Ya no recordaba cual fue la última vez que tuvo una conversación normal con sus padres,la verdad, ya no recordaba la última vez que sus padres fueron normales o se comportaron como unas personas racionales, gritos e insultos inundaban la casa,golpes y humillaciones, realmente ya estaba acostumbrado. Era difícil no estarlo cuando la mayor parte de tu infancia más temprana la pasaste en el lugar de las horribles discusiones.
Se podría decir que la relación padre hijo era casi nula, si no contamos los insultos diarios y que, de vez en cuando un golpe o empujón eran dirigidos hacía el.En la escuela era realmente bueno, pero para las circunstancias en las que vivía era algo que solo a el le interesaba en verdad. Sus padres desempleados y sin carrera, uno de estos sin siquiera pasar el bachillerato eran ajenos a el gran potencial de su hijo. Estos preferían ignorarlo con frecuencia, dejando un vacío en el pequeño que no se puede reparar.
Constantemente era testigo de acontecimientos atroces que ningún niño debería presenciar, a menos que ver como tu padre se emborracha y le rompe una botella en la cabeza a tu abuelo, abuelo el cual era el único que demostraba apreció o algo parecido hacia al niño, y ver como este se desploma en el frío suelo de la vieja casa, quedando inconciente sea lo que todos los niños ven a los seis años.
El suponía que así eran todas las familias, si es que se le puede llamar así, y se quedaba extrañado cuando en la salida del colegio todos los padres recogían a sus hijos con una sonrisa y con palabras amigables. Con el tiempo supuso que probablemente la causa de su soledad era causada por sus ropas dañadas y moretones en su cuerpo, le ponía triste ver como todos jugaban y gritaban o usaban sus teléfonos y escuchaban música felices, cuando en su casa era, para el, casi un delito hacer más ruido del necesario o simplemente hablar muy alto."Tu padre no era así, todo es tu culpa", "Eres un completo error, acabaste con mi matrimonio" o "Eres un verdadero estorbo" eran cosas que el pequeño peli negro estaba más que acostumbrado a escuchar, las palabras ya no le afectaban más, ya había llorado lo suficiente en el pasado por lo mismo, era una completa insensatez seguir sufriendo por lo algo tan irrelevante cuando tenía más cosas de las cuales preocuparse, como conseguir comida, por ejemplo.
No es difícil suponer el porqué, realmente. Los padres del menor se preocupaban más por sus propios gustos, preferían comprar alcohol o cigarrillos antes que un mercado decente para que su hijo se alimentará. La abuela de este tampoco se preocupaba, ni quería preocuparse, por su nieto con la excusa de "el fue un error, al igual que el matrimonio de mi hijo con esa mujer".Con el tiempo, la soledad y la tristeza eran los únicos compañero de Sebastián, un pequeño de unos 9 años, el cual era maltratado ya no sólo en su casa sino que también en el colegio por sus compañeros, los cuales se creían muy machos por el simple hecho de cree que eran más fuertes, más divertidos o populares. Sufría incontables cantidades de burlas por el hecho de que sus padres no lo llevaban o buscaban de la escuela, por tener mejores notas que todos o por el simple motivo de no llevar almuerzo o sentarse con la profesora a la hora de comer. Sin contar que, las únicas personas que se le acercaban sin ningún tipo de malicia, sin contar a algunos profesores, se alejaban poco después, al ver la inconveniente situación de chico. Todos ellos preferían tener cerca a personas más "normales", ya que el era "un simple y extraño error" o almenos así le gustaba autoproclamarse.
Al cumplir 12 años, consiguió un empleo en un mini market que se ubicaba cerca de su casa, le pagaban bien para ser un simple organizador de cajas, "Los 8$ de esta semana chico, eres un gran empleado... Espero que utilices inteligentemente ese dinero" Le decía el viejo Roberto todas las semanas al entregarle su paga. Por desgracia, tiempo después su padre encontró sus ahorros, dándole así una de las peores noches de su vida.
...
Sebastián regresaba a casa un viernes, con su bien merecida paga entre manos. En cuanto llega a la puerta para abrir esta sigilosamente, siente que el corazón se le detiene al ver como el objeto de madera era brutalmente abierto. Sabía que excusa podría dar, un simple trabajo escolar era usualmente la solución más fácil según lo que escuchaba en las conversaciones de sus compañeros y que creyó que a el también le funcionaría. Pero antes de poder ejecutar algun tipo de palabra, fue tomado del hombro y empujado al interior de el lugar más horrible según sus recuerdos.
Estaba casí seguro de su destino, en ese preciso momento no pudo creer lo que su padre tenía entre sus manos en ese momento, sus ojos se llenaron de pequeñas gotas saladas y su corazón parecía un zumbido incesante, su pecho bajaba y subía incontrolablemente y prácticamente todo su cuerpo temblaba no sólo por el helado piso en un invierno cruel y despiadado.-¡Tu, pequeño desgraciado!, ¿de donde sacaste esta porquería? ¿La robaste?. Estoy seguro de que si, no trates de negarlo, eres una porquería, toda la vida lo supe, debí dejar que tu madre abortara, ahora me metiste en un gran problema...¡ven aquí escoria!
Decía eufórica la bestia delante de los ojos del pequeño y para ese momento todavía inocente Sebastián. Una gran y pesada mano lo tomó por sus prendas desgastadas y lo volvió a soltar, dejando a este anonadado por la nueva técnica del que los registros dicen ser su pariente.- Deja-ame ex..explicart- trato de hablar cuando la misma mano de antes lo tomó por los cabellos negros llevándolo al salon, en donde se encontraban su inútil madre y su abuela, las cuales se comportaron indiferrntes a la situación, con sus motivos, era como algo de todos los días. -¡ESTA PORQUERÍA -Le propinó una patada mientras lo tiraba nuevamente en el suelo- ES UN MISERABLE LADRÓN, UNA PORQUERÍA! ¿QUE PENSABAS HACER CON TODO ESE DINERO? ¿¡AH!?, ESTOY SEGURO QUE TODO ESO ERA PARA SALIR CON TUS AMIGOS- Claramente este se equivocaba inmensamente ya que, este no conocía siquiera la situación de su hijo en cualquier tipo de circunstancia. Ese hombre pretendía que su hijo era igual a toda la basuras que el fue y conoció.
- JAJAJA- se mofó la madre de el que todavía estaba en el suelo-, ¿de que hablas? ¡Este niño es tan inútil que no le podría robar a un ciego! - Afirmaba la menor de las dos mujeres. Era gracioso que su mamá lo...¿defendiera?, tomando en cuenta que usualmente ella era la primera en acusarlo de respirar mal si era posible.
- ¿¡Me estas llamando mentiroso!? - El hombre sugirió furioso mientras caminaba hacía donde estaba su hijo, mal herido y tomándolo por el brazo más fuerte de lo necesario- Ahora ¡Cuéntanos! ¿Como es que una pequeña rata como tu pudo conseguir tanto dinero?- Le propinó una patada en las piernas después de unos segundos en el que el peli negro no respondió, asustado y adolorido le costaba, más de lo normal, pronunciar palabra frente a los que lo engendraron.- Y.. yo l-lo conseguí trabajand- ¡mgh..! - Un pequeño grito ahogado que no logro salír de su garganta mientras trataba de explicarse. Su madre se había levantado del sofá borgoña desgastado y lleno de polvo para propinarle una, muy fuerte, cachetada para luego tomarlo del mentón con, de nuevo, fuerza innecesaria. Su mirada era penetrante y llenada de odio- ¿Y como se supone que un miserable niñito de diez años puede conseguir trabajo?- Las palabras de la mujer salían lentamente de sus labios mientras apretaba más su mandíbula- Bueno... - la mujer soltó de golpe su rostro y lo miro como una víbora- Trabajando o no, ahora el dinero no es tuyo.
- ¿¡Per-ro!? - un golpe propinado por el padre lo silencio nuevamente, soltando su brazo y haciendo que es chico se encontrará con el piso nuevamente.
- ¡Cállate! ¡No le repicles a tu madre!- otra patada impacto con su estómago y el pequeño solo podía tomar su vientre con dolor. Sorprendentemente rápido este consiguió estar de pie mientras sus padres se atontaban con algo que jamás en su vida se ganarían ellos.
En su camino rápido a la puerta un brazo lo detiene con firmeza, a este se le congelan los huesos, llorando por dentro porque sabía que eso no era bueno. -¿ A donde piensas que vas? mocoso. Ganando tanto dinero has de ser muy bueno trabajando, ni pienses que te puedes ir ahora que encontramos una mina de oro..
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Hola! ^^
Aquí traigo una historia Sebaciel un poco diferente, como pueden ver.
Solo le quiero decir que esta es mi primera historia de verdad. Tengo otras que siquiera empezaron realmente y, como ya tengo medio segundo capítulo espero poder hacer de esta una historia de verdad y poder desarrollarla sin problemas.
El primero es un poco corto a comparación del segundo pero, supongo que de debe a la diferencia de tiempo. Este cap fué escrito en octubre del año pasado así que....
Pues nada, gracias por leer mi testamento de explicación ✨
Si tienen alguna recomendación, ven algún error o algo por el estilo no duden en decirme.
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