Intercambiadas al nacer

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La primera carta la recibió con 14 años.

Cualquiera en su lugar, asustada como estaba, hubiese buscado ayuda en alguien pero claro, ella no era una chica cualquiera.

La primera de todas se la encontró en la ventana de la habitación. Al principio pensó que la carta no iba para ella pero su nombre al final del texto le hizo cambiar de parecer.

Buenas querida,

Quizás ahora no entiendas nada pero debes creer lo que voy a decirte, estoy de tu parte.

Mi nombre es Javier, puedes llamarme Javi y soy o tristemente era el mejor amigo de tu abuelo, Asier.

Se que no lo conociste y esto te otorga poca información sobre mi o sobre tu abuelo, pero este no es el objetivo de la carta. Siento tener que decírtelo así pero digamos que no tengo otra opción.

Conoces los casos de bebés robados? Lamento decirte que eres uno de ellos... no robado pero si intercambiado.

No puedo seguir escribiendote, van a pillarme pero ya te contaré más.

Necesito que me creas, suena a locura pero todo lo que te digo es cierto y tengo pruebas Natalia.

Atentamente,

JR.

La primera vez que recibió una de aquellas cartas pensó que se trataba de alguna broma sin gracia.

Con el paso del tiempo su cajón guardaba cientos de cartas com aquella. Algunas trataban sobre historias de su desconocido abuelo Asier, otras trataban de su supuesta madre biológica y algunas eran pequeñas confesiones de Javi. La última carta que recibió fue esta:

Oli!

Se que te sorprenderá que me refiera a ti de esa manera pero Maria, tu madre, siempre me dijo que te llamaría de aquella manera, le parecía un apelativo cariñoso y muy bonito.

Hoy quería hablarte de tu abuela, Isabel. Se que tampoco tendrás recuerdos de ella pero mereces tenerlos.

Isa era una mujer peculiar y muy guapa, hay que decirlo. Supongo que por eso nos llevaba a todos los chicos y a alguna que otra mochuela, como locos. Yo fui el primero que sucumbió a sus encantos, después fue tu abuelo.

Siempre me quedaré con las ganas de pedirle disculpas a Asier, poco después de que él muriera, Isabel (embarazada ya de tu padre) y yo, volvimos a estar juntos.

Para que lo entiendas, tú eres nieta de Asier, una Frost de pleno derecho y hija de Mikel Frost, así se llama tu padre.

Tu primer instinto va ser buscarlo, no lo hagas. No debe saber que sigues viva o el plan se vendrá abajo hija.

Esta será de las últimas cartas que recibas por ahora, intentaré hacerte llegar más a tu casa.

Suerte en la graduación del internado Nat,

JR.

Una vez salió del internado se leyó aquellas cartas doscientas veces .

En gran conjunto lo que Javi le quería decir era que su supuesto padre, Mikel Frost, no quería hijos y cuando su mujer quedó embarazada intentó por todos los medios que el bebé desapareciera.

Primero intentó que su mujera abortara pero la veía tan emocionada con su embarazo que supo que no la convencería nunca.

Más tarde probó con algún que otro susto, algún golpe para dañar al bebé... pero tampoco resultó.

Y justo cuando iba a darse por vencido se topó con la historia de aquella pobre familia.

Mikel recorría los pasillos del hospital nervioso, no quería ningún criajo malcriado como seguro saldría metiendo las narices en sus negocios. Iba sin mirar y esa fue la razón por la que acabó chocando con un hombre que parecía haber visto a la propia parca con sus ojos.

"Perdona" dijo hipando el chico

"No, perdóneme usted" dijo con su cínica amabilidad Mikel

"Es que estoy muy nervioso" Mikel rodó los ojos, nadie le había preguntado "Mi mujer está en medio del parto y nos han dicho que es muy posible que nuestra niña nazca muerta" abrió los ojos

Ahí estaba su plan.

"No sabe cuánto lo lamento, espero que no sea nada. Nos veremos" se despidió el señor Frost

Empezó a mover hilos con sus contactos y consiguió colocar a dos de sus chicos como enfermeros. Estos se encargaron de intercambiar a los bebés sin ser vistos ni levantar sospechas.

"Noooooo!" Oyó el grito desgarrador y el llanto de su mujer y sonrió

El plan había salido bien, ahora tenía que actuar. Y eso es lo que hizo 18 años, interpretar que su hija había muerto en aquel hospital. Todo le había salido bien, incluso su mujer le había cogido miedo al embarazo y no lo habían vuelto a intentar.

Hasta que llegó Javier Reche, el suegro de su socio, Miguel Ángel Martínez. Ese hombre les estaba jorobando la existencia a más no poder.

El padre de María (la madre biológica de Natalia) era un hombre querido por todos y con un importante negocio. Era tan bueno que a Mikel no le costó ni un año engañarlo para que le cediera la dirección del negocio en cuanto él muriera. La sorpresa le llegó a Mikel cuando en el testamento, Asier dejaba el 70% de la empresa a su nieto o nieta si es que llegaba a tener.

Tenía que hacer algo más, no podía dejar que el viejo consiguiera ponerse en contacto con la niña y les fastidiara el plan. Así que provocó un accidente automovilístico para deshacerse de ella.

Lo que no llegó a saber es que alguien llegó a salvar a la niña...

On My OwnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora