Cachorro [Omegaverse]

Alfa Idiota.

Louis gruñía por lo bajo, mostrándole sus pequeños colmillos al alfa en frente de el. Las personas de al rededor lo miraban extrañadas, no era normal ver un omega gruñirle a un alfa.

-Cariño, ya paso, vamos. Perdón, alfa.-Decía su madre con su cabeza abajo, también era omega. Ella desprendía un olor a miedo, entendible, nadie sabía cómo podría reaccionar el fuerte alfa al frente de ellos.

20 Minutos antes.

-Mami, ¿me compras un helado, por favor?.-Pregunto el pequeño omega mirando a su madre con ojitos de cachorro.

-Esta bien, pero luego nos vamos.-Dijo su madre accediendo, digamos que más bien acepto porque sabía que su hijo iba a molestar todo el dia con eso.

-Quiero de piña y menta.-Pidió Louis al beta que vendía los helados.

-Aquí tienes.-Dijo este 2 minutos más tarde pasándole el helado al castaño.

Louis se dio vuelta sin ni siquiera agradecer y miró una banca en el parque. Su objetivo era ir y sentarse para disfrutar ese helado tan delicioso que tenía en sus manos.

Pero este se vio interrumpido ya que cuando iba caminando alguien pasó al lado suyo y botó su helado al suelo. Louis se quedó callado mirando como el dulce se derretía al pasar los segundos.

-Oh, perdón, cachorro. No te vi.-Se disculpó el alfa. Louis supo que era alfa ya que, desprendía un fuerte olor a chocolate y vodka, por alguna razón su omega se movía con fuerza en su interior queriendo acercarse al hombre. Pero Louis estaba tan enojado que ni siquiera lo noto.

-Bebé, ya pague el helado, vámonos. Me demoré porque al chico se le calleron mis monedas-Decía su madre pero su voz paró al ver la escena.-Oh, no te preocupes, cariño. Podemos comprar otro.

-Si quieres lo compro yo...

-¡No! Alfa idiota.-Interrumpió Louis. Su madre, el alfa y las personas alrededor abrieron sus ojos sorprendidos al ver que el omega insultaba al alfa.- Dios, me botaste mi sabroso helado, ¿Los alfas siempre son así de estúpidos?

-¡Louis!.-Reprendió su madre.

Presente

Harry no se sentía enojado o molesto, en realidad le causaba gracia como el cachorro gruñía y le mostraba sus colmillos. El omega desprendía un suave olor a rosas y colonia de bebé. Raro, pero a él le encantaba. Cuando lo vio por primera vez se quedó embobado. Su alfa de retorcía en su interior queriendo acercarse al irrespetuoso omega y marcarlo con su olor.

-No, cachorro, no todos somos así.-Respondió Harry sonriendo. Louis quiso tocar su hoyuelo pero recordó que estaba enojado así que dejo pasar ese sentimiento.

-No me conoces, no me digas "Cachorro", idiota.-Louis estaba sonrojado. Su madre solo miraba todo divertida, ya no tenía miedo. Se dio cuenta que el alfa no tenía malas intenciones con su hijo ya que este no desprendía aroma pesado, osea, de enojo.

-Uhm, bueno, omega. No se como te llamas, ¿Me podrías decir tu nombre?.-Preguntó acercándose.

-L-louis Tomlinson.-Respondió el castaño golpeándose mentalmente por tartamudear. ¿Quien no se pondría nervioso al tener a un alfa como este cerca?

-¡Oh, sí te conozco, cachorro!

-¿Lo haces?.-Preguntó al alfa confundido, él no lo conocía.

-Eres el omega irrespetuoso de la familia Tomlinson, sin ofender.-Dijo Harry mirando a la madre del pequeño, quien solo negó restándole importancia.-Todo Doncaster te conoce.

-Oh, uh.-Louis miró al suelo un poco triste, solo lo conocían por ser un mal omega. El alfa de Harry lloriqueo al sentir la tristeza del omega mezclarse con su delicioso olor.

-¿Qué pasa omega? ¿Te puse triste?.-Preguntó Harry preocupado, no quería hacer sentir mal a su cachorro.

-No te importa. Tenemos que irnos.-Louis tomó a su madre de la mano y caminó lo más rápido hacia el auto de la última. No quería seguir hablando con ese alfa, se sentía raro.

Harry se quedó atrás confundido y con su alfa triste porque el omega se había alejado. El ruloso sabía que había encontrado a su omega pero al parecer el cachorro no se daba cuenta que el era su alfa. Se notaba que no sabía mucho de esto.