1. Un nuevo comienzo

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 Fuego, la madera cayendo, humo, gritos de auxilio, llantos de bebe, no encuentro salida, siento que me asfixio, no puedo gesticular ni una palabra porque me ataca una repentina tos. No puedo más, tapo mis oídos, y caigo al suelo de rodilla.

Pero escucho algo a los lejos, alguien llamando, o ¿ya estoy delirando?

<<Anna>>

<<¡¡Anna!!>>

Siento algo zumbando en mi cabeza, no sé qué es, pero es fuerte, muy fuerte. Entonces todo calla, no se escucha ni un solo ruido y todo se torna de blanco, escucho unos susurros pero son entendibles, cada vez mas fuerte y pasa, Exploto.

— !!Déjenme, cállense de una maldita vez— grito con toda la fuerza que puedo.

Abro mis ojos abruptamente y veo a mi alrededor encontrándome con el techo del auto de mamá. Respirando entrecortadamente, sudando frio, con los nervios de punta. Encuentro a mi madre acariciándome el hombro susurrándome: "que todo está bien" "que estoy a salvo" y con esas palabras voy recuperándome poco a poco.

 —¿Estas bien An? —preguntó mi hermana que tiene sus pequeños y marrones ojos sobre mí, que brillan con preocupación.

—Si...- susurre— ¿Qué paso? ¿Por qué paramos?

—Es que te escuchamos gritar, y pare el auto.  —dijo mamá-—¿Pesadillas otra vez amor?  —ella me pregunto. Asentí con la cabeza  —Todo estará bien ya verás.

Odio estas pesadillas que me persiguen noche y días, desde que mis pestañas se unen y caigo en un largo y profundo sueño, donde se me hace difícil salir. Desde aquel día mi hora de dormir que se resume a poca, son una vil tortura.

Mi madre pone el auto en marcha hacia California, nuestro antiguo hogar, la ciudad donde pase toda mi infancia con mis amigos, donde viven mis abuelos y donde viviremos nosotras de nuevo, para poder olvidar nuestro tortuoso pasado. Y cuando me refiero a nosotras hablo de mi madre, mi hermana y yo.

—Adiós...—digo volteándome para mirar atrás.

Este será nuestro nuevo comienzo.

  ***

Y aquí estamos de nuevo, frente a la sencilla, pero hermosa casa de los abuelos, con dos plantas, color café, y un bonito jardín.

Estoy mirando cada esquina por a fuera de la casa, con una nostalgia en el pecho, por recordar todos lo que pase en este lugar.

 Veo a una pequeña yo de 6 años de edad corriendo para que su padre no la alcance, y los abuelos riendo de nuestras ocurrencias. Una pequeña yo de 9 años celebrando su cumple años con mi pequeña familia y la Pandilla. Una yo de 13 años sentada en el barcón de mi habitación observando el atardecer, una yo de 15 años bailando con su hermano mayor como si tuviéramos dos pies izquierdos, pero riendo como si no hubiera mañana, Yo era tan feliz.

<<Y ahora aquí estoy. Volví a casa. A mi hogar, el que siempre fue mi hogar, nuestro hogar>> pienso sosteniendo mi equipaje para llegar a la puerta junto Con Mamá y Karen.

Mamá saca las llaves para abrir, pero algo o mejor dicho alguien se lo impide, las tres miramos hacia la cerradura, que se mueve, y la puerta es abierta abruptamente sobresaltándonos, las tres soltamos un jadeo de sorpresa, a ver a la imponente figura de delante de nosotras. Es un hombre alto, cabello rubio, unos enormes ojos negro, unos overoles, acompañada de unas botas de combate.

Es realmente atractivo, se ve de unos treinta y ocho o de treinta y nueve, quien sabe, las apariencias engañan...

<<Incluyéndote>>  

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