Una sonrisa fué su última despedida antes de salir del Baratie, siendo recibido por los dos azabaches más una tercer cabeza.
-¡Sanji, date prisa! La competencia de disfraces será pronto y quiero participar -le gruñó un molesto Luffy disfrazado de calabaza mientras se asomaba por la ventana de aquél Lamborghini amarillo.
-Si, si, capitán -se rió en voz baja mientras subia al lujoso carro y luego arrancaba- Creí que estarías en la fiesta ¿qué pasó?
-Nami-ya echó a Mugiwara-ya antes de que peleara por los pasteles gyojin... Otra vez -se metió en la plática Torao luego de doblar a la derecha para tomar un atajo- Sabemos que te gustan los dulces pero creo que exageraste.
-Es verdad, rompiste muchos platos y arrancaste muchos cables en tu pelea por un pastel fresas. Espero que no te metas en problemas con Fukaboshi -murmuró Usopp con algo de miedo en su tono al recordar la mirada del peli-azul- Quizá no nos dejen entrar.
Los peli-negros mayores soltaron un suspiro de pesadez mientras Luffy solo reía. Los tres pensaron en que Luffy era un espíritu libre demasiado despreocupado, no entendían como Zoro podía cuidar de él.
-¡Torao, cuidado! -le gritó el azabache menor al ver como una limosina se pasaba un alto y casi chocan contra ellos.
Trafalgar alcanzó a frenar un poco pero el susto no se les pasó a ninguno de los cuatro, aunque él estaba más molesto debido a que el dueño comenzó a gritarle luego de bajarse de la limosina.
-Maldito ¿Ves lo que hiciste? Éste maldito rayón te costará muy caro -escupió con odio mientras empezaba a golpear el lamborghini con una botella gruesa de champagne y crearle algunas abolladuras.
-Oh no, no lo harás -gruñó el ojeroso quién se bajó del coche y atinó a darle empujar al molesto extraño, haciendo que este cayera de sentón contra el asfalto.
-¡Stelly-sama! -chilló su acompañante para ver si estaba bien- ¡Son unos animales! ¡¿Cómo pueden hacerle ésto a Stelly-sama?!
-¡¿Él como pudo hacerle ésto a mi auto?! ¡Solo le hice un rayón, él terminó de aboyarlo! -el moreno estaba listo para repartir golpes pero fué detenido por Sanji quién lo sostenía de los brazos para que no repartiera más golpes.
-¿Auto? ¿Llamas a ésta chatarra auto? Es casi tan ridícula como sus disfraces -un tercer golpe fué dado por el castaño, junto a una sonrisa de desprecio. Sonrisa que no duró mucho ya que un puño directo a su cara lo dejó completamente tirado en el suelo.
-¡Cállate, imbécil! El tuyo es más ridículo que el nuestro. ¡Nunca serás un Rey!
-Déjalo, Luffy. No vale la pena molestarse con ese idiota -le regañó Usopp empujando a su amigo para que no se metieran en más problemas.
El escándalo claramente fué escuchado por cada uno de los vecinos quienes no solo se quejaron por el griterío sino también por los carros tocando sus bocinas debido al tráfico que se había creado.
No pasó mucho tiempo para que algunas patrullas los interceptaran y se encargarán del asunto. El oficial a cargo era uno alto, fornido y de cabellera blanca, lo cuál relajó a los menores al saber que no tardaría mucho la charla, debido a que no los soportaba.
-Hey, Smoker. ¿Notaste que el rey idiota empezó todo? -habló el azabache menor mientras señalaba al dueño de la limosina que seguía sentado en el suelo pero con la cara hinchada.
El albino no dijo nada, solo miró de reojo al herido y dió una calada a su puro antes de soltar la carga de humo sobre "El rey idiota" y su acompañante.
-Coby, esposa a ambos y llévalos a la comisaría.
-¿Bajo que cargos, comandante?
-Desorden en la vía pública, desacato a la autoridad por huir aún viendo que los seguíamos... Y añade el cargo por conducir bajo efecto del alcohol -soltó otra bocanada de humo y ceniza sobre Stelly al verlo intentar quejarse, y después se giró a ver al cuarteto del lamborghini y les chasqueó la lengua- Desaparezcan de mi vista antes de que los encierre también.
-¡Gracias, humitos! ¡Es por eso que me agradas! -gritó Luffy desde la ventana del copiloto mientras el vehículo arrancaba al tener el semáforo en luz verde.
-¡Luffy, ¿estás loco?! No provoques a un oficial que nos tiene en la mira -lloriqueó el amigo narizón mientras observaba al oficial que lentamente se perdía de vista.
-A juzgar por su color rojo, parece que está furioso por el apodo. -Sanji bajó una ventana y encendió su cigarrillo- Dudo que alguien como él se llegue a sonrojar por un cumplido.
-Pues no es tan difícil ponerlo rojo -pensó en voz alta el moreno, ganándose unas miradas de duda por sus amigos quienes querían preguntarle más cosas- Listo, por fin llegamos.
Les cortó la idea junto a la música que hacía eco por toda la calle, haciendo que la emoción brotara en cada poro de sus compañeros.
-¡Por fin! ¡La competencia! -Luffy rápidamente tomó a sus compañeros del cuello de sus disfraces y salieron disparados hacia el portón en dónde fueron recibidos por Viví y Kohza.
-Trafalgar ¿no vendrás?
-Lo siento, Vivi-ya. Antes tengo que revisar un par de cosas -ella asintió a sus palabras y caminó junto a sus nakamas al interior de la fiesta.
Él en cambio, se quedó observando un poco el estado del auto. Le sentaba mal que sus desvelos de los últimos tres años se vieran arruinados por un idiota ebrio pero no sé echaría a llorar, solo respiró hondo y se asimiló trabajando jornadas más largas en la noche e incluso aceptar hacer las tareas de sus compañeros de Universidad como trabajo extra.
-Creo que te debo una disculpa. Debí haber actuado desde el momento en que ese tipo se bajó del auto -murmuró una voz desde las sombras que se acercó lentamente hasta el jóven médico a quién le acarició suavemente la mejilla con el dorso de su mano.
-Está bien, Smoker-ya. Solo es trabajo extra. No tienes que tomar la responsabilidad. -murmuró apartando ligeramente su mano regalandole una sutil sonrisa- No me agarres tanto. El maquillaje se caerá, y entonces tendremos un problema.
-¿Y qué clase de problema? -balbuceó ante la idea de ser lentamente acorralado entre el cuerpo ajeno y el lateral del coche.
El suave roce de labios erizó la piel del mayor, quién instintivamente cerró los ojos ante el tan esperado beso que nunca llegó. En cambio, obtuvo un golpe en su trasero que lo hizo dar un salto y mirar con mala cara al moreno menor.
-Un problema económico, claro está -una sonrisa ladina se mostró en su rostro mientras mostraba la cartera del oficial, sin nada más que una identificación y su licencia de conducir- Si lo quieres de vuelta espero que llames a una grúa y me lleves a casa. Es una orden, no una petición.
Entregó la cartera a su dueño confundido y meneó lentamente sus caderas hacia la entrada, mostrando la invitación al portero.
Smoker solo observó con vergüenza la silueta del moreno azabache mientras mordía con molestia sus dos puros al punto de romperlos y tener en la boca el molesto sabor a tabaco, sintiéndo las mejillas más o igual de rojas que hace un momento por el halago del nieto de su superior.
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𝓙𝓾𝓰𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓬𝓸𝓷 𝓮𝓵 𝓶𝓲𝓮𝓭𝓸
FanfictionQue Halloween sea una celebración llena de dulces y bromas inocentes no significa que sea buena idea desafiar al destino ni tampoco subestimar nuestra suerte.