IV

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Cuando desperté el ya estaba aquí no se que hace aquí si no me conoce y yo no lo conozco.

- Una foto dura mas, no desgastes mi belleza. - dijo sin apartar la mirada del televisor, se que me puse colorada.

- No te hagas ilusiones Romero.

- ¿Romero?, es Ro-ver-to - deletreo y solo sentí vergüenza.

- Perdón, no soy buena con los nombres. - dije y desvié la mirada.

Seguí viendo la televisión y ahora era yo la que sentía su mirada.

- Una foto dura mas no desgastes mi belleza. - dije y el solo sonrió y negó.

- Me agrada. - susurro supongo para si mismo pero logre escucharlo.

* * *

El lleva escribiendo un buen rato no se que escribe pero me da mucha curiosidad, pero como mi orgullo es demasiado no le preguntare.

- Me preguntaras que escribo o me seguirás viendo? - dijo.

- Porque me importaría que escribes? - No que querías saber que escribe, idiota.

Siguió escribiendo y por ratos me miraba, la curiosidad seguro me matara, quiero saber que escribe, o que hace con la libreta.

- El tiempo de visitas termino. - una enfermera entro. - puede regresar mañana. - termino de decir y se retiro del cuarto.

- Te veo mañana supongo.

- Mañana no vengo, espero no me extrañes. - dijo

- Quisieras.

* * *

Y como el dijo, no vino esto es aburrido, no tengo a nadie a quien molestar. esperen un minuto ¿Me pone triste que no venga?, que diablos me pasa.

Bueno da igual.

- A qui están tus medicamentos. - entro una enfermera y bueno es la típica enfermera amargada.

- Disculpe, será que pueda prestarme algún teléfono necesito hacer una llamada. - pregunte

- No, toma los medicamentos. - dijo seca.

- Como sea. - tome los horribles medicamentos. - Amargada. - susurre.

ROMEO Y JULIETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora