contra mi espalda y me tumbaba al suelo, sea quien haya sido se sentía más pequeño que yo, escuché un quejido de su parte y luego de limpiar la arena de mis ojos logré ver a un chico menor que yo, o al menos lo parecía, tenía la piel un poco más bronceada que la mía y el cabello azul celeste, era adorable, en seguida se levantó del suelo y empezó a disculparse además de ayudarme a levantarme del suelo también, parecía ser menor que yo. No pasaron ni dos minutos cuando escuché a otra persona gritar, esa voz la reconocí al instante, era Bill, le dio un pequeño golpe en la cabeza al otro chico de nombre Will o algo así lo llamó Bill, al verme me saludó alegre, pero su sonrisa daba un poco de miedo, la mirada de sus ojos era penetrante, sentía que me llamaba, de no haber sido por que mi hermana me llamó posiblemente hubiera estado ahí durante horas, solamente viendo sus ojos, mierda, siento algo raro en mi estómago, y no son arcadas por el olor a pescado, es otra sensación, es como si subiera y bajará mil veces.

—Dipper vamos, es hora de ir a navegar con el tío Stan!—dijo con entusiasmo jalando el brazo de su hermano—

—Mabel, yo no quiero ir, prefiero quedarme aquí en tierra firme—objetó con la esperanza de convencer a su hermana para que lo dejara en la orilla, no parecía tener ganas de ir a navegar—

—pero, vas a quedarte solo, si quieres me quedo a acompañarte—sugirió, acercándose a su hermano—

—no—volvió a objetar casi de inmediato el castaño, aunque para ella, eso ya no era de extrañar—ve con el tío Stan, yo estaré bien, en serio Mabel, ve diviértete, consigue un romance veraniego —él sonrió, era una técnica infalible cuando se trataba de liberarse de su hermana—

—luego de pensarlo bien la castaña suspiró, se acercó a limpiar la frente de su hermano depositando un tierno y cálido beso, como los que una madre te daría en un día en el que no te sientes para nada bien y te quedas en cama— está bien, llámame por si cambias de opinión, nos vemos después —entonces, como el resto de las personas que han estado al lado del castaño... Ella se fue, provocando una fría sensación en el estómago de Dipper, ese sentimiento de cuando algo o alguien muy preciado para ti está en peligro y sabes que lo está—

—vaya, no esperaba que se sintiera así—se dijo a sí mismo con las manos en su estómago y luego vio al rubio— es una sorpresa encontrarte aquí, Bill

—también es una sorpresa, no pensé que salías, por tu apariencia post zombie creí que pasabas yendo de la refri a tu cama y de vez en cuando al baño—dijo connuna pequeña sonrisa burlona, recibiendo un golpe en su brazo que había sido proporcionado por su gatito castaño— hey sabes que si parecía, quieres un helado?

—entonces captó toda su atención— ¿helado dices? —lo vio con una pequeña y tierna sonrisa— ahora si tienes toda mi atención Bill

—vayamos entonces, te compraré el que quieras, y no quiero buenas notas a cambio —ambos rieron, era típico de madres pedir buenas notas a cambio de casi todo—

—el castaño se puso detrás del rubio y empezó a empujarlo hacia el puesto de helados sacando un poco la lengua con una linda sonrisita en sus labios— quiero mi súper cono Bill

—oh no, qué está pasando? Siento mi cuerpo más pesado y ay estoy a punto de caer —entonces fue cuando se echó hacia atrás cayendo sobre el castaño quien sacó la cabeza por un lado— uy que almohada tan rica

—salte de encima o voy a jalar tu cabello—sentenció, a lo que el rubio se levantó de inmediato, según el rubio, com cosas tan sagradas como su pelo no se juega, luego de ambos ir por el helado estaban caminando por la orilla, conociéndose— vengo de California, tengo sólo una hermana y padres alcohólicos, tuve un paro de mascota a los cinco y se lo comieron cuando tenía siete

—oh no, pobre patito, mi hermano criaba palomas, recuerdo que cuando las llevaba afuera decía "vuelen mis preciosas aves! Vuelen!" Y levantaba los brazos como si fueran alas— ambos rieron un poco, luego voltearon la vista hacia la costa, los botes regresaban, incluyendo al Stan O'War— creo que tu familia regresó

—la sonrisa del castaño se desvaneció, ahora estaba feliz con Bill pero, tener que volver a la cabaña con su familia, por alguna razón, no le emocionaba— si, pero bueno era obvio, nos vemos Bill —besó su mejilla y caminó hacia donde estaban su tío y hermana hasta que algo lo detuvo, un agarre en su antebrazo—

—seamos amigos, ok? Al menos a mí me gustaría ser amigo tuyo —sonrió, mientras le pasaba su número— escríbeme cuando llegues —besó su mejilla igual y luego se fue, por cierto había olvidado que había ido com su hermano así que Will tuvo que regresar a pie—

—por otro lado en las mejillas del castaño había un pequeño sonrojo, tomó sonrojado y se fue con su familia rápidamente en tanto llegó a casa empezó a chatear con él, era su primer amigo en años, vaya que estaba feliz—

My Demons Donde viven las historias. Descúbrelo ahora