Mi Querido Presidente

Noche de Bogotá

Si hay algo que sacaba de quicio a Armando Mendoza era la gente ineficaz. Por suerte, Mario Calderón,  su amigo más cercano, siempre se había desempeñado como un excelente ejecutivo de Ecomoda, el más eficiente vicepresidente comercial. Él era capaz de resolver hasta los problemas más inesperados,  hasta el pequeño percance relacionado con el embargo de la empresa y la posición de privilegio en la qué había quedado Beatriz Pinzón,  ña asistente de presidencia.

La situación era realmente desesperada. Armando, Mario y Betty se las habían ingeniado para mantener las cosas ocultas, maquillando cifras para las juntas y logrando mantener el status quo de sus perfiles. Sin embargo, Armando y Mario no confiaba en Betty. Sí, la veían fea, ingenua, pero tal vez era vengativa.