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Era una mañana lluviosa; el cielo dejaba caer sus lágrimas sobre las ventanas de aquella casa antigua.

Cuando Sonic se enteró del descenso de su madre, no lo podía creer, que aquella mujer que alguna vez fue su madre ya no estaba con él, que no volvería. Y que una vez en el pasado le había prometido infantilmente nunca dejarlo. Y sus ojos rendidos dejaban caer gruesas gotas cristalinas hacia el piso.

Poco tiempo después le llegó una carta avisándole que su madre le dejó una casa, cómo quien quisiera que siempre la recuerde a ella y a... ÉL.  Fue así como se mudó, sin más, a la casa de su infancia.

Aquella casa de colores opacos y desgastados por el tiempo, que en un pasado poseían de los colores más vivos. Rodeada de un gran bosque oscuro que ambientaba el area como una película de terror. Que en el interior estaba cubierta de una fina capa de polvo, demostrando que la casa estaba desolada desde ya un buen tiempo; llegó él.

Sonic al entrar a la casa sintió un olor a madera mojada, un olor a pasado, que le traía recuerdos que cuando era solo un niño inocente. Dejó las maletas en la puerta, subió las escaleras curioso como un pequeño buscando a su madre desconsoladamente mientras miraba con cautela los cuadros pegados en las paredes, que parecían portales directos a aquellos recuerdos capturados; cuando sus ojos esmeralda vieron aquellos cuadros, sintió como cada persona de aquel pequeño ecosistema le miraba con desprecio. Aquellas fotos eran de ellos... dando a entender que ella no los había olvidado, que estaban en sus recuerdos y que no había conseguido el coraje para quitarlas y que, quizá, sus miradas de un color rojo como la sangre fresca habían penetrado en su alma y se la habían devorado, causando así su muerte.

Un suicidio.

Llegada la noche, tan oscura como boca de lobo. Decide limpiar los cuadros de su cuarto. En una de ellas su madre ,y él, se notaba en sus ojos la felicidad, pero algo se distinguía de todas las demás, emanaba un aire de algun lado de la foto. Se acercó más y aquel extraño agujero se lo tragó, apareció en un cuarto blanco lleno de cuadros, no, de recuerdos. Recuerdos olvidados, perdidos y sobre todo queridos.

Sonic caminó por aquel lienzo blanco, cuando encontró una pintura, estaba destrozada, solo se podía apreciar su imagen y la de un fantasma...

No logro reconocer al erizo a su lado, no lo conocía, era... Una sombra oscura con algunos tonos rojos.

Cuando ya terminaba de disociar, pensó en como salir de aquel lienzo, y al voltear vió una mesita de noche al lado de una cama, que curiosamente apareció, en la mesita se encontraba lo que parecía ser una nota con garabatos, que cuando miro con mas cautelo pudo reconocer algunas palabras. Decían:

El pasado
nos separa
pero el mañana
nos unirá


                                                            ───── Sahsgfa T.H. 

( ⁠~⁠♪)

Sonic sin más ideas de como salir, acomodó la cama y se arropó. Mientras conciliaba el sueño no dejaba de pensar... en aquel mañana.

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Fecha de actualización: 04/03/24

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⏰ Última actualización: Mar 05 ⏰

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