Mi mejor amigo

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- Ya me voy Sugu, vuelvo en unas horas- 

- Cuidate hermano- respondió mi prima desde la sala.

Encendí mi motocicleta y me dirigí hacia a Tokyo.

Hace solo unas semanas mis padres me dejaron volver a utilizar la motocicleta. Ellos estaban preocupados por mi salud y pensaban que no era buen idea dejarme salir en la motocicleta.  Pero después de que les mostré mis avances en mi rehabilitación, ellos me permitieron usarla solo si tenía emergencia. 

Hoy me iba a reunir con Asuna en el Museo de Arte de Toyko, por lo que si llegaba tarde me iba a costar muy caro.

Desde que salí del hospital no hemos pasado un tiempo de calidad juntos, a parte de ALO. Así que le sugerí a Asuna de poder salir en el mundo real, a lo que acepto encantada. Yui había sugerido el Museo de Arte, aunque el arte no es algo que me interese, pasar tiempo con Asuna era lo esencial así que no había problema. 

Le prometimos a Yui que entraríamos a ALO para pasar tiempo con ella y contarle sobre la salida de hoy. Espero que haga buen clima. 

Llegue casi una hora antes de lo previsto. Había bastantes personas en el lugar y muchas más comprando sus entradas al museo. Iba a dar una vuelta por la zona cuando sonó mi celular.

- ¿Sí?- 

- Hola Kirito, me alegra volver a hablar contigo- 

Hice una mueca, aquel que me llamó no era ni más ni menos que el Teniente Kikouka. Actualmente su estatus es de "muerto en batalla", así que el llamarme era toda una sorpresa.

- Ahora que sucede? Sucedió algo?-

- Como siempre vas directo al grano, eh? Debería invitarte a almorzar en Ginza uno de estos días-

-Basta de rodeos, si me has llamado es por algo en específico- me estaba impacientando.

- En realidad no ha sucedido nada, solo quería ver si te podía presentar a alguien-

- Alguien? Quien es?-

- Eso te lo diré allá, tienes tiempo?- 

Mire mi reloj, la cita estaba planeada a las 5 y eran las 4:02, había suficiente tiempo.

-Donde es?- 

- Es en Happo-en Garden, te enviaré la ubicación. Nos vemos después Kirito- 

Cerró la llamada y al  mismo tiempo la aplicación del GPS se abrió mostrando el camino.

Happo-en Garden era un parque lleno de jardines, esta cerca de la estación Shirokanedai Sta y era sencillo de llegar. No era un parque frecuentado por turistas y ni yo lo he visitado. Pero por lo visto en las páginas recomendadas de parques era muy hermoso y bello durante la época de cerezos. 

Le envíe la ubicación a Asuna con una nota de disculpa por haber cambiado la ubicación del encuentro.

"Esta bien, no te preocupes"- respondió 

Con esa afirmación me sentí más seguro y me dirigí hacia aquel lugar.

La entrada tenía un aspecto tradicional, estaba hecho de madera y estaba decorado con un bonsái. Los caminos estaban adoquinados y los enormes árboles le daban al lugar un ambiente fresco. 

 La ubicación que me mandó Kikuoka estaba marcado en un lugar del centro del parque. Supuse que aquella persona no me iba a recibir así que seguí caminando. 

Las personas que veía estaban vestidas con kimonos o ropas americanas, turistas o gente de la zona. Había escuchado que era más un centro de bodas a un parque turístico. Pero su belleza lo hacía un lugar bastante visitado.

Me alegra haber cambiado el lugar de la cita.

Después de pasar por un estanque la aplicación me informó que había llegado a mi destino. 

Levanté la mirada. Las hojas de los árboles se balancean tranquilamente al son del viento, las pequeñas flores en la tierra abrían sus pétalos como si compitieran entre ellas.  Debajo de un árbol, se encontraba un hombre mirando distraídamente la copa del árbol.

Tenía más o menos mi altura, era delgado pero tenía más músculos que yo, usaba el uniforme de mi escuela y su cabello rubio lino se movía ligeramente por el viento.

Mi respiración se detuvo, mi corazón latía rápidamente, mis ojos se llenaron de lágrimas, el dueño de ese cabello me había acompañado durante dos años, me había apoyado, me había consolado, esa persona se había convertido en alguien muy apreciado para mí. 

El es... quién creo que es?

El muchacho dejó de mirar el árbol y dirigió su mirada a mí. Sus ojos eran verdes cual esmeralda, en ellos se reflejaba una bondad y una amabilidad que hubiera sido imposible que existiera si no la tuviera enfrente mío.

Sentía que si parpadeaba, aquella imagen se iba a desvanecer. Mis labios se abrieron temblorosos y dijeron un solo nombre.

- Eugeo- 

El muchacho sonrió y saludó con su mano.

- Hola, es un placer volver a verte, Kirito.-

Mis lágrimas se derramaban como una cascada y no me importaba que no se detuvieran. Una sonrisa apareció en mi rostro, intenté secarme un poco las lágrimas pero dejé de intentarlo. Poco a poco avancé hacia a él.

5 metros, 4 metros, 3, 2..

Cuando estuve a 1 metro me detuve, tuve una pequeña duda de seguir avanzando. Por mi culpa el había muerto una vez, yo lo arrastré hacía aquella batalla en la que no estaba involucrado. No sentía que merecía estar a su lado. 

- Está bien Kirito- 

Esas palabras me sorprendieron, me fije en esos ojos verdes que parecían un poco robóticos.

- Haz estado culpándote por mucho tiempo, y no es tu culpa, yo fui quien hizo que sufrieras, es mi culpa por lo que te pasó-

"No es tu culpa, nunca lo fue" eso fue lo que pensé.

- Por eso quiero que me perdones, por todo aquello que te hice sufrir. Y si no me quieres perdonar lo voy a aceptar...-

No lo deje terminar, cerré  el último metro que nos separaba y lo envolví en un fuerte abrazo.

- No es tu culpa- le dije- Tu siempre estuviste para mí, así que no te disculpes- 

El cuerpo de Eugeo tembló un poco y me devolvió el abrazo. Aunque a él no le salían lágrimas, escuché un pequeño sollozo. 

- Me alegra que hayas vuelto, Eugeo- le dije.

Eugeo respondió con una sonrisa en su rostro.

- Estoy feliz de estar en casa, Kirito-

Una pequeña brisa envolvió suavemente el parque.



Si estuvieras conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora